CRÓNICAS DE VIAJE: TURQUIA (TERCERA Y ÚLTIMA PARTE)

Nuestra van con capacidad para 15 personas acaba de abandonar el hotel “Barceló Istanbul Taksim” y se desplaza ahora por uno de los puentes que conectan Europa y Asia sobre el estrecho del Bósforo. Muy pronto estaremos surcando las principales carreteras del país turco y de paso conociendo sus ruinas históricas, sus ciudades modernas, su geografía tan singular y muchos de los vericuetos que hacen de Turquía uno de los destinos turísticos más visitados del mundo. Los 15 asientos disponibles han sido ocupados por siete aventureros colombianos y por el guía que nos asignó la compañía de turismo con la cual contratamos el servicio. Su nombre es Orhan, un muchacho joven que ejerce su trabajo con profesionalismo y es muy respetuoso en sus relaciones interpersonales. No abundan mucho los guías que hablan español, pues la mayoría lo hacen en turco, inglés, alemán y francés. Orhan nos dijo que aprendió español en Estambul y luego se fue tres meses a Guatemala a perfeccionar el aprendizaje. Habla un español relativamente bueno, pero se descarrila cuando el interlocutor lo saca de la rigidez del libreto y queda mirando estrellitas cuando le atraviesan en la conversación un adagio o alguna expresión coloquial de difícil traducción. Con Mary de Torres muy pronto comenzó a experimentar ese descarrilamiento, cuando nos indicó que el almuerzo de ese día lo tomaríamos en un modesto restaurante de carretera y Mary de Torres le dijo: “Tranquilo Orhan, que cuando no hay perro se montea con gato”. Orhan espepitó los ojos, miró para el techo del autobús y guardó silencio con resignación.

El destino del primer día de viaje por carretera era la ciudad de ANKARA, la capital de Turquía. Desde el inicio del recorrido me propuse disfrutar cada minuto de la travesía y extraer de esa experiencia la mayor utilidad práctica y espiritual posible. Y sobre todo, agradecer a Dios por esa bendición. Lo primero que hice fue poner la mente en contexto para entender con mayor claridad lo que encontraríamos en el viaje. Turquía es un país predominantemente montañoso con una elevada meseta central y varios sistemas montañosos en su perímetro, como la cordillera del Tauro a orillas del Mediterráneo y los montes del Ponto, que se elevan a orillas del mar Negro. Turquía tiene una extensión territorial de 780.000 km2 (equivalente al 70% de la extensión de Colombia) y tiene una población de 80 millones de personas. Desde 1453, cuando Constantinopla fue tomada por los otomanos, el país se fue transformando paulatinamente al islamismo. Aunque Turquía es un estado laico, por directriz de su fundador y padre de la patria, Mustafá Kemal Ataturk, la proliferación de mezquitas es impresionante. Se calcula que hay 80 mil mezquitas en todo el país, por supuesto, de diversos tamaños y grados de importancia. Hemos observado en la carretera muchas mezquitas pequeñas con un solo minarete, que es el símbolo que las identifica. El MINARETE es la torre esbelta y puntiaguda, semejante a una jeringa, desde donde se hace la convocatoria a la oración cinco veces al día por parte del almuédano. Así se llama la persona encargada de hacer este recordatorio a los feligreses. La mayoría de las mezquitas tienen 4 minaretes. Si hacemos una sencilla inferencia, podemos deducir que si en todo el país hay 80 mil mezquitas y el país tiene 80 millones de habitantes, quiere decir que hay una mezquita para cada 1000 habitantes, aproximadamente. Y si sumamos los minaretes de las 80 mil mezquitas, la imagen resultante será un cielo recibiendo más de 300 mil dosis de inyecciones de fe musulmana.

El territorio de Turquía se asienta en el extremo suroriental de la península de los Balcanes (Europa 3%) y en la península de Anatolia (Asia 97%). En la articulación donde se besan los dos continentes, es decir, en la confluencia del mar de Mármara y el estrecho del Bósforo, se levanta majestuosa la ciudad de Estambul. La ciudad que hoy hemos dejado atrás y a la que tornaremos en una semana.

