Hagamos una promesa, pero hagamos una promesa desde el fondo de nuestro corazón cuando el cielo este gris, acuérdate cuando lo viste profundamente azul cuando sientas frio piensa un sol radiante que ya te ha calentado, cuando sufras una derrota acuérdate de tus triunfos y tus derrotas.
Cuando necesites amor revive tus experiencias de afecto y ternura, acuérdate de lo que has vivido y lo que te has dado con alegría, recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado si esto has tenido los puedes volver a tener y lo que has logrado lo puedes volver a ganar.
Alégrate por lo bueno que tengas y por lo bueno de los demás acéptalos tal cual son desecha los recuerdos tristes y dolorosos y sobre todo no tengas ningún rencor, no te lastimes mas piensa en lo bueno en lo amable, lo bello y en la verdad recorre tu vida detente dónde halla bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas una y otra vez.
Visualiza aquel atardecer que te emociono, revive esa caricia espontanea que se te dio disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido; piensa y vive bien hay en tu mente están guardadas todas las imágenes y solo tú decides cuales has de volver a mirar. No hay carga que se nos dé y no tengamos la capacidad de llevar, busca siempre de vivir el presente aprendiendo del pasado y no cargues con situaciones y con los problemas que te hayan pasado.
Piensa en esto ¿Cuál era tu mayor problema hace 10 años?, probablemente ahora no sea nada entonces, si dentro de diez años tus problemas actuales no van hacer nada porque ir triste por ellos hoy, sonríe confía en Dios y se feliz.
Enrique Luis Mendoza Hinojosa