¿ESTADO DE BIENESTAR O CAPITALISMO SALVAJE?    

Últimamente hemos accedido a la interpretación que, con cierto aire de suficiencia, exponen varios opositores a Petro, de una frase tomada de la proverbial líder inglesa Margareth Thatcher, la que se está revirtiendo como “caballito de batalla”, para demeritar y minimizar la obra de gobierno actual. La frase en su contexto, apunta a sugerir que no es propio de un buen mandatario, ni de ningún líder, aplicar el espejo retrovisor. Seguramente pretenden borrón y cuenta nueva o de que se haga tabula rasa. O sea que no se mencionen los latrocinios, los traspiés heredados, en particular del gobierno inmediatamente anterior. “Así si es sabroso”. Una cosa es cuestionar los errores en términos de políticas generales y otra muy diferente es referirse a secuelas o herencias puntuales, que de alguna forma terminan incidiendo sobre acciones presentes, como por ejemplo la monumental deuda del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, que obligó a este gobierno realizar un ajuste en el precio de la gasolina. O el manejo delictivo dado a la SAE. “Tienen cascara”, si pretenden que se guarde silencio ante tales cuestiones.

Demasiadas falencias e indelicadezas cometidas por el gobierno Duque, como para pasarlos por alto. Máxime si los que defienden ese gobierno, son justamente lo que no le perdonan ni media al presidente Petro. Se le critica, si duerme mucho o no, si usa zapatos de una marca u otra, si asiste a tiempo a las reuniones o no, si come esta u esta otra cosa.

Hemos comprobado hasta la saciedad que no es igual tocar por primera vez, poderosos intereses económicos, sociales y políticos de quienes han ostentando el poder. Cuentan con todos los medios disponibles, para fraguar una defensa sistemática de beneficios que se encuentran amenazados. Aquí como en toda Latinoamérica, existe una estrecha articulación entre los medios masivos con los poderes económicos y políticos. Es decir, con el llamado Establecimiento. Las poderosas organizaciones gremiales, empresariales, hacen gavilla para impedir que sus intereses sean afectados. Obviamente están apelando a todos los acervos valederos para presentar como una amenaza a la institucionalidad, al modelo económico, a la marcha de la misma economía, y tienen la capacidad para fundir y, mezclar y asimilar la perdida de sus privilegios como un atentado contra los intereses colectivos, y a través de estrategias subliminales, desarrollan sutiles, y en ocasiones abiertos y groseros mecanismos de manipulación.

Esa elite burguesa está contaminada, en buena medida es inculta, degradada. Dada las circunstancias de la evolución de la economía y los factores de acumulación de riqueza en Colombia, se ha visto inmersa en estrechos vínculos con fuerzas y organizaciones criminales. Las barreras éticas se han rebasado toscamente. La acumulación de capital local, en muchos casos, para nada se corresponde con la noción idílica del emprendimiento y del esfuerzo individual, como generadores de riqueza. Son incontables, recurrentes los estrechos nexos y la retroalimentación de dineros mal habidos con los “capitales aparentemente limpios”. El más reciente y notorio caso, son las informaciones alusivas a la aparente relación o alianza del Clan Char con el Cartel de Sinaloa.

A raíz del triunfo del desquiciado Milei, se ha vuelto a poner sobre el tapete la discusión sobre el rol del Estado y su participación en la economía y sobre la supuesta desinstitucionalización con cargo al gobierno actual.

No perciben que el debilitamiento del Estado y sus instituciones, y la conspiración contra el actual gobierno termina afectándonos a todos, pero obviamente no de forma pareja, es decir no nos afecta a todos por igual. Algunos, los pocos que se han enquistado en las intimas esferas estatales para vivir y enriquecerse a costas de él, si bien terminaran siendo afectados en el cuatrienio, en el corto plazo; tienen la proterva intención de sabotear, en el entendido que una vez recuperado el poder, con un sucesivo gobierno de los de siempre, en un santiamén recuperaran con creces lo que podrían perder saboteando al actual gobierno. Se reinstalarán en sus espacios privilegiados y volverán a controlar la contratación estatal, los grandes negociados con los recursos públicos.

He ahí, una enorme diferencia, solo por citar dos ejemplos, de las grandes fortunas amasadas recientemente en países como Colombia, México, con Luis Carlos Sarmiento Angulo, Carlos Slim, respectivamente, las que se han realizado medrando alrededor de los recursos públicos. Mientras que los cuantiosos capitales amasados contemporáneamente en países como Estados Unidos, se han acopiado al margen de la incidencia estatal, mediante verdaderas faenas de emprendimiento individual y basados en la aplicación de conocimiento a las nuevas tecnologías, verbigracia: Steve Jobs, Billy Gates. Jeff Bezos, Marc Zuckerberg, Larry Page, Sergey Brin, Michael Bloomberg figuran entre los nombres más destacados.

