¿CUIDADOS INTENSIVOS?

“Pánico en la salud”, tituló la revista Semana su edición del 25 de septiembre de 2022, al referirse al ambiente de temor e incertidumbre generado con evidente premeditación, por la Ministra Carolina Corcho, con el anuncio de la misteriosa reforma al sector, cuyo propósito principal sería la eliminación de las EPS. La revista destacó el pánico que se ha apoderado de los gremios, médicos y expertos, por los graves efectos que puede provocar en el sistema de salud colombiano.

Pero no es sólo la Ministra Corcho, calificada por la revista como “antisistema”; el propio Gustavo Petro, acostumbrado a proponer absurdos o a auspiciarlos de su gabinete, como cuando defendió la propuesta de su Ministra de Minas, de exigir a los países de mundo “decrecer” sus economías; ha salido en varias oportunidades a atacar el actual sistema de salud.

Recientemente, sin evidencia, Petro calificó nuestro sistema de salud como uno de los peores del mundo y, concretamente, la acción institucional frente al COVID como una de las más deficientes. Contrario a lo afirmado por Petro, estudios internacionales, entre los que se cuenta el de la Organización Mundial de la Salud, destacan nuestro sistema como uno de los mejores a nivel global.

En el ranking de atención de Ceoworld (2021), que mide infraestructura, profesionales, costo, disponibilidad medicamentos y preparación del gobierno para atender crisis, Colombia ocupó el puesto 35 de 89 países medidos, de una lista liderada por Corea del Sur y cerrada por Venezuela con el peor sistema de salud.

Por otro lado, en el informe de la OMS (2021), el Sistema de Colombia ocupó el puesto 22 entre 191 países, por encima de Alemania (25), Suecia (23), Canadá (30) y Estados Unidos (37).

Mientras que, según el Índice de Salud de The Economist (11 de octubre de 2022), que mide 37 indicadores, Colombia ocupó el puesto 6, con 86,9 puntos en 13 indicadores, que lo hacen uno de los más inclusivos del mundo, junto con Tailandia, Canadá, Corea del Sur, Reino Unido, Francia, Australia, China y Filipinas.

El temor que ha cundido en el sector salud, llevó a que, como partido de oposición, citáramos a debate de control político a la Ministra Corcho y al actual Superintendente de Salud.

En el debate que se realizó en la sesión plenaria del 29 de noviembre, tras las magistrales presentaciones de los Senadores Paloma Valencia y Ciro Ramírez, y las intervenciones de la Ministra y el Superintendente, llamé la atención sobre las bondades y los logros de nuestro actual sistema, y sobre la necesidad de adoptar medidas para mejorarlo, no para destruirlo.

Algunos de los datos y reflexiones que compartí en plenaria fueron:

  • Uno de los logros latentes de nuestro sistema de salud es la universalización de cobertura, que pasó de 23% en 1993 a más del 99% hoy, gracias a un sistema mixto y solidario que permite que 24.3 millones de colombianos estén en el régimen contributivo y 24.7 millones en el subsidiado.
  • Nuestro sistema es reconocido internacionalmente en lo que respecta a calidad, acceso y bajo costo; con 26 IPS entre las mejores de América Latina, y 5 hospitales en el top 10 de la región.
  • Desde el año 2000, el índice de mortalidad materna ha disminuido un 50%, y la esperanza de vida aumentó 5 años en la última década.
  • Colombia es el tercer país con menos muertes por cáncer, lo que evidencia la calidad del sistema.
  • A pesar de que el Gobierno Petro se ha enfocado o ensañado en contra de las EPS, destaqué que la Superintendencia de Salud ha identificado más de 70 malas prácticas dentro del sistema por parte de diferentes actores, desde pacientes fantasmas, hasta carteles de enfermos y cobro de servicios no prestados; lo que hace necesario el fortalecimiento de los mecanismos de vigilancia y control.
  • Las EPS, contrario a la afirmación de la Ministra, no son intermediarias, sino aseguradoras; lo que explica que les exijan reservas técnicas, indicadores de solvencia y asumir con su patrimonio las pérdidas en que incurran; además, muchas veces sus deudas son provocadas por falta de pago por parte del Estado.

Frente a las temerarias afirmaciones del actual Superintendente de Salud, sobre la supuesta falta de diálogo con la ciudadanía, le recordé que el Gobierno anterior realizó 85 diálogos con usuarios, en contraste con los 8 del Gobierno Santos entre 2014- 2018; al tiempo que se hizo una reingeniería a la Superintendencia que la dotó de una mayor eficiencia, abriendo sedes nuevas, pasando de 63 agentes que atendían a los usuarios a más de 200, y de atender 50% de llamadas a casi la totalidad, lo que explica que se pasara de responder 3,3 millones de quejas en el Gobierno Santos, a 7,2 millones en el Gobierno Duque; además, la Superintendencia en el último cuatrienio coadyuvó a recuperar $3,3 billones que se le adeudaba a las IPS, liquidó 14 EPS y dejó una nueva Ley, la 1949, con multas más severas, aumento del catálogo de sanciones e inhabilidad hasta por 15 años.

Finalmente, una de las grandes dificultades con el Gobierno Petro, es que ellos no parten del problema y la búsqueda soluciones consensuadas; sino que quieren imponer su visión y su “solución”, así sea equivocada; no quieren construir sobre lo existente, sino destruir y empezar de cero; su estrategia incluso es, generar la crisis para justificar el cambio; así se ponga en riesgo la vida de millones de colombianos, como está sucediendo con la salud.

Paola Holguín

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