DIVIDE Y REINARAS

Una avanzada de los medios de comunicación más relevantes en Colombia (revista semana, el tiempo etc.) con respecto a la Guajira es lo que se ha venido desarrollando en las últimas semanas, resulta que de un momento a otro volvió el departamento a ser el centro de atención de todo, igual que lo ocurrido en 2017 cuando intervinieron los sectores de educación, salud y agua.

En esa época lograron establecer una nube negra que enlodaba a todos los Guajiros, nos hicieron ver ante el país como lo peor para crear un ambiente de zozobra y que la opinión pública pensara como mejor opción aceptar la dirección de un salvador que en ese caso sería el gobierno nacional dirigido por el entonces presidente Juan Manuel Santos, hoy cinco años después nos preguntamos ¿De qué o para que sirvió todo ese circo? ¿Hay mejores hospitales? ¿Hay mejores internados? ¿Mejoro el problema del agua?

Con todo esto no estoy exonerando al pueblo Guajiro de haber cometido errores, pero de lo que si estoy completamente seguro es que no es el único lugar en el territorio nacional donde se desarrollan hechos relacionados con el delito de corrupción, lo que aquí realmente despierta inquietud es porque la concentración se basa en este departamento, de la guajira se pueden decir muchas cosas agradables, de su gente por ejemplo que es sumamente hospitalaria, se puede hablar también de los hermosos paisajes exóticos, de los ríos de su provincia, del cabo de la vela, de las dunas de punta gallina o taroa, de su diversidad étnica, cultural y gastronómica, también se puede hablar de la enorme voluntad de un pueblo que muy a pesar de haber sufrido el abandono del estado por muchas décadas ha logrado subsistir en medio de tantas vicisitudes.

Yo no sé ustedes, pero yo en particular no acostumbro a tragar entero, este tema lo estuve conversando con un amigo hace un par de días atrás, él en ese espacio de tiempo me decía que ese ataque repentino traía malas intenciones con respecto al departamento, y es que a mí parecer a la Guajira jamás la han visto en serio como a un departamento al que hay que invertir infraestructura como muestra de acciones objetivas y sinceras, sino como una excusa para lavarse las manos desarrollando protagonismos, un ejemplo claro fue la supuesta política social del gobierno Duque con el proyecto Guajira Azul, y así como este muchos más, desde Bogotá siempre han jugado con el departamento, lo utilizan y luego cuando ya no les sirve lo apartan, aquí no se vienen anunciar obras de gran envergadura, aquí llegan siempre a satanizarnos, a señalarnos y luego después de eso se van, así mismo lo hizo hace unas semanas atrás el presidente Petro en su visita al municipio de Uribía.

Días atrás varias empresas de energía eólica han estado anunciando la inversión de millones de dólares en los proyectos de construcción de los parques eólicos, obviamente parte de ese dinero va a ir a las arcas del departamento y de los municipios en zona de influencia ¿Será que es el manejo de este recurso lo que buscan aquellos que están atacando al departamento por los medios de comunicación?

Este ataque repentino es fácil de analizar porque concuerda precisamente con una gobernación acéfala que dejó el exgobernador Nemesio Roys, a mí en particular esos personajes no me engañan con sus sofismas de medio pelo, si en el 2017, 2018, 2019 y 2020 se hubiera observado una mejoría en los sectores intervenidos sería el primero en defenderlos, pero no fue así, al contrario, hoy día podemos ver miles de niños dando clases en unas enramadas de yotojoro o debajo de árboles de trupillo, así que desde aquí les envió un mensaje a esa persona a quienes considero enemigos del desarrollo social de la Guajira que no tienen ni el más mínimo entendimiento del mal que le están haciendo al departamento, también sirva este espacio para exhortar a algunos coterráneos también para que de una vez por todas abandonen esa costumbre que adopta el canibalismo político, eso de estarnos atacando los unos a los otros conlleva tal vez beneficios particulares a corto plazo, pero que a su vez a mediano o largo plazo tienen sus consecuencias y costos políticos, porque a quién hace el daño se le olvida más no al de la ofensa recibida.

Aquí no debemos caer en el mismo juego de 2017 en dónde apartaron al gobernador González con argumentos jurídicos ridículos que obviamente hoy día han sido contradecidos hasta por la misma corte constitucional en la sentencia T-245 de 2022 en la cual le da la razón a 32 comunidades indígenas del pueblo embera quienes reclamaron inclusión en los procesos electorales por no contar con recursos propios para alimentos y transporte indispensables para su movilidad pues las condiciones ambientales, geográficas y económicas le imposibilitaban a ellos asistir al debate electoral del plebiscito del 2016 hechos precios a las elecciones atípicas de noviembre del mismo año. O como el caso del exgobernador Deluque que después de 20 años y por obras que se hicieron se le señala.

La invitación que hago a mis paisanos con este artículo es a qué está vez no nos traguemos el sapo del engaño que seguramente andan buscando con un encargo en la gobernación del departamento, debemos tener claro que las intenciones soterradas son otras y que van por un manejo mal intencionado de la cosa política y pública de la Guajira, así que nuestra misión es estar atentos a todo lo concerniente a esto, amanecerá y veremos.

Luís Antonio Gómez Peñalver 

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