ELENA Y MARCIANO, AMORES CONTRARIADOS…

Primera vez que siento miedo en la vida. Como quisiera ser un niño inocente. Para brindarle una sonrisa a la gente. Y no mis versos con una alegría fingida.  Esta canción es la verdad de mi mentira.  A quién me quejo, si yo he labrado mi suerte(bis).

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Cantábamos a todo pulmón, acompañando en su pena de amor, a Sinfo, ya mis dos hermanas y yo estábamos embriagadas de sentimiento, intentamos consolar su alma triste, cantando la canción que igual tantos años atrás, le calzaba perfecto ahora.  Elena Gutiérrez Acosta, la musa de inspiración de la mayoría de las canciones de Marciano Martínez Acosta, se acababa de ir para San Andrés y no le permitió a Sinfo ir a despedirla. Otra vez el compositor sentía la angustia de perderla y…

Yo quisiera tener alas para volar.  Y llegar hasta las playas de san Andrés.  Arrancar mis sufrimientos tirarlo al mar.  Para que ya nunca mas agobie mi ser.  Y también con la ternura de tu mirar.  Endulzar esta amargura linda mujer(bis)

– Ombe! ¡Porque Linda si es!! Yo tengo muchos años de no ver a Elena, pero la recuerdo como una niña hermosa, de risa dulce, de suave trato, facciones de reina, su cabello largo y negro. ¡Hermosa!! ¡Cómo sería ombe!!  Yo necesito saber que siente Elena. Quiero que seas de nuevo el novio de Elena. Le enfaticé a Sinfo

-Novio? Yo pienso es que yo debo se es dueño de Helena, ¡toda la vida!! –  suspira! Le desobedecen los ojos y se derrama, mete la cabeza entre las manos, suspira de nuevo y dice, como un niño inocente- Me da como sentimiento…

– Llorá!!

– Te puedo canta un versito?

  • ¡Ajá dale!
  • Cuando Elena estaba pa’ cumplí los 15 años, yo le hice la canción más linda que he hecho yo, pa’ mi parecer… y en esa canción hice una promesa que nunca he querido romper…

Yo se muy bien que tú eres tan solo una niña. Que no sabes de amor que aún no entiendes el mundo

Que aprendes a querer mientras que otros olvidan. Y mientras muere una flor tu eres un capullo.  Capullo que abrirá sus pétalos al sol para esparcir su aroma y ser mi orgullo

Por eso cuando miro tu carita tierna, tu mirada inocente me conmueve el alma. Porque eres cuál llovizna de la primavera, fuiste un rayo de luz pa el que en tinieblas andaba

Y siento palpitar feliz mi corazón como el repiquetear de unas campanas//

Y no me canso de verte tan linda como una virgencita en el altar// vestida de esperanza sonriendo a la vida y con tu alma de niña que empieza a soñar

Yo fui el conquistador de amores que dejaron la sombra de la duda grabada en mi mente, pero ya todo forma parte del pasado todo se ha transformado en un feliz presente

Por fin he vuelto a ser de nuevo el trovador que en las parrandas canta alegremente

Interrumpe para enfatizar.

– Aquí en la segunda parte es que hago la única promesa que yo quiero cumplir en mi vida, te voy a canta ese pedacito de la promesa

– ¡No, cantala copleta! Solicité.

Tu me trajiste un mundo de esperanzas nuevas, presiento que me espera un futuro sonriente y eres tan noble y pura como lo es mi vieja.  Prometo ante Dios quererte corazón, si hay otra vida después de la muerte.  (Yo sé que la voy a amar en todas las vidas, si hay otras después de esta)

Y no me canso de verte tan linda. Como una virgencita en el altar// vestida de esperanza sonriendo a la vida y con tu alma de niña que empieza a soñar// …

Esa canción la hice en 1984. Pero apenas la estoy grabando en un trabajo que estoy haciendo con varios cantantes.  Que niña tan Linda y dulce era Elena…  pero ayer se me puso altiva -Suspira con sus ojos llenos de dolor-  yo manche el alma de esa niña! Las lágrimas rodaban sin control

– ¿Por qué? ¿Cómo?

-Ella era una niña inocente y yo la engañé.  La amaba, pero la arrogancia y el machismo del hombre inmaduro, destruyó, lo que era, es y será más importante en mi vida, el amor de Elena…   Digo yo que la engañé.   Más bien me engañé a mí mismo, nosotros los seres humanos nos engañamos a nosotros mismos, ¡cuando creemos engañar a otro!