Además de esta fotografía escrita de la geografía turca, hemos de hacer la siguiente consideración importante. Los territorios que hoy conocemos con su actual identidad, no siempre han sido lo que son. Como ya antes lo anotamos, las guerras suelen reconfigurar la geografía del mundo. Y el caso de Turquía es un ejemplo vivo de esa premisa universal. Sin embargo, los lugares permanecen inamovibles. Ese pequeño detalle hace de Turquía un verdadero museo al aire libre de proporciones gigantescas. En su territorio veremos ruinas que pertenecieron a imperios extintos y que hoy sirven para que el mundo entero las examine y las contemple. Mientras pasamos por las montañas de Bolu, Orhan nos comparte la razón del nombre del Mar Negro, el cual se origina porque casi siempre tiene el cielo oscuro y encapotado, convirtiendo su litoral en la zona más lluviosa del país. A propósito de su nombre, le recuerdo a Orhan que es tocayo del escritor Orhan Pamuk, el más conocido novelista turco. Orhan Pamuk nació en Estambul en 1952 y fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2006. Supe de él por una recomendación que hizo la periodista Salud Hernández-Mora en una de sus columnas de opinión y un par de años antes del viaje leí su novela titulada NIEVE (Snow), la cual se publicó en 2002 y luego fue considerada por el NY-Times como una de las 10 mejores novelas del mundo en 2004. En esa novela, Orhan Pamuk explora los conflictos entre islamismo y occidentalismo en la Turquía moderna y la trama de la misma se desarrolla en la ciudad de Kars, localizada al oriente del país, cerca de la frontera con Armenia.

Después de algunas horas de observación y meditación en la comodidad del asiento del autobús, arribamos a ANKARA, la capital de Turquía. Dimos una vuelta de reconocimiento, escuchamos de Orhan interesantes explicaciones históricas y también sus apreciaciones sobre la actual situación del país. De sus editoriales verbales pudimos colegir que no es muy partidario del actual presidente Recep Tayyip ERDOGAN. Pero su parecer político es contrario al pensamiento de Ibrahim, el conductor de la van, quien no habla español, pero con su lenguaje corporal manifestaba una clara admiración por su presidente. Luego del recorrido por la ciudad, visitamos el mausoleo erigido en honor del fundador y padre de la patria, MUSTAFA KEMAL ATATURK. Se trata de un complejo de edificios absolutamente grandioso el cual, a manera de museo viviente, se encarga de testimoniar el sempiterno agradecimiento de un pueblo a su líder inolvidable.

Luego de finalizada la visita al mausoleo de ATATURK, llegamos al hotel “Anadolu Downtown”. Nos instalamos, cenamos y mientras las damas mayores se dedicaron a jugar barajas, Ivonne y yo nos fuimos a caminar por el vecindario del hotel.

Al amanecer del día #6 de nuestro periplo, Ibrahim, el conductor del autobús, estaba impecable con su traje de corbata esperando por nosotros en la puerta del hotel para ayudarnos a cargar las maletas. A su lado estaba Orhan, con su amabilidad acostumbrada y muy pronto estábamos en la carretera disfrutando los paisajes del camino de esa jornada, cuyo destino final era un hotel de la ciudad de AKSARAY, localizada en la región de Capadocia. El recorrido que estaba cubriendo el autobús corresponde casi al centro geográfico del país y el paisaje agrícola que se mostraba a nuestros ojos era el sembrado de extensos cultivos. La agricultura, la ganadería, la minería y el turismo son los renglones más importantes de la economía del país. Yo iba poniendo especial atención al regadío de los cultivos, y observaba que el sistema predominante era el uso de mangueras y microaspersores, lo cual acrecentaba mi confianza de instalar en POTRERILLO un modelo semejante.

La próxima parada que hicimos fue en el Lago Salado. Este es el segundo lago más extenso de Turquía, después del lago Van, ubicado al oriente del país. Se trata de una depresión de terreno rodeado de montañas que se cubre de agua en una superficie de 165 mil hectáreas en primavera, cuando el agua es más abundante. Sin embargo, su profundidad es escasa y apenas alcanza 0.5 metros en muchos puntos de su superficie. Y en los meses de intenso calor y fuerte evaporación, el lago Salado se deseca y prácticamente queda sin agua, dejando al descubierto una capa de sal de un espesor de 30 cms, lo cual le aporta al agua una excesiva salinidad, lo que hace que la vegetación acuática no exista. Pero en invierno las aves buscan refugio en sus aguas, lo cual lo convierte en una de las principales reservas ornitológicas de Turquía. Allí es frecuente observar flamencos, garzas, grullas, gansos y una rica variedad de ánades (especie de pato silvestre). Casi podríamos decir que el lago Salado es una sucursal de Manaure en territorio turco. Pero ahora viene la diferencia. Alrededor de este lago se ha creado un interesante entramado turístico, donde venden multitud de derivados de la sal para utilizarlos como productos de belleza y salud, artesanías, restaurantes, playas de sal, estaderos abiertos y otros. Y hasta se atrevieron a desafiar la creencia de que la sal tiene afinidad con la mala suerte y fabricaron un inmenso pórtico del amor adornado con un corazón, donde las parejas se toman fotos para que el lago Salado los bendiga con larga vida amorosa.

