EL MUNDO SERA MEJOR CUANDO LA INTELIGENCIA VUELVA A SER MAS IMPORTANTE QUE EL DINERO

“Cuando el hombre tiene dinero todos le brindan buena atención, cuando el hombre cae en la mano nadie le brinda ron y querer esos son los consejos que un hombre bueno debe tener

El aparte transcrito corresponde a la canción titulada “Yo comprendo” de la autoría de Leandro día, incluida por Jorge Oñate con Colacho Mendoza en el LP “Campesino parrandero” que salió en el año 1976 en la cual le hace un repasito a los cabecitas locas que olvidan que la plata no entra al cielo, la cual hemos recordado a propósito del tema que ocupa nuestra atención.

Gustoso y complacido asistimos al excelente evento académico realizado por la Corporación “IDEAS PARA LA TRANSPARENCIA” al cual fui invitado como panelista en el cual nos correspondió responder a un interrogante espinoso y controversial, ¿Que hace falta para un mundo mejor? Vino en aquel momento a mi mente aquella pregunta que le hicieron a William Shakespeare le preguntaron si era un hombre feliz, respondió que sí y lo había logrado porque no esperaba nada de nadie, yo agregué que nadie debe esperar lo que no se merece, ni bueno ni malo.

Aquel día manifesté que este mundo será diferente cuando todos volvamos a sentir alegría y no incomodidad por el triunfo de nuestros semejantes, cuando los padres vuelvan a preguntar a sus hijos a donde encontraron la plata u otros elementos que llevan a la casa, cuando el estudio y la preparación vuelva a despertar la admiración de nuestros conciudadanos y no la animadversión de tirios y troyanos, cuando para llegar a las esferas del poder se escojan a las personas mas capaces de servir a los demás y no a los más preparados para firmar lo que les pónganlos demás.

Se necesita sacudir a las nuevas generaciones para que se den cuenta que están perdiendo el tiempo, que los cerebros se quedan chiquitos por falta de uso y la inactividad hace que el cebo valla reemplazando la materia gris en la cabeza, estamos a tiempo de enderezar el barco no podemos correr el riesgo de que sea la actual la generación perdida y para que así sea todos tenemos que   hacer lo que corresponde y no asumir la actitud del avestruz que entierra la cabeza para esperar que el peligro pase.

Si descendemos en el análisis de la situación en nuestros alares resulta inocultable que el futuro no es claro y la transparencia es cada vez mas precaria en la medida que no valoramos lo que tenemos, en lo social se considera en la actualidad mas importante a los nuevos ricos que a los nuevos intelectuales, son más admirados los súbitos enriquecidos por su capacidad de amasar fortunas inexplicables que quienes por su inteligencia sacan la cara por su tierra, los triunfos académicos que en cualquier lugar del planeta causan regocijo entre la gente en La Guajira solo despierta inmerecidas envidias, y demorado para que la vaina cambie porque se siente que esto cada vez es peor.

Estaremos todos mejor cuando el ejercicio arbitrario de las propias razones sea sustituido por el cumplimiento vertical de la Constitución Política y la Ley que imperan que el derecho propio termina donde comienza el ajeno, y ante las situaciones quye se están viviendo, cuando recordemos que nuestro derecho ciudadano de manifestarnos y de protestar no puede jamás estar por encima sobre el derecho constitucional fundamental de locomoción que me permite el uso y goce de las vías publicas consagradas entre los espacios públicos como derechos colectivos irrenunciables e inviolables susceptibles de protección no solo mediante la Acción de Tutela Consagrada por el articulo 86 constitucional y reglamentada entre otros por el Decreto Ley 2591 de 1991 y mediante las Acciones Populares previstas por el articulo 88 ibidem y reglamentadas por la Ley 472 de 1998, no se puede afectar a los ciudadanos indiscriminadamente por la ineficiente prestación de un servicio, para ello ha previsto la misma constitución y también la ley los medios efectivos de defensa y reclamación cuando nos consideremos afectados y no como esta sucediendo que si al marido lo zafa la mujer cierra la carretera y me impide a mi pasar para mi pueblo o a las ambulancias pasar por allí con el enfermo que ha sido remitido como lo presencie recientemente en Mingueo cuando realicé un viaje a Barranquilla; la verdad ya lo de los bloqueos se perrateo y le está haciendo perder la paciencia a la gente.

No todo esta perdido, se impone en el momento actual que regresen a las Escuelas y Colegios de Colombia y muy especialmente de La Guajira la Urbanidad de Carreño, que los educadores seamos cada vez mas maestros y menos profesores, que el legado intangible de honradez y honestidad  que recibimos de nuestros viejos sea mas valorado y apreciado que el cemento los semovientes las tierras y el ladrillo, que sea de lo que nos queda para mostrar el ejemplo  de vida intachable y no los bienes materiales porque estos son intrascendentes, efímeros, transitorios y menos agradables ante los ojos de Dios que los primeros.

Mientras hacia mi presentación aquella noche majestuosa vinieron a mi mente la palabras de mi padre cuando decía que al funcionario publico se le puede perdonar que se le vallan las patas pero nunca que se le vallan las manos, que había que servir a la gente y no servirse de la gente, que había que tender la mano a quien necesitara de nosotros sin esperar contraprestaciones, que cuando algún rufián me estuviera insultando recordara que uno no se puede coger a dientes con los perros que salgan a su paso porque el perro no tiene nada que perder, que se puede engañar a todo mundo durante un tiempo a unos cuantos tontos durante todo el tiempo pero no a todo mundo todo el tiempo pero  a Dios nunca, también cuando les decía a sus amigos generacionales en los pueblos que la única inversión segura era la educación de los muchachos, por eso a quienes no tenían como educarlos el les gestionaba Becas y Auxilios…en síntesis un mundo mejor si es posible siempre y cuando cada quien cumpla con su deber en este mundo, y no nos conformemos simplemente ocupando un lugar en el espacio

La fresa del postre que compartimos me la regaló Gabo cuando dijo: “Yo quiero proponerle a usted un abrazo, uno fuerte, duradero, hasta que todo nos duela. Al final será mejor que me duela el cuerpo por quererle y no que me duela el alma por extrañarle”.!

Luis Eduardo Acosta Medina 

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