“FUERON POR LANA Y SALIERON TRASQUILADOS”

El título otorgado a esta columna describe literalmente lo ocurrido a los representantes de los partidos: Centro Democrático y Cambio Radical, citantes de la Moción de Censura a la Ministra de Minas y Energía. Como era previsible, no solo la cantidad sino las calidades de los argumentos en defensa de la gestión de la funcionaria superaron ostensiblemente a los de los miembros de la bancada oposicionista, en los que “brillaron” la ausencia de solidez, veracidad, pertinencia en las tesis esgrimidas en procura de tener éxito en su intento de defenestrar a la Ministra. Si bien la suerte de la alta funcionaria no se definió en la noche del día miércoles 30, será resuelta el próximo martes 6 de diciembre de 202. Las posturas de los distintos partidos afines al gobierno, la claridad y fortaleza de las contra argumentaciones con respecto a los reparos planteados, auguran el fracaso rotundo de los congresistas de las organizaciones convocantes al debate en el que, además campeó la improvisación.

La discusión desarrollada en el recinto de la Cámara de Representantes dejó en evidencia contradicciones y debilidades retoricas de las fuerzas que apelan al pasado, a las que les está resultando complejo adaptarse y entender que estamos en presencia de un nuevo gobierno, las formas de gobernanza son novedosas e inusuales, transitamos hacia una trasformación del quehacer político, jamás practicada en la historia del pais. Aquellas fuerzas se mantienen en la nostalgia y ancladas en el pasado ideológico, político, programático. Con excepciones, aun no se percatan o no quieren hacerlo, de que no solo Colombia, sino el mundo entero se encuentra en la disyuntiva de avanzar hacia la Transición Energética, o condenar al planeta a ser arrasado por las consecuencias de la extracción y consumo excesivo de combustibles fósiles. Por supuesto en esa predilección y defensa a ultranza por los fósiles en las que, priman consciente o inconscientemente demostraciones de ignorancia y desconexión con las tendencias universales, se oculta igualmente el amparo del interés de empresas multinacionales.

Nos encontramos en un escenario impensado hasta hace poco. En construcción de un nuevo modelo económico, que implica un lenguaje diferente, extraño para muchos. En él, prevalece una concepción humanista, en su trasfondo despunta el respeto por la vida y por supuesto por la naturaleza. La prelación de la vida por encima de la rentabilidad. Visión que los defensores del statuo Quo, amén de que no perciben, se resisten a aceptar. Durante el debate aludieron constantemente y de manera irónica y en ocasiones burlesca al “activismo ambiental” de la Ministra y del gobierno del Cambio, insinuándolo como una religión y un enfoque caprichoso. Pues resulta que ese “activismo”, figura entre las mayores preocupaciones de la sociedad contemporánea, es una materia completamente imprescindible en el mundo moderno, en aras de mantener y sustentar la armonía de la Madre Tierra, para garantizar la supervivencia de futuras generaciones. La persistencia, frecuencia y contundencia de los fenómenos y tragedias naturales obligan a asumir el asunto con seriedad, con la militancia con la que es asumido por un número cada vez mayor de ciudadanos en el universo. No es activismo antojadizo, es la protección, preservación y cuidado de la naturaleza y de las generaciones ´posteriores.

Una destacada senadora del Pacto Histórico, ante la aludida y sempiterna tesis del poco impacto, escasa incidencia de Colombia y exiguo aporte en materia de Cambio Climático y Gases de Efecto Invernadero, cuestionó este argumento facilista, permanentemente socorrido por los defensores del extractivismo fósil. Planteó acertadamente las distinciones entre Cambio Climático y contaminación. A lo cual en lo personal y como contribución para discutir esa tesis muy apelada hasta por expertos connotados, le agregaría el caso particular nuestro, donde la extracción de carbón en el Cesar y La Guajira, algo así como 60 millones de toneladas anuales, concentradas en áreas bastante reducidas de los dos departamentos; en ocho municipios que copan un porcentaje ínfimo del área total del país, y distantes entre sí a escasos 200 kilómetros linealmente, suponen impactos y niveles de contaminación en esas dos áreas vecinas, absoluta y peligrosamente condensadas y que propician un enorme daño al medio ambiente. De realizarse una medición adecuada, en ese entorno se superaría el promedio que Colombia aporta al total de la medición en el contexto planetario. Las múltiples Sentencias de la Corte Constitucional en ambos territorios exhortando a la minimización de los impactos ambientales, lo certifican.

