Hechos Capitulo 19
“Luego Pablo fue a la sinagoga y predicó con valentía durante los siguientes tres meses, discutiendo persuasivamente sobre el reino de Dios; pero algunos se pusieron tercos, rechazaron el mensaje y hablaron públicamente en contra del Camino. Así que Pablo salió de la sinagoga y se llevó a los creyentes con él. Entonces asistía diariamente a la sala de conferencias de Tirano, donde exponía sus ideas y debatía. Esto continuó los siguientes dos años, de modo que gente de toda la provincia de Asia —tanto judíos como griegos— oyó la palabra del Señor. Dios le dio a Pablo el poder para realizar milagros excepcionales. Cuando ponían sobre los enfermos pañuelos o delantales que apenas habían tocado la piel de Pablo, quedaban sanos de sus enfermedades y los espíritus malignos salían de ellos. Un grupo de judíos viajaba de ciudad en ciudad expulsando espíritus malignos. Trataban de usar el nombre del Señor Jesús en sus conjuros y decían: «¡Te ordeno en el nombre de Jesús, de quien Pablo predica, que salgas!». Siete de los hijos de Esceva, un sacerdote principal, hacían esto. En una ocasión que lo intentaron, el espíritu maligno respondió: «Conozco a Jesús y conozco a Pablo, ¿pero quiénes son ustedes?». Entonces el hombre con el espíritu maligno se lanzó sobre ellos, logró dominarlos y los atacó con tal violencia que ellos huyeron de la casa, desnudos y golpeados.”
Hechos de los Apóstoles 19:8-16 NTV
El nombre Jesús (En hebreo Jeshua) significa «Dios salva»
El poder del nombre de Jesús radica en la autoridad que le fue conferida por el padre, al caminar en obediencia a su palabra y al cumplir su propósito en la cruz, entregando por amor su vida para salvar al mundo, venciendo al diablo, al pecado y a la muerte.
Este capítulo menciona el poder que Dios le dio a Pablo para hacer milagros excepcionales, solo con tocar un pañuelo que hubiera rozado la piel de Pablo la gente era sana y libre, así mismo, solo la sombra de Pedro lo hacía, este poder era el mismo poder que hizo que una mujer fuera sana tan solo con tocar el manto de Jesús.
Viendo esto, un grupo de hombres hijos de un sacerdote trataban de imitar este poder y usar el nombre de Jesús para sus conjuros; sin embargo, por más que trataban de echar fuera demonios no podían.
Estos farsantes usaban el nombre de Jesús como si fueran palabras mágicas, pero lo hacían sin autoridad, en cambio Pablo hablaba y actuaba en representación de ese nombre, por el poder legal que le fue conferido en el momento que decidió creer y dejar que El gobernará su vida. Cambiar en obediencia y en el propósito de Dios nos da el poder de actuar en el nombre de Jesús y por donde sea que caminemos llevar la libertad y sanidad a través del mensaje de salvación.
La expresión: «¡Te ordeno en el nombre de Jesús, de quien Pablo predica, que salgas!».
Evidencia que estos hombres no creían realmente en Jesús, razón por la cual fracasaron pues no tenían una relación personal con Jesús. Solo sabían que Él era el Dios de Pablo, pero no era el Dios de ellos, por eso los espíritus inmundos en vez de irse los atacaron.
Estos no tenían derecho legal para usar el nombre de Jesús, por eso no pudieron obtener el resultado que esperaban, a diferencia de Pablo.
Por otra parte, a los que reconocemos a Jesús como Dios y hemos creído en su nombre, la Palabra nos enseña el poder que tiene:
Hacer todo en el nombre de Jesús Y todo lo que hagan, ya sea de palabra o de hecho, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. RVR1960.
Orar en su nombre: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Juan 14:13
Destruir toda obra de maldad. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios…” ( Marcos 16:17 ).
Para salvación. Pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo»[f]. Romanos 10:13
Sanidad en su nombre: Pedro y Juan lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: «¡Míranos!». El hombre lisiado los miró ansiosamente, esperando recibir un poco de dinero, pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret,[a] ¡levántate y[b] camina!». Hechos 3:4-6
Cuando hablamos En el nombre de Jesús. ¡Eso no es una petición, es una orden!
No podemos seguir usando el nombre que es sobre todo nombre, como los charlatanes de esta historia, como muletilla, o por costumbre, debemos comprender que su nombre es sobre todo nombre, y que aun los demonios se humillan delante de El, como lo dice en la biblia: Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;” (Filipenses 2:9-10)
Usar su nombre implica entender el propósito y voluntad de Dios, como hacían los apóstoles, razón por la cual sanaban enfermos, libertaban endemoniados y expandían el evangelio por donde iban, no usaban el nombre de Jesús para su beneficio, reconocimiento o logros personales.
No podemos ser cristianos de nombre, sino de relación, no podemos actuar como los farsantes de esta historia, porque el nombre de Jesús no funciona como un “abra cadabra” para derrotar al diablo. La autoridad y el poder del nombre de Jesús sólo pueden ser ejercidos como una espada por aquellos que verdaderamente conocen a Dios y caminan en obediencia a EL, si no es así, lo único que recibiremos son las burlas del diablo en nuestra cara.
Pablo fue escogido por Dios para predicar el nombre de Jesús al mundo. Hechos 9:15 “El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel”. Y Pablo le creyó a Dios y predicó con valentía en el nombre de Jesús como se lee en Hechos 9:27 Entonces Bernabé se lo llevó a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino a Damasco y cómo el Señor le había hablado a Saulo. También les dijo que, en Damasco, Saulo había predicado con valentía en el nombre de Jesús.
Así como a Pablo Dios también nos ha escogido para predicar el nombre de su hijo a todo el que nos rodea, pero necesitamos ser valientes y comprender nuestro propósito en la tierra para movernos en la dirección que Dios quiere. Entender que en el nombre de Jesús reside la autoridad y el poder ilimitado de Dios; y se nos ha otorgado el gran privilegio de representarlo en la tierra. El Señor nos confió su nombre para que lo usemos sin temor y creyendo que los milagros sucederán en el nombre que es sobre todo nombre para la gloria de Dios.