En una tarde serena y melancólica,
bajo el azul del hermoso cielo de Barrancas,
se debatía el secreto,
de un niño que tenía una pena;
creciendo se desarrolló en él,
el presentimiento, la intuición y el discernimiento,
tanto lo delimitó que lo llevó a narrar, como que sus ojos estuvieran viendo;
lloró en silencio con lágrimas de sufrimiento,
sintió tanto tormento,
que se despojó superando su profundo dolor,
mucho fue su batalla contra la pureza y nobleza de su alma,
aunque su padre lo dejara,
con todo y eso lo recogió Dios;
él lo expresó y agradeció,
venía con un propósito del Creador,
de componer y cantarle al amor…
el don divino, lo reconoció,
¡Alto divino Señor!
eso que nace del alma….
Arte, respeto y amor…
hubo en él un cambio en su vida espiritual,
¡He sabido librar la batalla!
un llamado de fe en Dios tenía,
que sacudió su visión del mundo,
lo conecta con los ojos de su alma,
el hombre que veía de otra manera,
probó que la limitación está en la mente,
Valiente Poeta Guajiro
sus composiciones lo catapultaron a la fama,
el mejor Premio Maestro Leandro Díaz,
tu inspiración…. me inspira para inspirar a otros,
estarás por siempre en nuestros corazones.
Cielo Mar Roys Olivella