La pluma dorada en esta ocasión, plasma la página en blanco, con la tinta fina de su pensamiento, inspirada en un tema sensible al folclor y al vallenato, o tal vez, es un tema que toca a todos los ámbitos artísticos, sociales, político y cultural. Valledupar Cesar, a la que denominan la capital mundial del vallenato, no porque en ella hayan nacido los múltiples representantes de este género musical, sino porque se convirtió en esa cuna, ese lugar que concentra y realza a los que le dan cuerpo y vida al folclor, quienes en su mayoría son paridos por la Guajira, aunque en el valle hay un gran número de exponente de este género, pero no se puede negar que las venas de este folclor es la Guajira, como se podrá leer aquí un grupo de algunos géneros, en acordeón, Francisco el hombre, Luis Enrique “el pollo” Martínez, Israel Romero, Emiliano Zuleta, Colacho Mendoza entre otros, en la composición están, Leandro Díaz, Calixto Ochoa, Adolfo Pacheco, Diomedes Díaz, Marciano Martínez. Rosendo Romero, Yeyo Núñez, los hermanos Moya, Alex Duarte, Rafael Manjarrez, Roberto Calderón, sus hermanos, los Calderón, Urbina Joiro, Jesús Villero, los Martin Calderón , padre e hijo, las vocalistas Ana del Castillo, Diomedes Díaz, Delia Daza, la Taty Daza, Silvestre Dangond, los hermanos Zuleta, Fabián Corrales, Nelson Velásquez entre muchísimos más que viene sembrando y manteniendo vivo el folclor vallenato, en la que cada día nacen más y más artistas Guajiros, sin embargo, en Valledupar es donde estimulan el trabajo que la misma historia narra, esa que nace en la Guajira, por esta concentración que Valledupar la galardona como la capital mundial del vallenato, ya que reúne a Guajiros y otros artistas vallenato que se vienen sumando a este gremio en su máxima expresión.
Luego de esta pequeña descripción, es importante también dar una profunda reflexión, sobre un caso específico que nace del polémico concurso de acordeón, del reciente festival de la música vallenato en Valledupar y de sus distintos concursos, donde los seguidores de los artistas con campos ganados se enojan, descalificando la decisión de los jurados, pues sueñan que el artista, que lleva experiencia es el único merecedor de ganar todos los concursos, faltando al principio de igualdad de oportunidades para todos los que también tienen talento y buscan su espacio para ser conocidos y darle la oportunidad a jurados y públicos de conocer las nuevas propuestas, no es posible que se pretenda ganar todas las batallas, en ningún concurso y como artista he notado en todos los concursos, la rosca y la no rosca, ambas son peligrosas, el soborno, la trampa, “ganas si me das” así el otro tenga mejor propuesta artística ante los ojos de los espectadores, la trampa siempre va existir aunque, no debería ser tan evidente, en este caso particular de los ganadores en acordeón, al modo de ver de muchos, también son excelentes y merecedores de ganar, el artistas que no ganó esta vez y que ya ha ganado, fue muy sensato al reconocer que los ganadores tuvieron una excelente presentación y merecían ganar también, ver como atacan a los jurados por el hecho de no haber ganado el que se quería y al único que se está acostumbrado a ver ganar, no es posible, si la otra propuesta nueva fue mejor, entonces no debería haber concursos, se debe premiar a uno y listo, en toda competencia se va a ganar o a perder, y tener presente que siempre va a ver uno, mejor o igual a tu.
Delia Rosa Bolaño Ipuana