Seguimos hablando de muchas cosas que ya les conté en Las Confesiones De Un Enamorado, el domingo pasado. Más yo me vine, realmente decidida a intervenir para evitar que estos Amores Contrariados sufrieran la misma suerte que los que hemos contado. Hice contacto con Elena. Nos alegró encontrarnos, así fuera por teléfono, después de tantos años, nos pusimos al día rápidamente, ambas con dos hijos, separadas, yo vuelta a casar, Elena no. Ella con una empresa de turismo, yo Empleada, las dos, con una visión del mundo muy diferente de aquella en la que crecimos, pero con el alma anclada en nuestros pueblitos, de nuestra ensoñación, La Peña y La Junta.  Le conté que estaba escribiendo a cerca de los amores de ella y Sinfo; al oírme exclamó

– ¿De verdad? ¿Pa’ eso me llámate? ¡Nombe! Déjame a mí por fuera, escribilos con lo que hablaste con él. Intentó desanimarme, tal parecía no quería hablar del tema. “Seguro aún está molesta con Sinfo”, pensé. Le dejé creer que así lo haría y simplemente seguí conversando, le conté un poco de lo que había pasado unos días antes en casa de Sinfo y se fue abriendo.

– Yo a ese hombre lo amé, ¡hasta más no poder! Más que amarlo, ¡lo adoré!! Es al único hombre que yo he amado así, con esa fuerza, con locura, ¿oite? Y por eso mismo quizás sufrí tanto. Fueron cuatro años de amores y te puedo decir que quizá no reunimos un año feliz. Yo sufrí demasiado, yo era una niña inocente e inexperta.

– Por qué, ¿si se amaban tanto?

– Tantas cosas, yo era una niña, sencilla, humilde, de pueblo y ya Sinfo era Marciano, el importante, al que buscaban hombres y mujeres de toda clase, las mujeres se le acercaban para conquistarlo y me ponía muy celosa. Por otro lado, su familia no me veía a mi para el, querían que le prestará atención y se enamorara de alguna de las mujeres importantes, profesionales que lo buscaban y yo sabía que por las condiciones de mis padres ellos no me iban a poder pagar una carrera. Yo era una niña de 14 años y el ya era un hombre de mundo.

– Por qué se separaron? Sé que tus padres te mandaron para San Andrés dónde tu tía, ¿pero por qué?

– Cómo te digo yo sufría mucho y había un conflicto con su familia. Mi mamá no soportó que no me vieran para el y me sacó de La Junta. Me mandaron para San Andrés

-Yo quisiera tener Alas para Volar y llegar hasta las playas de San Andrés, le canté. Esa la cantamos el sábado, estaba muerto de la pena de amor por ti, pobre mi manito Elena.

– Pobre? El no es pobre nada, el lo que tiene que hacer es olvidarse de mi, porque yo ya me olvidé de él.

– Lo dijiste muy rápido! Cuando una ha amado con verdad y pureza, lo más que alcanza a hacer es guardar los sentimientos bien guardados, pero el amor verdadero no deja de ser.

– Cuando lo matan, se muere. El mató mi amor, ¡siendo tan grande! Sufrí tanto como no puedo describirte, mujeres, desprecio. Mejor no hablemos de eso. No quiero recordar tanto dolor.

Me resultaba incongruente, al conocer no de ahora, sino de siempre el amor de Sinfo por Elena, así que fui de nuevo a hablar con Sinfo y me Comentó los motivos.

