POSVERDADES ENERGETICAS

A efectos demostrar lo pretendido en este opúsculo, aportaremos una definición del neologismo Pos verdad: “La pos verdad radica en la subordinación y reorganización de los hechos desde ideologías específicas y voluntad política, lo que requiere de un mecanismo de legalización en el que se intente naturalizar la epistemología a partir de las emociones políticas. Estas, barreras de información, deben ser reales”.

Petro, seguramente influenciado por su obligada permanencia en Europa, más exactamente en Bélgica, quedó marcado por lo que ese en ese momento estaba y sigue en boga en ese continente, y actualmente en todo el universo, nos referimos al Cambio Climático. De allí se deriva una justificada preocupación en torno a la Transición Energética. Sus malquerientes han generado toda suerte de opiniones y comentarios, cargados de “mala leche”. Perciben una supuesta irresponsabilidad, ligereza y afán en su adopción, saltándose las previsiones requeridas. Intentaremos demostrar que tales calificativos y conclusiones no obedecen a un análisis objetivo, no hay tal ligereza, las deducciones de sus detractores al respecto, se podrían encasillar como otra Pos Verdad, otro juicio implacable e injusto de la oposición. Una más, de las injurias mediáticas, ensañadas contra el presente gobierno.

Entre los supuestos erróneos figura el de equipáranos o igualarnos como potencia petrolera, estamos muy lejos de los grandes productores. Nuestras reservas solo alcanzan según las cifras y predicciones más reputadas para unos siete años a lo sumo. Los costos de extracción de un barril de petróleo son bastante altos. Es urgente entonces agilizar la implementación de energías renovables no convencionales (ERNC). No obstante, se insiste por parte de algunos “especialistas” que “contrario sensu” de lo que están asumiendo la inmensa mayoría de países, se opte por buscar petróleo a lo loco en el territorio colombiano, en lugar de avanzar sólidamente en el desarrollo de las fuentes o ´potencialidades alternativas en energías renovables. Es falso que el gobierno actual haya descuidado o abandonado las exploraciones petroleras. Acaba de confirmarse el hallazgo de crudo y gas por la estatal Ecopetrol en el departamento del Putumayo, se suma a los hallazgos en el Meta, con lo cual son dos los importantes proyectos que se agregaran a las magras reservas existentes, previo a esos dos sucesos. Ambos ocurridos este año. Además de ello y dadas sus características, el petróleo a igual que los demás combustibles fósiles están condenados a su finitud, en diferentes momentos cada uno de ellos está condenado a su agotamiento. El Pico de Hubbert explica con suficiente veracidad lo pertinente al petróleo.

Una distinguida candidata a la gobernación del Cesar, con algo de populismo, típico de campañas políticas, y apostándole a congraciarse con sus mentores políticos en el ámbito nacional, ha terciado en el debate, posando como experta en Transición Energética, lanzando alegres tesis, sobre un tema de tanta seriedad. Además, si bien el asunto tiene repercusiones en lo regional, su solución básicamente es de índole nacional.  Parece estar enfrascada en un ejercicio de suma y resta electoral, donde el saldo puede resultarle negativo. Es cierto que la Matriz Energética colombiana está fundada en la generación hidráulica. A propósito, le señalo tres cosas, 1) La Energía generada por fuentes hidráulicas será complementada con las eólicas, cuando una se reduce por razones del verano, la otra paradójicamente crece 2) lo que se procura con el combate al Cambio Climático es impedir entre otras consecuencias ambientales, los prolongados veranos que, disminuyen sustancialmente los caudales hídricos y 3) la Transición Energética es un proceso ecuménico. Aprecio una contradicción notable en la candidata, cuando debe concentrarse en lo regional adopta una postura con ribetes nacionales y cuando debe plantear o disponer de una visión universal se nos vuelve parroquial. Por otro lado, debemos señalar que el asunto no se debe reducir al consumo energético de los hogares, en esa bolsa de la Matriz Energética debe incluirse la demanda del sector de trasporte, el de los vehículos particulares, el consumo industrial.

Los eufóricos partidarios de la candidata incurrieron en lo que en nuestra opinión es una exageración, distribuyeron profusamente un video denominándolo: “Una lección de coherencia al presidente Petro”. La candidata entre otras cosas sugiere que Colombia no requiere Transición Energética, con lo cual prácticamente insinúa que debe hacerle compañía nada más y nada menos que a Siria y Nicaragua como los dos únicos países del mundo que, en su momento decidieron no adherirse al Protocolo de Kioto. Una decisión como esa, en un mundo globalizado e interconectado es un tanto absurda. Cuánta razón tiene Joseph Stiglitz, en su libro:” El malestar en la globalización”, al trascribir al intelectual francés Pierre Bourdieu acerca de la necesidad de que los políticos se comporten más como estudiosos y entren en debates científicos basados en datos y hechos concretos.

No podemos vivir aferrados al carbón, es indudable que debido a la guerra ruso-ucraniana los precios de la tonelada del fósil alcanzaron cifras record, es una coyuntura pasajera. Esa coyuntura bélica ha reforzado sobre todo en Europa, la apuesta por las energías renovables y la voluntad de lograr cero emisiones de carbono. Las renovables tienden inevitablemente a ser mucho más baratas que el carbón. El énfasis debe estar más orientado hacia la Reconversión Laboral y hacia la diversificación productiva que en insistir en el tema del carbón. Allí reside una de los notables efectos negativos: la mono dependencia, seguimos aferrados a que, sin el fósil, no hay vida, por lo menos a corto plazo. Existe una dependencia inclusive mental. Entre varias cuestiones se nos olvida que las renovables también generan empleos, trasferencias, desarrollo tecnológico, y que nosotros somos agricultores, ganaderos y con vocación para el desarrollo industrial.

