LA ABUNDANCIA EN EL UNIVERSO ES INFINITA, ALCANZA PARA TODOS

“La abundancia en el universo es infinita. Alcanza para todos y sobra”

Esa fue la frase que más me impactó en el entrenamiento que recibí el fin de semana pasado, sobre Habilidades De Liderazgo Para Trascender, invitada por mi Apóstol Wilmer Franco Arango, un hombre con una sabiduría y conocimiento de la palabra como pocos he conocido, con un Evangelio renovador, fresco, sencillo, posible basado en los principios establecidos por Dios, que ama La Ley, pero va contra el legalismo, que promueve la espiritualidad sin religión, un hijo de Dios, cabal. Como nuestro líder, está muy interesado en que forjemos el carácter de Cristo, para que cuando nos vean a nosotros vean a Cristo y tengan paz.  El taller de dos días estuvo a cargo de Claudia Jiménez, Directora de una importante multinacional en Colombia y Perú, una mujer extraordinaria que vive lo que imparte, que transmite basado en la experiencia y definitivamente a pesar que había leído el libro y había estado en otros entrenamientos con el tema de los 7 Hábitos, nunca alguien me había influenciado de esta forma.

Aprendí mucho el fin de semana anterior, pero hoy quiero centrarme en la abundancia infinita del universo, que además es inagotable y alcanza para todos. Siempre he sido una mujer esforzada, que trabajo duro para tener una vida digna para mi familia, pero siempre me falta un centavo pa’ el peso, quiero tener en todo lo suficiente y que aún me sobre. He tenido épocas de vacas flacas, gordas, repuesticas y al limite. Se vivir en la abundancia y la escasez, pero la escasez no me gusta.  Escuchando a Claudia, a cerca de los paradigmas me fui descubriendo algunos que no es que me fueran desconocidos, más bien no los tenía claros, por ejemplo, mi paradigma en cuanto al dar y recibir. Me es fácil dar, todo si es necesario, pero tengo problemas con recibir. Este es un principio eterno, el que da recibe. (Literal, punto).  No está bien decir yo doy sin esperar recibir, porque así no opera el principio, es como decir desde hoy ya no voy a vivir más en la ley de la gravedad, es imposible, todo en este universo está regido por esa ley, así ha sido, es y será. Es lo mismo que si digo voy a sembrar 20 hectáreas de ajonjolí, o unos árboles de mango, pero no espero que me den cosecha, es por el placer de sembrar, si siembro, espero y voy a tener cosecha, ¡imparable!! ¡Es Ley de La Siembra y la Cosecha, es eterna, así ha sido y será!!

Como la formación era para todos los pastores de la Misión Remanente, me tomé la libertad cuando se dio la oportunidad, de expresar mi temor de ser juzgada y encajada en el paradigma que la gente tiene con respecto a los pastores y el dinero. “No quiero que me vean como ladrona, abusadora o manipuladora y por eso me cuesta insistir en el tema de los diezmos, ofrendas, primicias y demás” expresé dejando apenas asomar mi gran temor. Lo cierto es que antes de ser la pastora de Remanente Riohacha, yo no tenía ese paradigma. Yo siempre di con agrado, es más mi bolsillo se convirtió primero que yo, aún no asistía a una congregación y depositaba allí mis diezmos, y cuando por fin llegué, llegué con mis manos llenas, y así sigo siendo, soy diezmadora fiel, diezmo de todo lo que recibo y hasta de lo que otros ponen en mis manos para que les guarde.  He enseñado el principio a mi familia y todos somos diezmadores fieles. Hasta ahí todo bien; el problema se ha dado desde que soy pastora y el temor con el que imparto a la congregación, o en público, estos principios. En pandemia por ejemplo, que transmitimos los servicios en directo, no impartía enseñanza de diezmos, ofrendas, primicias, principios eternos, principios financieros del Reino de Dios, que operan para provocar abundancia, en quienes los practicamos, por temor a que nos bombardearan en las redes con los prejuicios, con los que juzgan a los pastores. (No quería que asociará mi imagen con esos estereotipos, que algunos tendrán bien ganados, pero yo no) volviendo a la normalidad, me descubrí pensando en la situación, en la condición financiera de los miembros, si tenían o no y empecé a hacer los servicios en la casa para ahorrar en salón y servicios, estaba cayendo en una mentalidad de escasez, le estaba quitando a la congregación la oportunidad de vivir en abundancia, tal es el principio que predicamos “… Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10 NBV