Luego la agenda de turismo nos llevó a la visita de una posada medieval del siglo XIII. En aquellos tiempos, tal como ahora sigue ocurriendo, había salteadores de camino que se dedicaban a atracar las caravanas que transportaban las mercaderías de la época. Había rutas comerciales (por ej, la Ruta de la Seda) por donde se desplazaban las caravanas y los salteadores las atacaban. Entonces comenzó a surgir la tendencia de construir edificios para albergar a las caravanas y a otros viajeros. Estos edificios solían construirse fuera de las murallas de la ciudad o del pueblo y se conocen con el nombre de CARAVASAR. La distancia usual entre ellos es de 30 kms aproximadamente, habida cuenta que esa distancia es la estimada para la jornada de un camello. Los caravasares brindaban seguridad a las caravanas y en su interior amurallado bebían, comían y descansaban los animales y los humanos que integraban la caravana. Hoy en día, muchos caravasares se han adaptado y se usan como tiendas, hostales y restaurantes.

Al final del día llegamos al hotel y pernoctamos en Aksaray, una ciudad mediana que es epicentro de una región agrícola y en la antigüedad tuvo importancia como cruce de rutas comerciales.

El día #7 estuvo dedicado a visitar la región de Capadocia, un territorio de extrañas formaciones geológicas, iglesias rupestres y ciudades subterráneas. Allí visitamos el valle de Goreme y otros lugares donde hay hermosas y singulares formaciones rocosas que le dan una particular impronta a este sitio. Hace aproximadamente 10 millones de años los montes Erciyes, Hasan, Gollu y otros entraron en erupción en multitud de ocasiones expulsando toneladas de lava y cenizas volcánicas que hicieron elevar la meseta central de Anatolia unos 200 metros por encima del nivel anterior. Este material volcánico formado por cenizas, areniscas, arcilla, basalto, rocas ígneas y otros minerales fue moldeándose por la acción de ríos, lagos, inundaciones, vientos y precipitaciones, dando origen a este paisaje único y exclusivo de la región de Capadocia, cuyo significado en lengua persa antigua es “País de hermosos caballos”. A partir del siglo III de la era cristiana, Capadocia llego a ser un centro religioso de primera magnitud y prueba de ello es que en la región se han contabilizado más de 300 iglesias rupestres subterráneas. Por eso se dice que el subsuelo de la región esta “profusamente horadado”. En horas de la tarde visitamos talleres de alfombras, talleres de cerámica, piedras ónix y turquesas, y también visitamos fábricas y tiendas de finísimas chaquetas de cuero de cabra, donde nos pusieron a observar un desfile privado y terminamos con una cátedra de baile caribe donde los danzarines estelares fueron Rodolfo Acuña la cienaguera Bertica Henríquez y la patillalera Mary de Torres. Rosarito sucumbió a la oferta de los vendedores culebreros y se compró una chaqueta de cuero jarochísima para lucirla en las noches gélidas de su cabaña campestre de Pueblo Bello. El regreso al hotel se produjo al caer la tarde y el intenso ajetreo de la jornada le hizo añorar a Mary de Torres el vick vaporub. Fue entonces cuando le dijo a Rosarito que todavía no había podido encontrar una explicación al extravío de su frasco. Al mismo tiempo que Mary de Torres hacia su elucubración, Iris e Ivonne cruzaron entre ellas una perversa mirada acompañada de una sonrisa de complicidad.

