EL CAPITÁN HERRERA

“Antes cuando podías volar,

hacías lo que te provocaba,

ahora no puedes hacer nada,

porque las alas no te dan”

 

(Armando Zabaleta)

Aunque ya no puede volar como lo hacía en su lejana juventud, a don LUIS HERRERA MORA nadie le quita lo bailado. Llegó volando a San Juan del Cesar y, cual gavilán rastrero, se llevó en sus garras una de las palomas más apetecidas de la comarca. Los forasteros que llegaban a enamorar sanjuaneras, usualmente venían en cabalgaduras, en bus o en carros particulares. Pero el Capitán HERRERA marcó una diferencia notable, pues él llegó volando en su propia avioneta a conquistar a la hermosa Galita Ariza Brugés. Le echó el ojo, después le disparó varias promesas de amor y así logro hipotecarle el corazón. Cuando la tuvo “lista”, se la llevó para el Valle del Cauca.

Luis y Galita sellaron su amor recibiendo la bendición nupcial el 20 de diciembre de 1958. Todavía hoy, 64 años después de jurarse amor eterno, comparten el café mañanero en su casa de Cali, ahora rodeados de sus hijos, nueras y nietos. Dios los siga guardando con salud y bienestar por muchos años más.

Don LUIS HERRERA MORA nació en Charalá, Santander, el 25 de abril de 1933. Eso significa que en los próximos días se convertirá en un abuelo nonagenario y en el miembro más longevo del ARIZATO, una agremiación de carácter familiar a la cual pertenece por afinidad y por voluntad propia. ARIZATO es una simpática denominación que se inventó su concuñado Abraham Romero Daza para referirse a toda la descendencia de los hermanos ARIZA VEGA (Nelson Guillermo, Altagracia, Moisés Enrique, Manuel German, Delfina del Socorro y Rosa Francisca).

La existencia de don LUIS HERRERA MORA corresponde al ciclo vital de un hombre exitoso y emprendedor que al final de su camino le exhibe al mundo un hogar ejemplar con una cosecha de cuatro hijos que “salieron buenos” (Luis Nelson, Jorge Luis, Eduardo & Roberto). Y cuando los hijos “salen buenos”, generalmente los padres tienen derecho a colgarse una medalla de buena conducta en el corazón. Luis & Galita tienen colgadas 4 medallas con todos los merecimientos.

El Capitán HERRERA es Piloto Militar graduado de la Fuerza Aérea Colombiana en la “Escuela Marco Fidel Suarez” de Cali. Con esta credencial dio comienzo a una amplia experiencia trabajando como piloto privado de un ciudadano lituano de apellido Balsevicios. Después adquirió su propia avioneta con el fin de atender con mayor eficiencia su renombrada hacienda “Los Ángeles”, localizada en Becerril, donde se convirtió en reconocido algodonero y directivo gremial.

Una noche, cuando conversaba con Ivonne la sobremesa de la cena, le contaba algunas anécdotas relacionadas con el Capitán HERRERA. Siempre lo recuerdo como un parrandero alegre, dueño de una jovialidad y un gracejo envidiable y contagioso. Resulta imposible no recordarlo impartiendo alegría, pues esa es la impronta que más identifica su extrovertida personalidad. Cuando estaba en Becerril, era un anfitrión inigualable. Las instalaciones de la Federación de Algodoneros eran prácticamente una sucursal del ARIZATO. Cuando llegaba a San Juan daba tres vueltas envolventes sobre la Plaza de Bolívar, señal inequívoca para que su concuñado “Papi” Gutiérrez saliera disparado para el aeropuerto a ayudarle a estacionar el avión y conducirlo luego hasta la casa.

Cuando me recibí de Arquitecto, en 1981, recuerdo que me invitó a su casa de Cali para presentarme con su amigo Ezequiel Pinsky Saragovia. Para entonces, eran vecinos en el barrio “Ciudad Jardín” y el ingeniero Pinsky era el dueño y fundador de una de las empresas constructoras más reconocidas de Colombia. No pude atender su gentil invitación, pero la vida más adelante, finalizando el Siglo XX, me puso en el camino del Ingeniero Ezequiel Pinsky y nos convertimos en buenos amigos al compartir proyectos en conjunto. Siento una voz interior que me indica que esta historia merece ser contada y lo haré en una próxima ocasión.