¿Qué paradigma, que creencia estaba controlando mi libertad, para vivir los principios eternos? En primer lugar, no estaba operando en la Ética Del Carácter, que te lleva a vivir basado en principios, sino en la Ética De La Personalidad, que te conduce a vivir basado en los logros externos, lo que impone el sistema. Pensaba más en el que dirán, en generar la apariencia de piedad, en la falsa humildad, que en los principios eternos, que siempre han sido, que operan y se defienden por si solos, contra ellos no hay ley y de ellos no hay temor, son sí y amén.

Me hizo Claudia varias preguntas.  ¿Lo que estás haciendo le apunta al objetivo superior, es decir al de todo el equipo (congregación)?  ¿Lo que estás haciendo te lleva a tener más y mejores resultados sostenibles y crecientes para todos? Si tus respuestas son: ¡No! ¿Entonces qué si deberías hacer para lograrlo? Recuerda que los Principios son raíces profundas, que no se ven, pero existen y producen, generan, dan frutos externos, no al revés” remarcó Claudia Jiménez, con la experiencia que le da, saber que lo que dice no es una realidad, sino una verdad.  “Tú decides: carácter o personalidad (Yo digo temperamento) o sigues apuntándole a lo que esperas que se piense de ti, es algo sobre lo cual, no tienes control, de todos modos la gente es libre de pensar lo que quiera, o tomas La Última Libertad Humana (la de decidir) y decides  vivir e Influenciar a otros a vivir los principios y demuestran juntos los resultados efectivos, sostenibles y crecientes, que se merecen. Que es mejor, volvió a preguntar.  ¿Desgastarte en agradar a otros, o lograr el objetivo superior de una congregación sana, libre, abundante en todo; que de fe de tu buen liderazgo? ” dijo con tanta firmeza como dulzura, que yo solo pude tener vergüenza de haberme dejado llevar por el que dirán, en un asunto tan trascendental.  Claudia insistió en ayudarme a derrumbar el paradigma que me había creado y me estaba frenando en el fluir de la abundancia.  “Te voy a regalar un pensamiento de Stephen Covey, a cerca de la abundancia, que derrota los pensamientos de escasez, estoy segura que te va a desmontar la idea de que los demás se quedan sin lo que tienen, si lo aportan para la obra que Dios te ha encargado.  “Mentalidad de abundancia significa que, en lugar de ver la vida como una competición con un solo ganador, se ve como un cuerno de la abundancia repleto de oportunidades, recursos y riqueza cada vez mayores”.   Yo le agrego a eso, mi propia interpretación: “La abundancia en el universo es infinita. Alcanza para todos y sobra” reafirmó.

Esa frase me golpeó en el cerebro, en el corazón, en el alma, en el espíritu y en el cuerpo. Que límites, que estacas, que linderos, me había colocado en la mente, el simple hecho de no querer parecer deshonesta ante un mundo que de por si, ya decidió vernos así a los pastores. ¿Acaso podría yo cambiar eso? No. Pero si puedo salir de esa trampa y vivir con libertad y plenitud e influir en otros para que empiecen a vivir de la misma forma, los principios que tanto amo, valoro y son mi pilar de vida en todos los sentidos.

Dios estableció como principio todo lo que nos permite vivir en paz y armonía, nosotros debemos esforzarnos en ponerlos por obra, así estaríamos menos enfermos del alma y del cuerpo, viviríamos más gozosos, teniendo todos, todo lo que necesitamos, y que aún sobre. Viviríamos en paz.