La oposición en cabeza de sus legisladores citantes persiste en atribuirle a los ingresos, a las regalías y la generación de empleos provenientes de las fósiles, bondades que no se compadecen con las realidades de las áreas en las cuales se extraen esos combustibles. Mediante silogismos y uso indebido de evidencias cuestionan a la Ministra por el simple hecho de cumplir con el programa de gobierno Petro. Ella se ha limitado, eso sí, con franqueza y claridad meridiana a exponer ideas y planes propuestos en el programa de gobierno. El cual como se expresó reiteradamente en el debate, fue avalado por 11.300.000 electores. Sencillamente la Ministra no ha hecho más que esbozar, desarrollar y ejecutar lo consignado en ese programa.

Los congresistas de la bancada de gobierno expusieron con lujo de detalles y demolieron contundentemente los frágiles argumentos de los citantes. Desmantelaron las falsedades del supuesto pánico económico propiciadas por las declaraciones de la Ministra y su responsabilidad en la caída del valor de las acciones de Ecopetrol o la conexión y correlación entre sus declaraciones y la devaluación del peso ante el dólar. En su desenfreno, la oposición le atribuyó a la Ministra la condición de autoridad económica mundial, capaz de influir con sus palabras sobre Wall Street y sobre los precios de las principales monedas. Cifras en mano y gráficamente, expusieron las falencias de la oposición. Paradójicamente y en ciertas ocasiones el comportamiento de los indicadores mostró tendencias y valores antagónicos a los que sus detractores quisieron exponer. Más de las veces, no había ninguna relación entre ellas. Ni que decir de la falacia construida alrededor del famoso Contrato de Importación de gas desde Venezuela.

La Ministra, derrumbó impecablemente y con sabiduría, los embelecos que le enrostran su poco conocimiento de los asuntos de la cartera ministerial que lidera. Salieron a flote interpretaciones obsoletas de la política minera, desconocimiento de los opositores hacia donde se mueve el mundo en estas materias, totalmente descolocados, desfasados. En cambio, la Ministra, llamativo como se refirió a su orgullo por ser docente, enfatizó su condición de académica. Enorme contraste con los predecesores, cuyos blasones se basan en presumir especialidades obtenidas en facultades extranjeras, amén de sus peripecias y uso frecuente de la “puerta giratoria”: del sector privado en empresas o multinacionales mineras a su aterrizaje en cargos públicos, o viceversa, donde emana, por lo menos un conflicto y/o un impedimento ético.

La Ministra se “jacto” de su compromiso con los más vulnerables y sus relaciones y conocimiento de la minería desde las entrañas, desde los territorios. Lo cual combina con su aprendizaje en los libros, a contrario sensu de los tradicionales burócratas antecesores suyos en el Ministerio, cuyo conocimiento surge de los escritorios y de los libros. Con enorme lucidez se refirió a los impactos humanos crecientes que día a día ocasionan los desastres y tragedias naturales derivadas de las consecuencias del Cambio Climático. Lo anterior sin dejar de referirse a los daños económicos directos e implicaciones en la capacidad productiva de los distintos sectores y actividades económicas. Esas externalidades no están incluidas en los PIB respectivos.

Posteriormente dio una catedra sobre el significado, consecuencias y estrategias adoptadas para combatir el Cambio Climático. Hizo una importante alusión a la reorientación de la Matriz Energética a nivel global. Demostró que carecemos de ventajas en los costos de producción del barril de petróleo y nos encontramos por encima de los costos promedios internacionales.

En conclusión y realizado un análisis ponderado, objetivo y sereno, la Ministra terminó consolidada y la oposición evidenció, por lo menos en esta ocasión que, la dialéctica no es una de sus fortalezas. Se develó el carácter espurio de sus cuestionamientos.

José Luis Arredondo Mejía

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