También le relaté a Ivonne que el Capitán HERRERA tenía detalles que hablaban de su gran corazón. Le conté que cuando sus hijos eran pequeños, le llevaron de regalo a sus abuelos Nelson Ariza & Gala Brugés, una bandeja sostenida por los nietos, la cual alojaba las placas y las llaves de un Jeep-Viasa que previamente había sido estacionado en la puerta de la casa. Esa navidad las lágrimas y las sonrisas de agradecimiento complementaron los abrazos que hicieron más feliz a esa familia a la que el Niño Dios había traído un juguete de tamaño real.

Y un detalle no menos enaltecedor de su generosidad y señorío, lo demostró durante muchos años con su amigo Rafael José Parodi, más conocido como “Chepibe”. Don “Chepibe” era un personaje singular y pintoresco de San Juan del Cesar a quien el maestro Rafael Escalona le dedicó una de sus canciones. Perdió la razón cuando fue enviado a estudiar medicina a Buenos Aires y se enamoró perdidamente de Evita de Perón. Evita se instaló en el cerebro de “Chepibe” y no hubo manera de expulsarla de allí. Toda su vida giraba alrededor de ella. Don “Chepibe” era un personaje insigne de la aristocracia local, con mucho abolengo y poco dinero. Era socio de número del Club San Juan del Cesar y como era usual cada 24 de diciembre, resultaba menester ponerse a Paz & Salvo con la Tesorería del Centro Social para asistir a las fiestas de fin de año. Don LUIS HERRERA MORA cada año, religiosamente, pagaba la cuenta de “Chepibe” y le entregaba el anhelado Paz & Salvo. Entonces don “Chepibe” se enfundaba en un amplio vestido gris que cada año aparentaba ser de una talla más grande y, contento y agradecido, asistía a los bailes del 24 y 31 de diciembre.

Cuando terminé de relatarle a Ivonne estas anécdotas, me dijo:

  • Pero entonces, Luis Herrera es un buen tipo.
  • No, le respondí.  Luis Herrera no es un buen tipo. ¡¡¡…Es un tipazo…!!!

Orlando Cuello Gámez

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9 comentarios de “EL CAPITÁN HERRERA

  1. Crispín Alberto Medina Romero dice:

    Excelente anécdota del capitán Herrera.
    Orla, eso engrandece al ARIZATO.
    Esa es mucha pluma fina. Un abrazo.

  2. Mary Saurith de Ortega dice:

    Excelente y divertida crónica narrada nutrida de muy lindas anécdotas. Gracias Ivo por compartirla. Felicitaciones para el autor y un viva al “Arizato”.✔️👌

  3. Rosy López Cuello dice:

    Cálidos y muy familiares, Luis, Galita y sus hijos. A pesar de tantos años viviendo en Cali, sus costumbres y su amor por la provincia nunca cambiaron. Vale la pena resaltar el amor y la disciplina con que educaron a sus hijos, destacados profesionales del Golf que pusieron muy en alto el nombre de Colombia en torneos internacionales. Dios les siga acompañando.

  4. Humberto De Armas dice:

    Buen relato Orlandito, impregnado de ese lenguaje agradable, sencillo y respetuoso propio de los sanjuaneros. Sigue escribiendo, da gusto leerte. Un abrazo

  5. Hernando jose Guzman dice:

    Sigue la pluma con tintas que enaltecen la vida de prohombres que por alguna razón dejaron huellas indelebles en lo que en días del pasado ,fueron realidad .
    Una abrazo, estamos es hablando inglés compadre.

  6. Jairo Antonio Jaramillo Blanquicet dice:

    Los Domingos que no públicas tus historias me siento cuándo el ejemplar del Heraldo, edición Dominical, no me lo dejaban.

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