DE LO SUPERFICIAL A LO PROFUNDO

Hebreos 6:1 Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios.

Este versículo es un llamado a ir más allá de los conceptos básicos de la fe para avanzar en la comprensión de la voluntad de Dios y en la práctica efectiva de la vida cristiana. Es una invitación a crecer, a profundizar en el conocimiento de Dios y a no conformarnos con lo superficial, sino a desarrollarnos continuamente en Él.

En este sentido, el pasaje nos habla de avanzar hacia la madurez. Sin embargo, este término ha sido frecuentemente malinterpretado o utilizado para juzgar a otros desde la perspectiva y parámetros humanos.

Con frecuencia, se mide la madurez espiritual por acciones externas o por el cumplimiento de expectativas ajenas, lo que puede llevar a la manipulación y a desviarse del propósito real de Dios para nuestras vidas. Incluso hoy en día se dictan cursos de “madurez espiritual” que, aunque bien intencionadas, pueden quedarse en la mera teoría sino se traduce en una vida de obediencia a Dios, pues la fe sin obras es letra muerta.

La verdadera madurez espiritual se evidencia cuando reflejamos a Cristo en lo que pensamos, decimos y actuamos. Lo demás es hipocresía espiritual, porque en el afán de quedar bien con los demás, terminamos desagradando a Dios.

En este sentido, para alcanzar esa madurez se requiere una reconfiguración de nuestras prioridades. Que nos lleva a dejar de complacernos a nosotros mimos o a otros, para comenzar a agradar y obedecer a Dios. Solo al caminar bajo la instrucción Espíritu Santo de Dios, podemos desarrollar una vida con un propósito como lo dice en Gálatas 5:16 Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos.

Sin duda alguna, Dios es experto en hacer crecer todas las cosas, a través de su gracia. Sin embargo, nosotros tenemos una responsabilidad en ese proceso como lo dice en 1 Pedro 1:5 Por eso, mi consejo es que pongan todo su empeño en: Afirmar su confianza en Dios, esforzarse por hacer el bien, procurar conocer mejor a Dios. Porque la esencia de la madurez espiritual es ser efectivos y fructíferos en el conocimiento de Dios.

Entonces cuando avanzamos en el crecimiento y madurez espiritual, eso es notorio. Por aprendemos a;

  • Hacer lo correcto, aunque nadie nos vea Proverbios 10:9
  • Elegir la paz en vez de tener la razón. Gálatas 5:22-23
  • Confiar mas en Dios que en nosotros mismos. Proverbios 3:5-6
  • Prestar atención a las necesidades de los demás. Filipenses 2:3
  • Amar como Dios nos ama. Juan 4:7-8
  • Elegir no ofendernos y perdonar. Colosenses 3:13

En síntesis, avanzar hacia la madurez espiritual no se trata de saber más, sino de parecernos más a Cristo. Permitiendo que el Espíritu Santo transforme nuestro carácter, prioridades y manera de vivir, hasta que cada aspecto de nuestra vida refleje la perfección de Dios.

Vicky Pinedo 

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