RELATOS FERCAHINO

«Los procesos migrantes traen de todo en su recorrido, pero también son afectados por lo que encuentran. Esos aspectos traducidos en la transculturación y aculturación ofrecen variados análisis que los especialistas pueden brindar a través de serias investigaciones. En la vida del ser humano se encuentran todos esos ADN irrigados que como diáspora genética hacen su labor. Somos lo que somos, por la fuerza de esos encuentros de razas, credos y religiones que nos marcan aún después de muertos, en donde nada es casual. Ella lo vivió en carne propia, cuando sus padres de origen Libanes, anclaron sus vidas en una tierra lejana, frente al mar, que los acogió como si nunca hubieran tenido que salir de su entorno natural. Allí empezó su despertar poético a los once años con un mundo de versos recogidos en «Las acacias en flor», primer campanazo de lo que sería su fructífera tarea poética.

Estudió el bachillerato en el Colegio Barranquilla para señoritas y estudios superiores en la Escuela de Bellas Artes del Centro de Estudios Dante Alighieri en Roma, Italia, donde estudió historia del arte y literatura. Estudió música en el conservatorio Pedro Biava de la Universidad del Atlántico, donde reafirmó luego, su vocación de docente al ser profesora de esa materia en dicha Universidad.

La revista Cubana Vanidades en su sección «Poetisas de América», recoge en 1937, sus muestras traducidas en «Tú me crees de piedra», «Cadena», «Promesa» y «El regalo de la lluvia, material poético enviado bajo el seudónimo Meira del Mar, como estrategia natural para que sus padres y personas cercanas no dieran con el origen de su creadora. Todo esto tiene su razón de ser, al modificar su nombre original de origen árabe y su atrayente pasión por el mar. Su creciente popularidad se riega en los medios impresos, que no dejan de comentar su aparición con asombro. Ante este hecho, valores del arte como Héctor Rojas Herazo, Ignacio Reyes Posada, Carlos Osio Noguera y Alirio Bernal, hacen que publique en 1942, «Alba de Olvido» su primer libro, por la editorial Mejoras, cuya edición inicial fue de cincuenta ejemplares, que después de medio siglo, la revista Semana en su edición 882 de 1999, lo incluye como una de las cien obras colombiana del siglo pasado y ser la única mujer de esa selección poética.

Su pasión por la creación seguía y en un arranque de saber que pasaba con su naciente obra, le escribió a la poeta o poetisa para muchos, Juana de Ibarbourou, anexándole su primer libro. Tiempo después, los elogios de parte de esa figura no se hizo esperar, hecho que la entusiasmó a seguir escribiendo.

Dos años más tarde, le da vida a «Sitio del amor» y en 1946 selló con «Verdad del sueño», la confirmación que sus caminos por la poesía iban por el sendero correcto. Luego lo que vino, producto de su reconocida obra, fueron las diversas voces de creadores que no dejaron de exaltar su trabajo narrativo, consolidado en obras como «Secreta Isla», «Poesía», «Huésped sin sombra», «Reencuentro», «Laúd Memorioso», «Alguien Pasa» y «Viaje al ayer» traducidas al inglés, Francés e Italiano.

Todos esos poemarios, pese a todas las dificultades que vive el autor en nuestro medio, se ha mantenido activo, lo que le da a ella, unas fortalezas que la conducen a la permanencia en el Olimpo poético como pocas en Colombia.

Si bien es cierto que desde joven su admiración por Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou era inmensa, no lo es menos lo que ella logró sembrar en sus innumerables lectores a donde llegó su obra.

En 1950 hizo su primer recital en la biblioteca Nacional de Colombia de nuestra ciudad capital, dirigida por el poeta Eduardo Carranza y por invitación de Carlos López Narváez.

Fue directora desde 1958 y durante 36 años, de la Biblioteca Pública Departamental del Atlántico, que luego en su honor llevó su nombre, hecho que fue replicado en el Centro de Documentación sobre la mujer de la Universidad del Atlántico y la Sala de lectura de la Biblioteca Piloto del Caribe.

Recibió el doctorado «Honoris Causa» en letras por parte de la Universidad del Atlántico. Es miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua. Recibió el Premio Nacional de Poesía por parte de La Universidad de Antioquia.

Su obra encierra una sensualidad visible, cuyos ritmos caribes están inmersos con una distribución musical perfecta, que se advierte en cada verso. El agua la atrae, la tradición griega, que la invita a elaborar todo un discurso poético, cuya claridad se palpa sin caer en el clipsé o lo del momento como recurso de farándula. Ella al igual que sus versos, es libre. Se entrega amorosa al vaivén de su creación. Hay en su obra tantos imposibles, tan bien manejados, que nos invita a lograrlos.

Fue nominada al Premio Reina Sofía de la corona española, reconocimiento que solo se da en vida y que no pudo obtener, porque para esa fecha, emprendió el viaje más silente del que se puede tener conocimiento, en donde la vida imponente cae ante el llamado de lo que realmente existe: la muerte». Fercahino (Olga Omaira Chams Eljack «Meira Delmar» nació en Barranquilla el 21de abril de 1922 y falleció en su tierra natal el 18 de marzo de 2009. Padres Isabel Eljack y Julián E. Chams)

FERCAHINO

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