El dia #8 Ivonne y yo fuimos recogidos a las 5 de la mañana para hacer un espectacular viaje en globo. Se trata de una experiencia intensa, pues volar en una canasta donde hay 18 personas de pie para quedar un poco a merced del viento y no tener un punto exacto de aterrizaje, genera una emoción especial. Ese programa hizo postergar para las 10 de la mañana el viaje para la ciudad de KONYA, una ciudad que primero se llamó Iconium (ciudad de los íconos) y que durante los siglos VII, VIII y IX fue la capital del imperio de los turcos selyúcidas y su período más próspero y brillante lo vivió en los siglos XII y XIII, cuando fue la capital del sultanato selyúcidas de Anatolia. Aunque la ciudad tiene un amplio portafolio de monumentos, el que más visitantes atrae es el Tekke de Mevlana, a su vez, símbolo de la ciudad. Mevlana Celaleddin Rumi (1207-1273) fue un eximio pensador, místico, poeta y filósofo nacido en Afganistán y afincado en Anatolia. En occidente se le conoce como Rumi. “El amor es el núcleo vital del alma. Y de todo lo que ves, solo el amor es infinito”.

Continuamos el viaje hacia PAMUKKALE, donde llegamos a la hora del crepúsculo. Allí nos instalamos en el hotel “Colossae Thermal” con el fin de restaurar nuestros cuerpos y prepararnos para la jornada del día #9, el cual iniciará con la visita a la ciudad de EFESO, “La Perla de Asia Menor”.

En la costa del mar Egeo se levantan las espectaculares ruinas de EFESO, una ciudad con un ojo mirando al oriente y el otro ojo mirando al occidente. No obstante, supo beneficiarse de lo mejor de ambas culturas. Sus orígenes se remontan al año 1050 a de C y se enraízan en la civilización jónica. Los griegos navegaron hasta esas costas llevando su lengua, su arte y sus dioses consigo. Alrededor del 334 a de C, Alejandro Magno marchó hacia Jonia y ofreció a las ciudades griegas un gobierno más o menos autónomo, bajo su protectorado. Así la zona pasó a formar parte del gran Imperio Macedónico. Alrededor del año 130 a de C y tras la muerte del Rey Atalo III, la región se convirtió en la provincia romana de Asia Menor, con capital en EFESO. La ciudad resistió todos los avatares históricos llegando a su máximo esplendor en la época helenística y romana.

EFESO se levanta entre las colinas del monte Pión y el Coressos, en la desembocadura del rio Caísto. La arteria principal es la hermosa “Calle del Mármol”, la cual divide a la ciudad y se inicia frente a la biblioteca de Celso. Este magnífico edificio debe su nombre al senador y gobernador de la provincia, Tulius Celsius y fue terminado por su hijo en el año 135 después de C, a quien legó en testamento 25 mil dracmas para la conservación del edificio y adquisición de nuevos volúmenes. Llegó a tener 12 mil, superando con este número los 7 mil volúmenes de la biblioteca del expresidente colombiano Julio César Turbay. Como curiosidad, el senador Celsius fue enterrado en ella. La magnífica fachada de mármol consta de dos pisos y daba acceso a la sala de la biblioteca donde aún se conservan los nichos para los armarios y estantes. Detrás está el ágora inferior, una plaza cuadrangular rodeada por un pórtico con tiendas, espacio que fungía como el Centro Comercial de la ciudad. Salimos a la calle principal, la cual comunicaba el puerto con la ciudad. Esta calle tiene unos 530 mts de largo y 11 de ancho y estaba porticada con arcos monumentales. Bajo el pavimento empedrado con losas de mármol corría el alcantarillado. Esta impactante monumentalidad era lo primero que veía el viajero cuando llegaba al puerto. Ahora nos paramos en la calle principal y miramos hacia atrás. Allí está el Gran Teatro de la ladera de la montaña, uno de los edificios más imponentes de la ciudad con capacidad para 25 mil espectadores. Alli se presentaban obras musicales, teatro, luchas de gladiadores y discusión de temas filosóficos y religiosos. Dicen que en este teatro San Pablo predicó a los efesios. Por el otro costado de la avenida principal nos encontramos con el Templo de Adriano, de estilo corintio, construido en el año 130. Siguiendo por la Avenida del Puerto nos toparemos también con “La casa del amor”, un prostíbulo para deleite de la población. En el suelo se puede ver un diseño de lo que se cree es el primer anuncio publicitario del mundo. Se observa la representación de un corazón, la huella de un pie y la imagen de una mujer. Y su lectura traduce: más adelante hay mujeres dispuestas al regocijo.