¡Hay que empezar ya!! He perdido 3 años de influencia positiva, por un tonto temor, que acabo de derribar, y tengo urgencia por transmitir esta VERDAD que conozco hace 20 años y que me han dado vida en abundancia.  Una verdad que desde que la conocí he querido que todos la vivan. Así que en ese mismo instante cité a mi equipo ministerial de Remanente Riohacha a reunión el lunes en la tarde, apenas desembarcara del avión. Llegué y me desbordé, vi como cada palabra era como oro líquido en sus huesos, y como sus rostros fueron mostrando vida y gratitud. “Quiero que este impacto que yo recibí, les impacte a ustedes, quiero que juntos avancemos a vivir la vida abundante que merecemos, quiero que me ayuden a impartirlo con el ejemplo a toda la congregación, así como yo lo hago con ustedes; quiero tener más y más personas sanas de la mente, el alma y el cuerpo, quiero que todo el que podamos influenciar con estas verdades eternas, ¡lleguen a vivir en la plenitud de Cristo!!

Desde que salí del entrenamiento tomé la tarea de revisar principios eternos y aunque no tengo tiempo, ni espacio para compartirlos todos, quiero dejarles algunos aquí, con el anhelo de influenciarlos:

El primero:  Dios dije todo por principios que están en Su Palabra, esos principios son eternos, universales y producen lo que Dios dice que producen. Cada principio es una semilla que da fruto.  Si esto Se convierte en una Verdad en tu vida, entonces, los aplicas.

El Segundo: La Justicia de Dios es El Amor y el Perdón. Querer juzgar lo que Él establece, desde nuestra propia opinión, es imposible, el no piensa, ni habla, ni actúa como nosotros.

El Tercero Dios no expecta, no espera, lo que no dice o establece.  Sus principios son verdades verdaderas, no varían porque son eternas y Funcionan en todo tiempo y espacio; está demostrado. La tierra por ejemplo está gobernada por principios o leyes, una de ellas que rige a toda la creación es la Ley de la reproducción:  Dios dio una orden de reproducirse y la creación se reproduce. Punto.  El mar produce peces, la tierra árboles que dan fruto, Frutos que tengan semilla, que tengan semilla, las aves, los reptiles y demás animales se reproducen. Los seré humanos nos reproducimos, es la Ley o principio de la multiplicación que nos llevan a vivir en medio de la abundancia.

La mentalidad de Dios es de abundancia y por ello estableció la Ley o Principio de La Siembra Y Cosecha, está me gusta porque es palpable.  Dios siembra la palabra en la tierra esa semilla produjo árboles que den semilla, peses que den semillas, animales que produzcan semillas, hombres y mujeres que producen semilla para que demos frutos. ¡Es Ley toda siembra da cosecha! “Mientras la tierra permanezca, habrá cultivos y cosechas, frío y calor, verano e invierno, día y noche».  Génesis 8:22 NTV

Mientras ustedes leen esta crónica, en mi congregación celebramos como cada año, la fiesta de los primeros frutos, ¡las Primicias!! ¡Estoy impartiendo con libertad y plenitud los principios eternos de Dios!!  Seguramente estoy diciendo: Al llegar el tiempo de la cosecha, Caín presentó algunos de sus cultivos como ofrenda para el Señor. Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda, pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído. Génesis 4:3-5 NTV.   Seguramente Caín y Abel recibieron la misma instrucción de su padre Adán, Abel obedeció: ¡Para Dios lo primero y lo mejor!  Y usted allá puede empezar a lidiar con Dios y juzgarlo. Y Dios le va a decir: yo di la semilla, hice que la tierra o el vientre de tus animales se multiplicarán, tu lo único que tenías que hacer era obedecer este principio: Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán hasta reventar, y tus bodegas rebosarán de vino nuevo. Proverbios 3:9-10 NBV. Lo demás tenías la última libertad humana, elegir. Eliges mal, te va mal; eliges bien, te va bien…

¡Vivir por principios eternos genera estabilidad, certeza, seguridad, pues sabemos que no fallan!!

Noralma Peralta Mendoza

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