Entre insultos e insultos, sobresaltos y sobresaltos nos están llevando al desespero, el tiempo en pantalla nos hace perder de la vida y de las cosas bellas que tenemos para respirar y exhalar en cada momento. Hoy es un détox a tantas mentiras y escenarios catastróficos. Recordar la respuesta del río cuando se mira en los ojos de Narciso, este sucumbe ante su belleza y el río ve en los ojos de él, su maravilloso cristalino y vital función. El agua estos días es protagonista y será el motivo de futuras guerras ante la escasez y la paradoja del calor por el exceso de calentamiento, hoy nuestra obligación es preservar el verde, la fotosíntesis y sembrar vida.
No odios. Para eso necesitamos disfrutar del juego, como decía Epitecto, y no del balón… Como el poder engolosina, este decía: “No se llega a campeón sin sudar”. Negar un conflicto que ya alcanza más del 20% de la población sería un despropósito con mis compatriotas de áreas desprotegidas por parte del Estado; el desplazamiento forzado volvió a incrementarse por el hostigamiento y poder de los marginados de la ley que hacen uso de la fuerza para ganar terreno contra la patria y nuestros compatriotas. El Gobierno ha mostrado falta de vocación e irrespeto por la constitución y los derechos adquiridos de libertad.
A pesar de todas estas incertidumbres y el dolor humano, queremos decirle a cada colombiano: aguantemos un poco más para que pronto, por las vías democráticas, podamos volver a tiempos de coherencia y administración sin ser exprimidos día a día en nuestros bolsillos y en nuestras almas. Basta de zozobra. Hoy invito a cada uno a pasar más tiempo con la naturaleza, cuidar el bien común, el espacio público, limpiar nuestras calles y casa, tomar agua frecuentemente y evitar talar bosques y provocar incendios. Inspira y exhala, cada momento dando gracias por la vida; extiende con compasión y amor la mano al que tenemos al lado. Aprecia las diferencias y respeta al que no piensa como tú.
Comencemos de arriba para abajo, desde el presidente y los líderes, menos teléfonos y redes, bajemos el tono de los insultos y agravios, permitamos que los colombianos nos desintoxiquemos de tantos enfrentamientos; el país pasa por un momento de inseguridad en la defensa a la vida física, jurídica y económica. Es el mínimo de responsabilidad para la salud mental y espiritual de todos y poder vivir el día a día con menos sofocos, más en el Caribe que el calor ataca inclementemente.
Parodiando lo que dice Irene Vallejo: “En lugar de tomarnos el deporte cada vez más en serio, nos convendría llevar a la vida el espíritu de juego”; este si desposeído de pasiones malsanas y situaciones agobiantes. Continuando con Irene: “En un mundo narcisista y ególatra, lo mejor que le puede pasar a uno es ser todos”. P.S.: No puedo dejar de resaltar los editoriales de los principales diarios del país este domingo 22 de septiembre, casi todos resaltaron el susto de retroceder 32 años de un apagón que le costó al país un atraso social y un daño económico enorme, ver Ecuador. Esta amenaza es producto de muchas otras inseguridades.
Orlando Bustillo Pareja