No debemos olvidar una de las 7 maravillas de la antigüedad: El Artemision, un templo apuntalado sobre 127 columnas de 18 mts de alto dedicado a ARTEMISA, diosa de la castidad, la caza, los animales salvajes, los bosques, los partos y la fertilidad. El Templo de ARTEMISA, denominada DIANA por los romanos, fue destruido por un incendio provocado por un campesino de la región llamado Eróstrato en el año 356 a C quien, al parecer, buscaba obtener fama a cualquier precio. Actualmente solo una columna sigue en pie. En el sur de la península de Anatolia, territorio de la actual Turquía, también se ubica otra de las siete maravillas de la antigüedad: El mausoleo de HALICARNASO, como era conocida esta ciudad en aquellos tiempos. Allí nació el historiador Herodoto y su fama se origina por la sepultura monumental que hizo construir el sátrapa Mausolo. De esa extravagancia se ha derivado el adjetivo “mausoleo” para referirse a las tumbas exuberantes. En la actualidad es una ciudad turística y se denomina BODRUM.

Después de empaparnos de cultura antigua, nos subimos al autobús y antes de la puesta del sol, llegamos a la hermosísima ciudad turística de KUSADASI, muy reconocida por ser un puerto internacional donde llegan y salen muchos cruceros que recorren los archipiélagos del mar Egeo, incluidas las famosas islas griegas. Nuestra llegada al Hotel LE BLEU acrecentó la sensación de sentirnos en vacaciones relajadas, pues sus generosas facilidades y amplias instalaciones, amén del hermoso paisaje circundante, nos pusieron a todos en “modo felicidad”. Tanto, que sirvió para que Ivonne les hiciera una broma a mis ronquidos en el momento de asomarme al balcón a contemplar el atardecer. Ella se dirigió al mar, y le habló en tono retador:

“Prepárate mar Egeo, que aquí llegó el tigre que esta noche silenciará tus rugidos”

El amanecer del día #10 mostraba una interesante agenda. Vamos a dar una vuelta por la ciudad de IZMIR, luego seguimos a PERGAMO, después conoceremos las ruinas de TROYA y pernoctaremos en CANAKKALE, una ciudad situada en la margen asiática del estrecho de los Dardanelos.  La ciudad de ESMIRNA (antes Izmir) es una ciudad portuaria y es la más grande de la región del Egeo. Tiene alrededor de 3 millones de habitantes y es la tercera más poblada de Turquía después de Estambul (13-millones) y Ankara (5-millones). Aquí nació Homero, autor de “La Ilíada” y “La Odisea”. Es una bella ciudad cargada de historia y Orhan nos hizo un recuento ilustrativo de su papel histórico, mientras surcábamos sus calles en el autobús. Ahora tomamos la carretera y el inquieto Ibrahim le pisa la cuchara a la buseta y solamente le permite un respiro cuando llegamos a PERGAMO, conocida actualmente con el nombre de Bergama. La ciudad antigua consta de tres partes bien diferenciadas: la Acrópolis, la Ciudad baja romana y el Asclepion. La célebre biblioteca de Pérgamo tenía 200.000 pergaminos y era la mayor del mundo antiguo. En la actual ciudad de Bergama se haya el Asclepion, un santuario dedicado a Esculapio, dios de la medicina y que consiste en un conjunto de edificios que cumplían una función curativa y adonde acudían los ciudadanos de Pérgamo, y también de otros lares, para sanar de alguna dolencia. El prestigioso medico romano GALENO nació en Pérgamo y ejerció su actividad en este santuario de Esculapio.

Almorzamos y salimos raudos con destino a la mítica ciudad de TROYA. Allí llegamos a eso de las 3 de la tarde y lo primero que vimos fue una plazoleta donde hay una reproducción del Caballo de Troya. Luego hicimos un recorrido por las ruinas y nos relataba Orhan que las excavaciones realizadas hasta una profundidad de 20 metros, han identificado nueve niveles principales de ocupación a lo largo de la historia, lo que indicaría que la ciudad fue destruida y vuelta a edificar en nueve ocasiones. Pero después de recorrer las ruinas y volver a ver la maqueta del caballo, uno se queda pensativo:

¿Existió el famoso caballo de Troya?