Es necesario afirmar que ni siquiera en el mundo entero existe un consenso sobre la velocidad a la que debe marchar la Transición Energética, son indiscutibles los trastornos económicos que puede provocar. Pero no sobra señalar que, la actual transición, impulsada por el cambio climático, pretende ser rápida y completarse en poco más de 25 años. Además, busca ser transformadora. El carbón va a desaparecer, y la Unión Europea prevé que el 20%–25% de su energía total en 2050 provenga del hidrógeno. Si bien son cada vez más las actividades y objetivos energéticos que se centran en el hidrógeno, este proporciona menos del 2% del suministro energético actual. Las anteriores transiciones energéticas, la del carbón y la del petróleo, que duraron alrededor de un siglo cada una de ellas, se fundamentaron en razones económicas y tecnológicas, y no en razones políticas como es el fundamento de la actual Transición.  Su objetivo no es solo encontrar nuevas fuentes de energía, sino cambiar los fundamentos energéticos de lo que es hoy una economía mundial de USD 100 billones, y además hacerlo en poco más de 25 años. Por supuesto que prevalece como razón fundamental la acción por el clima, que hoy día es uno de los principales temas en macroeconomía. Dinamarca aspira depender en el 2050 totalmente de las Energías Renovables.

Es absolutamente cierto que cuando nos hemos habituado, nutrido de algunas teorías y de lugares comunes, se nos dificulta la comprensión de los lenguajes, tesis y argumentos novedosos. Cuando surgen primicias conceptuales, ello plantea un reto. Recordemos que la mayoría de inventores y científicos aportantes de novedades en el plano científico, chocan con lo tradicional, rompen los esquemas. La primera ocurrencia de sus detractores o por lo menos de los incrédulos es tildarlos de locos. La historia está preñada de ejemplos al respecto. Incluso, en enero de 1709 cuando Abraham Darby, metalurgista inglés, demostró que el carbón era un medio de hierro más eficiente”- que empezó a utilizarse como combustible industrial-  y que entre otras cosas fue la primera Transición Energética. Darby fue considerado en aquel entonces, un insensato. Obviamente el lenguaje alusivo no es una novedad en su sentido estricto, ni tampoco es una exclusividad, es una cuestión mundial, pero si sigue siendo una asignatura inaceptable para muchos, reacios a aceptar esa realidad por razones ideológicas, por dificultades conceptuales y hasta por intereses específicos.

En el Primer Congreso de Energía y Transición Energética celebrado en mayo de este año y organizado por la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, con la participación de representantes de la academia, la industria entre otros aspectos se destacaron los siguientes: Colombia tiene un enorme potencial para liderar la transición energética exigida por el planeta, ya que cuenta con interesantes recursos eólicos, fotovoltaicos, geotérmicos y de biomasa, este último estratégico para el desarrollo agrícola del país. Somos uno de los países con mayor potencial competitivo en términos de producción de hidrógeno verde, un vector energético que presenta un sinnúmero de oportunidades en cuanto a sus aplicaciones y mercado”, liderar esta transformación energética no solo implica ampliar y diversificar las fuentes renovables de energía, sino que requiere un cambio de paradigma en donde la descentralización, la digitalización y la participación activa y responsable de los usuarios frente al cambio climático sean la clave. Esto lo aseguró la decana.

El director general de la Unidad de Planeación Minero Energética, sostuvo que al tener una matriz energética tan dependiente de combustibles fósiles como el petróleo, es necesario apostarle a la masificación de las energías renovables para cumplir con las metas de descarbonización. “No debemos hacer esto porque creamos que vamos a ser los salvadores del mundo, pero eso no desestima la responsabilidad que tenemos, incluso a nivel internacional, más aún cuando no vamos por la senda de cumplimiento de reducción de emisiones”.

Frente al recurso de la biomasa, se señaló que la bioenergía es la actual protagonista mundial pues, además de la generación de calor, ataca el problema ambiental de los residuos. “La biomasa puede tener una gran oportunidad en lugares donde no hay sol ni viento, allí entraría en procesos de cogeneración o de combustión y podría reemplazar al carbón”.

Hubo un llamado para que el gobierno, las autoridades regionales, el sector privado y comunidades trabajen de manera conjunta para lograr que los proyectos de energías renovables sean una realidad. De acuerdo con la directiva, el sector espera invertir para 2023 y 2024 entre 2.500 y 3.400 millones de dólares en 80 proyectos, con una capacidad de generación adicional de 3.300 megavatios, lo que representaría un incremento del 19 % en la capacidad actual del parque generador del país. De estos proyectos, 78 son solares y dos eólicos. Lo preocupante, es que el 65 % de estos tienen trámites pendientes, por lo que se requiere que se agilice su puesta en marcha para que se cumplan las fechas programadas.

En las anteriores reflexiones y conclusiones provenientes de los tres sectores arriba mencionados, en el seno de ese evento no se advierte por ningún lado la sugerencia de una supuesta irresponsabilidad o afán del gobierno en la implementación de la Transición Energética, por el contrario, se puede percibir alguna preocupación por el atraso en esa política.

José Luis Arredondo Mejía

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