Como situación adecuada a nuestras particularidades, el gobierno Petro se ha propuesto implementar, obviamente guardando las proporciones, el modelo imperante en los países nórdicos: Finlandia, Dinamarca, Suecia, Noruega, Islandia. En estos países se aplica y practica el modelo denominado: Estado Benefactor, que a grandes rasgos implica el financiamiento de sus sistemas de salud, servicios de salud y educación. Enfatiza en el igualitarismo y en la corrección de las desigualdades de clase. Combinan la economía de mercado y la eficiencia económica con beneficios sociales y la distribución del ingreso. Estos países se sitúan a la cabeza de muchos parámetros de rendimiento mundial, como la educación, la competividad económica, la calidad de vida y el desarrollo humano.

La personalidad que tal vez tiene los mayores conocimientos, la más versada para interpretar y proponer salidas adecuadas y la complementación entre el Estado y la aplicación de sus políticas articuladas adecuadamente con el sector privado, es la renombrada e influyente economista italo-estadounidense Marianna Mazzucato. Es una revolucionaria en estas materias. Revolucionaria en el sentido estricto de la palabra. No confundir. No vaya a ser que, en medio de su paranoia y alucinación, la extrema derecha colombiana, la acuse de tener vínculos con las FARC.

Mazzucato ha lanzado frases como: “necesitamos Estados que formen mercados”, Esa y otras afirmaciones de contenido similar suenan heréticas en la comprensión de los tradicionales Gurus criollos, quienes, posando de conocedores de las corrientes modernas del pensamiento económico, no han hecho nada diferente a implementar y practicar un modelo obsoleto, pero lo venden como contemporáneo. Son las trasnochadas tesis neoliberales heredadas de Adam Smith y David Ricardo, validas en su momento. Pero hoy día anacrónicas.

Mazzucato plantea que, el Estado conjuntamente con la empresa privada deben aunar esfuerzos para resolver problemas. El Estado debe enfocarse en crear incentivos y condiciones para la operación adecuada de las empresas privadas. Se necesita crear espacios en los que los funcionarios puedan innovar. Para ello hay que invertir en el cerebro del Gobierno. Además, hay que crear riqueza para poderla redistribuirla, por lo tanto, no se trata de crecer por crecer. La economía debe ser inclusiva.

Mazzucato acaba de ser incorporada como asesora del Plan Nacional de Desarrollo, para comenzar a forjar un Estado emprendedor. Es un reto, una tarea compleja. Pero se va a acometer.  “Por si las moscas”, se hace la salvedad de que la vinculación de la prestigiosa académica, se hará con cargo a recursos de una fundación inglesa.

El clima, la salud, la biodiversidad son prioridades en la teoría de esta estudiosa. En ese sentido se acoplará perfectamente con el Doctor Jorge Iván Gonzales, actual Jefe de Planeación. El calificativo de Doctor no se la atribuyo por prurito. Jorge Iván es Docto en Economía. Me honro y enorgullezco de haber sido su alumno. Él se autodenomina como un Keynesiano Verde y Ambientalista. Destaca sobre manera la importancia del agua tanto en el desarrollo del territorio, y como factor decisivo en la productividad, conceptos heréticos para el pensamiento de los anacrónicos pontífices que han forjado las políticas económicas en Colombia en las últimas tres largas décadas. No tienen ni idea como “se come eso” que propone Jorge Iván, – ofrezco disculpas por el trato coloquial a mi exprofesor-.

Por su lado, los más conspicuos opositores locales, acogen y asumen al desquiciado recién elegido presidente argentino Milei y su noción del rol estatal, como paradigma contrapuesto a las políticas antagónicas que viene ejecutando Petro. La oposición colombiana intenta rencauchar al liberalismo económico y a encontrado en el perturbado mandatario argentino la resonancia ideal. Paradójicamente “meten en el mismo saco” al otro orate, nos referimos a Trump, sin percatarse que este par de energúmenos defienden unas ideas económicas contrastantes: Trump aboga por una política proteccionista y se encuentra empecinado en la restauración del predominio unipolar de Estados Unidos, lo que dadas las circunstancias contemporáneas no es posible. Mientras Milei es un desbordado defensor del liberalismo económico, no en balde se le denomina como anarco capitalista. Apela porque el Estado no tenga ningún tipo de injerencia ni relación con el sector privado. Apunta a la reducción absoluta del tamaño del Estado. En algo si coinciden ambos: son un par de deschavetados. Que no respetan las reglas del juego de la democracia.

José Luis Arredondo Mejía

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