Cuenta Homero en su poema “La Ilíada” (escrita en el siglo VIII a C) que Helena, esposa de Menelao, Rey de Esparta y hermano de Agamenón de Micenas, prendó con su belleza al joven príncipe troyano Paris y este, loco de amor, la raptó y la llevó a su Troya natal para “desposarla”. Tamaña afrenta no podía quedar impune. Así, los espartanos al mando de su Rey, junto a otras ciudades griegas que se unieron y formaron una liga, se organizaron para atacar a Troya y recuperar a la bella Helena. La guerra, lejos de ser una escaramuza fácil y rápida, se alargó más de 10 años   La inexpugnable ciudad (recordemos que Troya se alzaba sobre la colina de Hissarlik, en la actual Turquía) era un enclave perfecto y un paso comercial muy importante, pues dominaba el estrecho de los Dardanelos. Ulises, Rey de Itaca, tuvo la gran idea de crear un enorme caballo de madera dentro del cual se introducirían unos cuantos guerreros escogidos entre los más valientes y aguerridos. El caballo debería ser abandonado en la playa para hacer creer a los troyanos que regresaban a sus tierras cansados del conflicto y después de ofrecer a los dioses un tributo (el caballo) para que les fuera propicio su vuelta al hogar. El gigantesco caballo de madera pronto llamó la atención de los troyanos que alegres por la marcha de sus enemigos y confiados, no dudaron en introducir el armatoste tras las murallas dentro de la ciudad. ¡Ahhh…! Pero no todos estaban tan confiados. Laocoonte, sacerdote de Apolo, advirtió del engaño y de las consecuencias que podía tener el regalo envenenado. Pero aun así, se burlaron de él y el caballo fue introducido en la ciudad entre alborozos y cánticos de loas a los dioses. Llegó la noche y todos los troyanos descansaban de los festejos y, aprovechando la oscuridad y la laxitud de la situación, los griegos salieron de su escondrijo y abrieron las puertas de la ciudad para dejar entrar al ejército, que apostado y escondido, esperaba para entrar.

Este fantasioso relato no ha podido ser comprobado por la historia. Todo apunta a que es producto de la febril imaginación de Homero, al igual que varios siglos después ocurriera con la masacre de las bananeras, sangriento relato incluido por Gabriel García Márquez en su novela “Cien Años de Soledad” y que mucha gente ha incrustado en las páginas de la historia como un hecho real.

Ahora estamos comenzando el día #11 de nuestro viaje y el desayuno en la ciudad de CANAKKALE marcará el banderazo del último día de la vuelta a Turquía, pues la jornada de la fecha terminará en el conocido hotel “Barceló Istanbul Taksim”. Seguimos escuchando las píldoras históricas de Orhan a lo largo de las carreteras de Turquía y observando el paisaje desde las ventanas del autobús conducido por Ibrahim. Ahora estamos llegando a la ciudad de BURSA, nuestro último destino antes de volver a Estambul. Bursa está localizada al sur del mar de Mármara. La ciudad llegó a ser nombrada capital del Imperio Otomano en 1335, y en tal condición se convirtió en sede de importantes edificaciones históricas.

Los días #12 y #13 los ocupamos en pasear de manera relajada por algunos lugares que no alcanzamos a cubrir en los cuatro primeros días de turismo en Estambul. La mayor parte del tiempo nuestras damas mayores lo invirtieron en el juego de barajas en la terraza cubierta del hotel y en la compra de recuerdos de viaje en el vecindario. Ivonne y yo exploramos caminando otros rincones interesantes, tales como el Palacio de Dolmabahce, el Estadio de Futbol Besiktas, casa del famoso club Galatasaray, la Universidad MIMAR SINAM y su renombrada Escuela de Finas Artes, dimos un paseo en la línea del metro que bordea el costado europeo de Estambul y nos dimos “un lujito” (como dice Jorge Brieva) al tomamos un té en el famoso PERA PALACE HOTEL, inaugurado en 1892. Ese hotel tiene renombre porque allí se conserva impecable el ascensor original que se instaló en la inauguración y también por ser el lugar escogido por la célebre novelista Agatha Christie para escribir muchas de sus obras.

A las 2:05 PM del día #14 de nuestro periplo, tomamos el vuelo TURKISH Airlines TK 077 que aterrizó en Miami a las 7:25 PM del Jueves 12 de mayo de 2022. La aventura había terminado. Pero doña Iris Acuña tenía una deuda pendiente por saldar y al llegar a nuestra casa abrió su maleta y le hizo entrega, a Rosarito y a Mary de Torres, de los dos frascos de vick vaporub que les había secuestrado en Estambul.

Orlando Cuello Gámez

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