La situación de Colombia no puede ser peor, vivimos días aciagos por culpa de un presidente desconectado y poco empático con su pueblo, que se ahoga en la miseria y muere por la pandemia.
En los últimos días el caos se apoderó del país con protestas por todas partes debido a la desigualdad y al mal manejo tributario del gobierno, en 20 días se cayó la reforma tributaria, el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, la reforma a la salud, la Canciller Claudia Blum que no hizo absolutamente nada y dejó a Colombia con la peor imagen internacional en mucho tiempo, por los abusos policiales que ya han dejado más de 50 muertos en las protestas. La economía no puede ir peor, nos quitaron el famoso grado de inversión y para colmo, se vino el Tsunami que nos dejó sin Copa América y sin partido de eliminatoria, todo en medio de una la pandemia que nos golpea con mayor fiereza dejando promedio de 500 muertos diarios, y para colmo el Plan de vacunación que es la gran esperanza, es un total un fracaso, se habla de inmunidad de rebaño en un año y 2 meses.
Mientras tanto el paro continúa lo que ha generado vandalismo y un descontento general en el país que tiene carreteras bloqueadas y empresas a punto de la quiebra, la situación nunca antes había sido tan nefasta con un gobierno sin liderazgo Yeni ha dado para negociar entendiendo las preocupaciones de los más vulnerables y lámase media, además hay un sector de la sociedad que nunca le preocupó el asesinato de líderes sociales, la implementación de la Paz, el medio ambiente y hoy que la violencia se ha trasladado a las ciudades, sienten mucha preocupación, todo generado por la desigualdad que es la causante de esta crisis.
Es el momento de unirnos, de iniciar un nuevo camino pero con la sensibilidad y la solidaridad de un ser humano preocupado por sus semejantes, es hora que los políticos asimilen sus culpas y entiendan que la polarización reinante nos acabó y nos dejó una estela de violencias, hay que replantear muchos temas, la juventud no puede seguir sin rumbo, hay que reordenar las políticas del Estado hacia ellos, las grandes reformas tienen que ser un objetivo común, la corrupción y la falta de justicia nos han llevado a este momento, pero no podemos quedarnos estancados ahí, es hora de resurgir con acuerdos claros para lograr un entendimiento nacional pensando en el año entrante, cuando se celebrarán las elecciones más importantes de nuestra historia, por qué determinarán si optamos por un cambio o si seguimos anclados en el miedo, el caos y la desigualdad.
Colombia es un país hermoso, con gente en su mayoría trabajadora y buena, pero nos hemos dejado acorralar de unos pocos que han impuesto una agenda de sangre, narcotráfico y corrupción, si nos unimos podemos derrotarlos.
Jacobo Solano C.