¡Dueles Colombia!

Comienzo con esta frase “ Dueles Colombia” cuando ya la Gloria no es inmarcesible, el júbilo no es inmortal se marcan mas los surcos de dolores en los Colombianos y ya no se sabe dónde Germina el bien, triste se siente una gran parte del pueblo que contrasta con la soberbia y odio de la otra parte del mismo.

Los hechos perpetuados en los últimos días  cuando el abogado  Javier Ordóñez en la ciudad de Bogota  se dirigía a comprar al parecer licor para consumo en su vivienda y departir con amigos y familiares, fue abordado por agentes de policía quienes después de una acalorada discusión y sin medir la fuerza atacaron al ciudadano violando todos los protocolos que se deben adoptar según el conducto regular causándole múltiples heridas, actos de tortura y después de conducirlo al CAÍ de la localidad lo siguieron golpeando causándole múltiples contusiones en la cabeza que posteriormente le causaron la muerte, este hecho desató la ira de habitantes del la localidad quienes de inmediato luego de enterarse del fatídico desenlace atacaron con piedras, palos, finalizando con quemar literalmente el lugar.

A raíz de esto y como un efecto dominó se fueron presentando ataques sistemáticos a más de 70 CAIS en la ciudad de Bogota, múltiples actos de protestas empañadas con los siempre presentes actos vandálicos que cabe aclarar siempre qué hay una protesta de cualquier índole se presentan de menor o igual intensidad que la presentada el 9 de septiembre, lo más lamentable de toda esta situación es que no solamente el abogado Javier Ordóñez fue la víctima, esta vez otras 7 personas más en su mayoría menores de 30 años perdieron la vida por balas perdidas, SI! balas perdidas! Y  que todo apunta por videos que circulan en redes sociales  fueron accionadas por miembros de la policía nacional y extraños hombres vestidos con chaquetas negras quien a palo y a bala intentaron dirimir las protestas.

Delicado es que se violen todos los protocolos del accionar de la policía en estos casos como también la violacion directa a los Derechos humanos,  voces de odio, olas de violencia y redes sociales incendiadas son el pan de cada día, figuras políticas que aunque  privadas de la libertad tienen acceso libre a celulares y redes sociales invitan a aumentar la reprensión y el pie de fuerza echándole más leña al fuego en momentos de efervescencia y calor, como otros que por sus trinos alienta a la destitución de los bienes del estado que en la práctica cuando se debe reparar el bien sale del bolsillo del ciudadano de a pie, ese mismo que sufre cada día por el flagelo y el desgobierno que existe en este momento en el país.

El hoy fuertemente cuestionado Presidente Duque quien tiene “ la casa de todos” “la casa de Nariño” como un reconocido periodista lo catalogó  la “casa estudió” porque de allí solo preocupa estar a las 6 en punto de la tarde trasmitiendo auto elogios a las gestiones y acciones llevadas a cabo por el equipo de gobierno quien esta en la obligación léase bien obligación de hacer las cosas porque la constitución se los ordena pero que al parecer nosotros como ciudadanos debemos ir agradeciendo todo el tiempo como si fuera un favor, Duque sale en defensa de lo indefendible, se nota como siempre des ubicado esperando a ver qué pasa, como si no tuviera voluntad propia, como si de verdad fuera un títere de alguien que es mejor no nombrar.

Se entiende que la violencia genera más violencia, Pero los CAIS no tienen padres no tienen hijos, no tienen esposos y esposas, no tienen dolientes más que el bolsillo de los Colombianos por igual y ese si que viene golpeado desde antes de la pandemia y  seguirá golpeado por al parecer  mucho tiempo más, hoy familias enteras lloran la ausencia de su familiar, hoy familias están en desconcierto total de quien se supone son los garantes de la seguridad de la ciudadanía pero que hoy son temibles y repudiados por miles de ciudadanos polarizados a quien no solo los matan las balas si no él hambre, la pobreza y hasta el fanatismo político.

Así como van las cosas se oscurece mucho más el panorama en nuestra amada patria, patria que duele y llora por todo lo que está pasando,  el odio entre los mismos habitantes del  “país más feliz del mundo” del país solidario, luchador, flagelado por tantos años de guerra y desangrado por nosotros mismos  y todos los actores de una guerra sin fin, y que a algunos parece gustarles y ser como vampiros alimentándose en su grandes tierras de la sangre del líder social, del ciudadano de a pie, del indígena, del representante de los derechos humanos, de todos los que un día dijeron !BASTA YA!

No es más si no encomendarse a Dios, y pedir que los que hoy incendian el país sean los mismos que apaguen las llamas, y esos mismos que hoy luchan por un mejor país  vivan para contarlo…

 

Dominik

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