ENFRENTANDO A MERCADERES

Cuando eres realmente político y sientes en tu esencia la vocación de servicio como algo espontaneo, no puedes ser indiferente a las angustias de una población que te vio crecer. Barrancas, nuestra tierra, mi pueblo, el terruño de todos está pasando por un momento sociopolítico complejo. La ausencia de políticas públicas que no nos permitan desarrollarnos en los estándares de un mejoramiento de la calidad de vida es evidente, y la dirección que ha tomado la actual administración va en contravía de lo que necesitamos como colectivo social.

Asumir la responsabilidad para abanderar procesos políticos y posteriormente administrativos es algo natural para mi familia, Juana hoy representa la decisión familiar de no abandonar a nuestro pueblo, a nuestra gente, a todas esas familias amigas que ven en nosotros la fortaleza para sacar adelante sus propósitos de vida. Les hemos entregado absolutamente todo y lo seguiremos haciendo, con la convicción de que juntos vamos a trascender en la historia como un Barrancas no solo amable sino representativo y pujante.

Los esfuerzos históricos de nuestro grupo político se ven reflejados en las mega obras que tiene el municipio, lideramos una verdadera revolución en infraestructuras, un pueblo pavimentado en un 80% de su malla vial, inversiones en la modernización de la planta de tratamiento de agua potable, el mejoramiento de las instalaciones educativas, hospitalarias y en el fondo de desarrollo empresarial fueron ejecutadas con éxito por nuestro equipo. Era el tiempo donde la coherencia nos invitaba a esas inversiones en obras civiles, pero en la vida del servidor público siempre hay pendientes y a eso le vamos apuntar en esta oportunidad. La actualidad socioeconómica de Barrancas nos compromete en optimizar nuestras fortalezas estructurales, necesitamos articular los esfuerzos para brindarle a los Barranqueros una educación de calidad, un servicio hospitalario digno, unos servicios públicos de vanguardia donde la consigna sea la eficiencia y un apalancamiento financiero a los sectores productivos, tanto en la naciente agroindustria como en el dinamismo del comercio formal.

El irrespeto de una administración pública que manosea las necesidades de toda una comunidad nos ha llevado a una crisis social sin precedentes, la falta de oportunidades ha tenido como consecuencia que muchas familias opten por fugar a sus profesionales a otros territorios. Lo más preocupante es que no solo se fugan los cerebros preparados y mejor calificados, sino que también los posibles capitales de inversión para el crecimiento industrial. Pero lo indignante de esta problemática ha sido la respuesta institucional que ha esperado la época electoral para que de la mano de algunos politiqueros poder penetrar en aquellos hogares que dedicaron los últimos 30 años a educar a sus hijos y de esta manera disfrazar su alta responsabilidad en la falta de oportunidades con el dinero del erario que nos pertenece a todos.

La experiencia laboral de un profesional es intangible y la dignidad de un salario justo da un estatus profesional incalculable, Barranqueros no hipotequen su futuro laboral.

El camino es revelarse ante la imposición con criterios oscuros de estos mercaderes electorales que lejos de tener la aceptación popular recurren al amedrentamiento de los sectores vulnerables, han sido más de 3 años y medios desconectados de la realidad municipal y ya es demasiado tarde para que la gente crea en anuncios fantasiosos, además cabe enfatizar que la compra de fusiles no son un logro administrativo, esto sin dudas no es más que un vulgar mensaje hostil para coaccionar a los que aparentemente no tienen dolientes. Como un hombre de palabra me declaro el representante de los atropellados por estas ínfulas de capo y si usted tienes algo que decirme al respecto, le confirmo que vivo en el mismo domicilio hace más de 35 años.

No más engaños para la gente, la ausencia de propuestas coherentes al momento transversal que vive nuestro municipio hace de estos comicios un ejercicio electoral clave para el futuro de todos, necesitamos convertirnos en productores de bienes y servicios, ofrecer un valor agregado a nivel industrial y así estar preparados para la inminente extinción de la actividad minera en nuestro territorio. La coyuntura actual nos aleja de la construcción de más obras en cemento rígido y nos motivan a la gestación de políticas públicas que orienten a más de 45 mil Barranqueros a una vocación productiva.

Somos un pueblo que a través de la historia hemos caminado de la mano con bonanzas como la cafetera y luego la minera, pero la gran deuda que todavía persiste en nuestra sociedad es prepararnos productivamente para ofrecerle estabilidad económica a las mayorías de los hogares. El camino es la agroindustria, las tierras productivas existen, la mano de obra calificada nativa gracias a Dios abunda, solo debemos trazar la hoja de ruta y articular esfuerzos.

No divaguemos más en nuestra decisión, en las manos de todos siempre estará nuestro futuro, juntos volveremos al campo y haremos parir a la tierra, es el momento donde contundentemente debemos apuntarle a cerrar brechas sociales.

Fernando Gómez Bacci

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