Cuando a nivel nacional se habla de La Guajira, por lo general se exalta la preocupación y los riesgos que su población corre frente a sus problemas y la gravedad de los mismos; desde la pobreza, la desnutrición, el poco acceso a agua potable, el desempleo, y la lista sigue. Pero haciendo un breve ejercicio de memoria, vemos que, a pesar de que se va alternando el “tema candente” en los medios y la opinión pública, estos problemas son los mismos y persisten a través del tiempo solo con algunos matices de diferencia.
Un buen ejemplo de ello es la educación en La Guajira. Desde hace más de 40 años (que yo pueda contar) se vienen presentando propuestas para el mejoramiento de la calidad de la educación, al igual que el acceso a la misma y aun cuando se han dado algunas victorias y cierto grado de mejora, el problema persiste y el rezago de la educación y sus bajos niveles frente al resto del país sigue siendo igual.
No es secreto ni falsedad el abandono en que el Gobierno Nacional ha mantenido a La Guajira, volteándola a ver solo cuando necesita distraer la opinión pública o subir su popularidad; esto agravado por la tristemente célebre historia de corrupción en los gobiernos locales, sin embargo, aun cuando la obligación recae sobre los mencionados, no podemos ignorar la excesiva y poco eficiente atención que la región ha tenido por parte de entes e instituciones privadas (universidades, fundaciones, organizaciones de cooperación internacional, empresas privadas, entre otros) quienes han invertido billones de dólares, obteniendo los mismos resultados con los que hoy cuenta la región.
Teniendo en cuenta la cantidad y calidad de los expertos de las mejores universidades de Colombia, combinado con el gran presupuesto que estas instituciones destinan para proyectos educativos, el cual se suma al de entidades de cooperación internacional quienes no son tímidas en los recursos que destinan para estos proyectos, lo mínimo esperado seria que el problema de la calidad de la educación hubiera sido mitigado, pero aún no se ha podido siquiera igualar el nivel del resto de la Región Caribe.
Al día de hoy, el Gobierno del Presidente Petro y la Ministra de Educación anunciaron la asignación de $3 billones de pesos para garantizar gratuidad en estudios superiores, $19.000 millones para un nuevo edificio de ciencias en UniGuajira y otro presupuesto adicional para la creación de la Universidad Wayuu, todo lo anterior se presenta como una “estrategia” del Gobierno Nacional para mejorar la educación, sin embargo, no se plantea cómo se va a invertir ese presupuesto, ni la sostenibilidad de lo que se logre con el mismo.
Por todo lo anterior y teniendo en cuenta que nos encontramos ad portas de la presentación de los nuevos planes de desarrollo, es importante tener en cuenta puntos claves y acuerdos de cooperación definidos para podamos transitar paulatinamente a lo que todavía sigue siendo un sueño de una educación de calidad y para todos en La Guajira:
Puntos Clave
- La estrategia general de atención a la educación de La Guajira, debe contar principalmente con la participación de expertos locales que conozcan y entiendan la cultura local, dejando aparte las concepciones que se tienen de los procesos educativos desde la visión exclusivamente occidental.
- En concordancia con el punto anterior, la estrategia debe dejar a un lado modelos tradicionales de educación, los cuales han demostrado no ser los más efectivos, y centrarse en el diseño de alternativas que respondan a las características contextuales locales.
- Todos los planes de desarrollo deben estar alineados para que cada uno funcione como una facción táctica dentro de una estrategia de atención a la educación de La Guajira.
- Se debería establecer una veeduría ciudadana, la cual pueda acceder a información de qué y cómo se están realizando las acciones de la estrategia de atención a la educación de La Guajira.
Acuerdos
- Reconocer la experticia: Colombia es un país con un gran talento humano en distintas áreas del conocimiento, este talento se encuentra trabajando en distintas entidades tanto de orden público como privado, por lo cual es necesario realizar un trabajo interinstitucional para poder abordar las necesidades de la educación.
- Reconocer las capacidades: En procesos administrativos, asignaciones presupuestales y tiempos para toma de decisiones, los entes públicos y privados cuentan con diferencias considerables, por lo que es importante reconocer las capacidades y retos para que entre las partes se planifique efectivamente la ejecución de las acciones a realizar.
Nos encontramos nuevamente en un momento oportuno tanto para diseñar los planes de desarrollo que lleven a resultados efectivos en educación, como establecer los mecanismos que garanticen tanto al Gobierno como a la Ciudadanía, que la ejecución de lo planeado en educación además de cumplirse, obtenga resultados que rompan con la historia que se ha visto en la región y que si población pueda llegar a la excelencia académica en todos los niveles de formación.
Juan Manuel Mendoza-Puccini
Excelentes puntos para tener en cuenta y finalmente darle a la Guajira una excelente educación que les permita a largo plazo un cambio sostenible.