– Después de luchar duro con su familia y lograr su aprobación,  decidido a casarme con Elena, me fui para Cartagena a recogerla   me pase el día esperando que llegara su avión, llegó y vi pasar persona a persona y no llegó Elena, así pasé tres días y nada, al tercer día llamé  del teléfono de monedas del aeropuerto y hablé con Gloria, (la tía, dónde vivía Elena) y le dije, “vea Gloria yo tengo tres días de estar esperando a Elena aquí en Cartagena y ella no llega”, y ella me dijo: “y usted por qué tiene que estarla esperando en Cargena, si ella se va es por Barranquilla, pero ella por qué me tiene que echar mantita, por eso es que no se ha ido, para que yo no me de cuenta que se va es por Cartagena”.  Bueno eso bravió, me habló feo.  Yo le dije “yo estoy en Cartagena porque eso es lo que hemos acordado y eso lo sabe su familia, su papá, su mamá, sus hermanos, mi familia, nuestros amigos, todo el mundo sabe que ella viene y yo la estoy esperando”. A mí me invadió una decepción, caí como en un letargo, que aun no entiendo por qué, a mí se me quitó la alegría, la ilusión la emoción de vela.  Yo me venía, si no que Gustavo, el amigo dónde me estaba quedando en Cartagena, me detuvo.  Ella vino y pasamos el peor año de nuestra relación, me porté mal con ella, y a mí me dolía verla llorar, pero me llené de rabia, ahora lo pienso y no entiendo, si pudimos arreglarlo todo. Pero bueno son esas cosas que pasan.

– Elena dice que tú familia no la veía a ella para ti, no entiendo, si son dos familias de gente buena, que pasó?

– Mi mamá la quería mucho a ella, mi mamá más bien peleaba conmigo, a veces me decía, apue’ ahora ni sale, pa invitá a la muchacha. Tu sabes que antes cuidaban mucho a las hijas ajenas, y mi mamá aprovechaba cuando yo salía pa’ que ella la visitara; cuando preparaba dulces, ensalada, le mandaba. Y si era yo, vivía en su casa, allá desayunaba, almorzaba, comía, su mamá también me quería mucho. Lo que pasa es que hubo gente que se metió, que llevaban y traían cuento, tu sabes cómo son en los pueblos. Un día le pregunté a mamá que le pasaba con Elena y me contó.  En ese tiempo La Mama, (Hermana de Sinfo) era novia de Harold (Hermano de Elena) y le vinieron diciendo a mi mamá que Melva (Mamá de Elena) no veía a La Mama para novia de Harold, entonces mi mamá dolida dijo que, si a su hija no la veían, entonces ella tampoco veía a Elena. Lo mismo pasaba dónde Melva; la misma que le llevaba cuentos a mamá, le llevaba a Melva y le decía que Lola no veía a Elena para mí.    A mí me botaron de esa casa un poco de veces. La primera vez me botaron como un perro duramos siete meses peleados, pero después me botaban y yo volvía, yo la última vez Le dije a  Melva: “me podei bota que salgo por esa puerta pero entro por el patio, te vai a cansá” y mas nunca me echó. Pero Elena no, Elena siempre ha Sido muy orgullosa, ella se quedaba con lo que le decían, ella no supo volver a ganarse a mi mamá.

¡Benditas familias!! Cuántos Amores Contrariados, por tonterías como estas.

En mi conversación con Elena, insistí, muy interesada en salvar un amor tan grande, puro y bonito.   Ahora no había impedimento alguno para que este amor tuviera un espacio en el tiempo donde suceder, me proponía ayudar. Le pedí a Elena una oportunidad para que esta historia tuviera el final que de niña soñó.

– Yo te hago una pregunta a ti, ¿tu volverías con el papá de tus hijas? Me preguntó Elena

– No!

– Por qué?

– Porque no quiero volver a vivir lo que viví, además ya no lo amo.

– Bueno, tu me acabas de dar la respuesta. ¡Yo no quiero volver a vivir lo que viví con Sinfo y ya no lo amo!

– No es igual Elena, porque Sinfo es el amor de tu vida y tu con el no has convivido. Eso me lo puedes decir de tu ex esposo, pero no de Sinfo, ese amor de ustedes quedó interrumpido, no se consumó y además no están juntos, no por ustedes, sino por terceras personas. De Amores Contrariados se yo. Este amor de ustedes hasta que no se consuma no se acaba.

– Tienes razón en que no se consumó, El siempre me respetó, ahora a mis 51 años, miro hacia atrás y tú sabes cómo nos criaron a nosotras, con la idea de la virginidad…y como a él lo asediaban las mujeres yo siempre tenía el temor de que me usara y me dejara, pero más que todo la crianza, tu sabes que mi mamá siempre ha sido evangélica y nos formó con temor de Dios. El amor de nosotros era un amor puro… Pero ya no quiero vivir esa vida.

-Cual vida?  si tú no has vivido con Sinfo.

