Hoy ya no se trata de si eres o no petrista, santista, uribista o perteneces a cualquiera de los movimientos inspirados en estas figuras, líderes para unos y diablos para otros. No, hablemos tú y yo, de la realidad que tenemos entre manos. Frente a una nueva reforma tributaria… Los muy poquísimos ricos que hay en Colombia pueden pagar o espantarse de seguir invirtiendo; quienes pagamos los platos rotos somos tú y yo, la clase media.
La realidad es que cada día seremos más pobres con más impuestos, ¿más impuestos para qué?, para engordar lo que prometieron no hacer, crecer las Órdenes por Prestación de Servicio (OPS) que se han incrementado exponencialmente durante estos 3 años. Compran consciencias como comprar un objeto. Carlos Caballero, en El Tiempo, invita a que la atomización de candidatos se reúna y todos piensen en las nuevas generaciones, cosa en la que vengo insistiendo permanentemente.
Con razón, Carlos Martínez Simahan dice: “En lugar de tender puentes, Petro optó por la confrontación: ataca al Congreso, a las Cortes, a los medios y expulsa de su entorno a las voces críticas. Juan F. Cristo aun trata de entender su llegada y salida del ministerio del Interior”. Es que todo es así. La inseguridad, la falta de atención en salud y educación; el ataque permanente a todo lo que huela orden, disciplina e institución. Lo que fue una imposición en el bachillerato, leer a Platón en ‘La Republica’, hoy debe ser obligada lectura, una delicia poder hablar y buscar una salida del atolladero en que estamos inmersos. La economía y la inversión están atascadas.
El desempleo, a costa de la burocracia, muestra un leve mejoramiento, que no indica eficiencia ni eficacia. Promesas incumplidas: ¿Qué más insensatez e incoherencia que la Minga patrocinada por el Estado y que no se va del campus universitario porque el Gobierno no le ha cumplido? ¿Quién entiende? Cada cosa es un contrasentido, nuestros soldados, policías y civiles caen inmisericordemente al mínimo ataque de las bandas criminales. Como dije en “Give up”, faltando escasos 15 meses, el Gobierno decidió tirar la toalla y acogerse al más rancio cesarismo. El 70% de los electores, ¿Podemos revertir la tendencia de deterioro del país? Yo creo que sí.
Tendremos que tragar sapos como hasta hoy nos ha tocado, pero sea por el bien de la nación. La declaración de amor de Gustavo Bolívar a Petro parece sacado del libro 8 (La Republica, Platón), donde el poeta alaba al tirano: “En la tiranía, el hombre es el peor que se puede tener. El hombre busca la libertad, pero acaba esclavizado. El tirano sonríe, hace la guerra, elimina a los mejores, es violento y esclaviza. El poeta es buscado para elogiar al tirano”. La debilidad, el cansancio y agotamiento de los globos del presidente… ya se ve como quien está a punto de caer “groggy” en el cuadrilátero, solo lo animan las emociones de unos cuantos; lo responsable es buscar recomponer este desastre. Quien aspire a suceder este gobierno tiene que estar consciente que será impopular.
Los colombianos merecemos algo bueno y un futuro promisorio. Quienes estamos de salida debemos ser responsables con los pocos que están naciendo.
Orlando Bustillo Pareja