Probablemente, algunas de las declaraciones de Salvatore Mancuso ante la Jurisdicción Especial para La Paz (JEP) no sean novedosas, pero, paradójicamente, en este país sin memoria, siguen siendo reveladoras. Entre desapariciones forzadas, torturas, asesinatos y masacres, Colombia experimentó la cruenta violencia paramilitar que, en alianza con las oligarquías, causó miles de víctimas.
La noticia del río de sangre no es novedosa, ni podría serlo, sobre todo porque Mancuso participó en Justicia y Paz desde 2006, y declaró sobre los hechos que ahora vuelven a ser primera plana. El revuelo se da ahora porque las investigaciones que debieron iniciarse hace casi dos décadas no han obtenido resultados.
El bajo desempeño de la justicia es especialmente notable en relación con los particulares y agentes estatales del más alto nivel. La Administración y algunas grandes empresas, es decir, el poder político y económico en su esplendor, no han terminado de rendir las cuentas por el financiamiento y colaboración con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Claro. Se profirieron condenas contra al menos cuarenta parapolíticos, incluidos congresistas de los partidos tradicionales de la U, Cambio Radical y Liberal. Pero estos datos parecen ser, más bien, la carnada del anzuelo de la impunidad. La justicia aún no ha llegado a los verdaderos responsables, a los superiores, a los que se beneficiaron de la violencia para extender sus tentáculos.
Hasta el momento, la Jurisdicción Especial para la Paz ha demostrado ser un órgano independiente, que ha afrontado los retos estructurales y discursivos que juegan en su contra. Desde el Nuevo Liberalismo, por la violencia que han sufrido nuestros copartidarios, aplaudimos y esperamos que continúe ejerciendo de esta forma su labor.
Juan Manuel Galán
Colombia es un país con una estructura misteriosa,deshumana,cruel y silenciosa dejando en al paso historias, anéctotas, mitos y leyendas, todas encontradas en unos interés encarnados en nuestra vida, pasamos dejando huellas silenciosas sin decir un perdón, todo por el poder económico político, en fín todos y todas por una riqueza material sin fundamento ni felicidad, el pasado ya fué, el presente es hoy. frente al derrumbe de la humanidad ya no tenemos tiempo de recoger un pasado, muy triste, de lucha y batallas, muchas familias afectada en el camino sin piedad y sin compasión, nada de lo que hacemos ni desimos somos inocentes, aún más tu silencio es muestra de la pobreza espiritual, proponemos limpiar los caminos con verdades y acciones que dignifiquen la vida, las buenas acciones y tener un buen vivir, nos da sentido a la vida, invito a todos los que en su palacio terrenal, tienen una historia y conoce el profundo mundo cruel, colocarlo en las manos de la nueva generación No es factible, ni es verdad amorosa, es el dolor causado con tu SILENCIO. cambiar el sentido del amor, expresado en acciones, una contribucción humanizada, sentida y sana, y se constituye en r la medicina del perdón, en otras palabras; es más gratificante el servicio a la humanidad, entregar, multiplicar vida,acciones bondadosas y extraordinarias, Las palabras se las lleva el viento, dejando aún más la profundidad de contenidos exagerados, misteriosos, verdades del ayer, el hoy solo es historias sin la comprensión del silencio. tiene más pecado el silencio que los hechos. Nada es más importante para Dios, como la vida y el amor, invitamos a ser unos auténticos maestros de bién.