– Uno no tiene que vivir con la persona para saber la vida que le espera. La vida de Sinfo es la parranda, la música, la gente. Ya a mí eso no me emociona, ni que me componga canciones, no me interesa la vida que el lleva. Yo no me imagino de parranda en parranda, atendiendo, cocinando, con la casa llena de gente casi todos los días. Esas borracheras, no son para mí ya. Cuando fuimos novios me deslumbraba cada vez que me componía una canción, ya no. ¡Ya ni si me compone mil canciones! Ya no me mueve eso.

– Que tiene que hacer Sinfo, ¿para que estén juntos?

– Nada Nora!! Yo entiendo que esa es su vida y yo no puedo pedirle que deje de ser quien es por mi. Yo quiero un hombre cristiano, para que juntos nos concentramos en Dios. No quiero que Sinfo lo haga por estar conmigo, porque eso debe ser dcorazón…Yo quiero un hombre que no ande de parranda en parranda y como le pido yo a él que deje de vivir, si esa es su vida. Además, yo ya decidí que no. Mira yo viví 17 años con mi esposo, un santandereano con un temperamento terrible, viví con el sin amarlo, o al menos no como amé a Sinfo y no veía la hora de salir de esa vida. Apenas tuve independencia económica, me separé, para no sufrir, y vivir con Sinfo es volver a sufrir. Yo llevo 10 años sola y no digo que no me vuelva a casar, pero quiero otra vida, una vida en paz, una vida con Dios.

Me quedé con un sin sabor, más agriamargo que el que sentí con Amor En Tiempos Del Cólera y no me quiero imaginar a Elena y a Sinfo dentro de unos años contando los años los meses, los días que dejaron pasar sin vivir el amor, cómo Fermina y florentino “- ¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? -le preguntó.

Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches.

-Toda la vida -dijo.

¡Me resisto!! ¡Quiero verlos disfrutar de un amor tan poderoso que no muere, ni con la muerte, un amor que, en mis locos pensamientos, quiero creer que vive en el alma de Elena en forma de miedo al dolor y que mantiene viva la llama de la inspiración de un hombre sencillo y noble que decidió amar a Elena sin pedirle prestado los sentimientos a nadie, de tal forma que nadie le moleste por amarla sin remedio, y punto!!

Escribo este final con los ojos aguados por los Amores Contrariados y viviendo en el alma la ensoñación de llegar un día a visitarlos y encontrar a Sinfo con la piel cansada,pero el alma plena, acostado en un chinchorro, con su acordeón sonando mientras le canta a Elena, que está recostada en una mecedora abullonada con el rostro más lindo que le haya visto alguna vez a una anciana, sonriendo mientras escucha

Yo tengo una mujer a la que amo y no la cambio por nada en el mundo, yo tengo una mujer a la que amos, fue mi pasado, es presente y futuro…  Y ella es la fuente de mi inspiración… Y me palpita acelerado el corazón, siento correr la sangre en mi como caudal, y me palpita acelerado el corazón… es como si la llama ardiente de este amor ocasionara en mi interior un vendaval…

Me pinto sonriendo de alegría, haciéndole coro, con nuestras voces de Guacharaca, cansadas de tanto uso, pero feliz porque   no me tocó cumplirle la promesa a Sinfon de cantarle yo esa canción a Elena, más feliz aún de contemplar con mis ojos materializada, la imagen del amor puro y sincero…

PD: aquí les dejo solo tres de las decenas de canciones escritas a Elena

Pasajero de La Vida

https://youtu.be/tcBZgg-EmAY

Ay La Vida

https://youtu.be/aMjxbxuI6PI

Obsesión

https://youtu.be/UCBphI3fWw8

Noralma Peralta Mendoza

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8 comentarios de “ELENA Y MARCIANO, AMORES CONTRARIADOS…

  1. Jose corzo dice:

    Creo q esta historia tendra un final feliz ciento q Elena toda vía quiere a sinfo y si es porq ella quiere un hombre sin parrandas entregado a Dios el a manifestado en varias ocasiones q quiere dejar el trago y entregarse a Dios incluso el asiste a cultos y a retiros espirituales sin q ella se lo pida

  2. Anselmo Gutierrez Mendoza dice:

    Los tiempos se Dios son perfectos, ojalá permita que un amor tan hermoso se materialice, porque lo más hermoso es querer a la misma persona que te ama, así como estoy yo amando al ser más maravilloso que Dios me mando

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