LA COYUNTURA ELECTORAL Y EL FUTURO ALTERNATIVO EN LA GUAJIRA

Había optado por mantenerme un poco distante de las razones incidentes en la actitud del compañero Wilder Navarro, como ganador en primera instancia de la consulta a la precandidatura a la gobernación de La Guajira realizada al interior de la Colombia Humana, en la cual me derrotó en franca lid, como acostumbra a decirse; a pesar de ciertas irregularidades y anomalías – que debo reconocer no fueron determinantes en el resultado-, pero a no dudarlo dejaron múltiples sinsabores y en alguna medida han influido en la evolución que ha tenido el proceso político alternativo en el departamento. Posteriormente, Navarro fue avalado y reconocido por los miembros del Pacto Histórico y ungido como el candidato de las distintas fuerzas que lo constituyen, -con algunas excepciones notables-. Desafortunadamente ese cheque en blanco recibido por el compañero Navarro no ha sido girado adecuadamente. Respeto sus razones.

Debo reconocer y resaltar la labor de varios conspicuos compañeros, y militantes rasos, sobre todo de la ciudad de Riohacha que se han echado la campaña a la gobernación al hombro y no han declinado, persisten en su fe y convicción.

Sin embargo, paradójica y simultáneamente, varios líderes connotados no han estado a la altura de las circunstancias y con argumentos insustanciales. Inexplicables e incompresibles, abandonaron el barco y optaron por apoyar, al parecer inconsultamente, una candidatura a la gobernación de origen y contenido tradicional, que en lo absoluto y ni de riesgo representa o emula lo que con sacrificio y devoción hemos construido entre todos.

Algunos me cuestionarán y traerán a la memoria mi decisión de no apoyar la lista a la Cámara de Representantes de la que inicialmente fui parte y finalmente y mediante un golpe de mano y como consecuencia de este fenómeno que se está repitiendo: las rencillas y desacuerdos internos, fue definida desde el nivel central, por personas ajenas al departamento, conductas impropias de la naturaleza de organizaciones alternativas, lo cual generó rechazo y desaprobación por parte de un amplio sector de militantes, sobre todo del Sur del departamento, incluyendo al suscrito.

En su momento escribí una columna sustentando mis razones para no apoyar esa plancha diseñada en Bogotá, mis razones encontraban y estaban amparadas constitucionalmente, apelando a la figura de la objeción de conciencia manifesté públicamente que no apoyaba la plancha, y opté por depositar mi voto por una lista indígena alternativa por Circunscripción Nacional, e inmersa en el Pacto Histórico. encabezada por un compañero de apellido Arrieta.

Desde aquel entonces, ya se pronosticaban las enormes dificultades y las secuelas de ese proceso y otros acontecimientos igualmente significativos que estamos padeciendo en la actualidad. Salieron a relucir paralelamente, las diferencias y los juegos del poder. En ese escenario han brotado las limitaciones de figuras locales que mediante golpes de suerte en algunos casos o mediante decisiones legitimas en otros, hoy día son beneficiarios de credenciales como congresistas, y tal investidura ha desnudado las restricciones políticas, intelectuales y humanas de algunos de ellos. No han estado a la altura de las circunstancias, y dada su investidura, en lugar de trascender las mezquindades y pequeñeces que han contribuido a generar la hecatombe política local actual, han sido más bien propiciadores, multiplicadores de ellas. La responsabilidad le ha quedado grande. Han actuado con ánimo revanchista y vengativo, lo cual es una conducta distante de un verdadero líder.

No han justificado disponer de las capacidades y condiciones de liderazgo que por arte de magia los encumbraron a tan elevadas investiduras, y muy por el contrario demostraron con creces que no están a la altura de las circunstancias. Es increíble que con credencial y gobierno a bordo, por estar enzarzados en las menudencias, trivialidades, y en vanidades en las que priman intereses personales, quizás sean los mayores responsables de la debacle y la crisis político-electoral e ideológica en que se encuentran sumidos los movimientos alternativos locales. Creo que ello amerita un juicio de responsabilidad política.

Aclaro de manera tajante: tengo la obligación moral y ética de apoyar a Navarro, y con más veraz apoyo al proyecto y al modelo de gobierno del compañero Gustavo Petro y seguiremos en la brega, esperando que entre todos podamos reconstruir lo que se edificó paulatinamente y que se nos ha venido desmoronando. Es vergonzoso y lamentable lo que ha ocurrido con ciertas candidaturas a alcaldías, que, de manera inconsulta, al margen de quienes fortalecieron dichos proyectos a nivel municipal, de los que les daban vida a esos procesos municipales, algunos candidatos han actuado a título individual. La desarticulación de la lista a Asamblea surgida legítimamente de las consultas internas de la Colombia Humana, es un capítulo más de las apetencias y la voracidad individual de determinados personajes dentro del movimiento “progresista”.

El mal ejemplo entró por casa, es lamentable que un guía de las calidades de Lucho Gómez un referente para los militantes de las organizaciones alternativas del departamento, allá arriado las banderas de forma si se quiere lamentable, su razón tendrá. Hizo tolda aparte de manera abierta con un candidato a gobernación que al igual que el otro contendiente con opciones reales, están lejos de los ideales de los movimientos progresistas.

Por otro lado, y supongo que lo han expresado con la mejor intención, pero la manera de justificar la actitud y si se quiere y tal como leo y escucho con frecuencia una especie de desgano del compañero Navarro ante la responsabilidad y el liderazgo del que fue imbuido, no puede sustentarse en una narrativa que está haciendo carrera y que a todas luces es contradictoria, colisiona totalmente con lo que puede emerger de un candidato alternativo.  Dizque el compañero invirtió su patrimonio, la suma de $ 800 millones para fortalecer los procesos políticos previos, o sea las presidenciales, las elecciones al Congreso y simultáneamente a la consolidación del espectro alternativo en La Guajira. Lamento y me da muchísima pena con los compañeros cercanos a Navarro que, están esgrimiendo ese argumento como una especie de coartada para la inacción política actual. Los abuelos decían” que quien no tiene perro montea con gato”. Es indiscutible que se requieren unos recursos mínimos para asumir, sobre todo en La Guajira, un proceso electoral, pero lo esbozado por algunos compañeros, no puede ser utilizado como pretexto. Uno pelea con las armas que dispone: pasión, ganas, ideas, motivaciones, en el camino se van emparejando las cargas. Pero por favor no sigan blandiendo esa tesis.

Al respecto, y en situaciones semejantes, con bastante regularidad traigo a colación el símil de la guerra entre Estados Unidos y Vietnam, los asiáticos en teoría un rival absolutamente inferior, débil, basados en la astucia, la malicia indígena, el conocimiento del terreno, las armas artesanales de que disponían, terminaron sometiendo a aquella, la primera potencia mundial. Los gringos a pesar del enorme poderío militar, tecnológico, de su inmensa fortaleza económica, fueron derrotados por una nación pobre, pequeña, pero envalentonada, solidaria y provista de la justeza de su lucha.

La Guajira es un departamento clave en el futuro económico del pais y por ende en la coyuntura electoral, lo hemos denominado una especie de bisagra en el tema de la Transición Energética. Sus condiciones de pobreza y marginalidad brindan un escenario ideal para construir una narrativa política- electoral, Los resultados presidenciales en términos absolutos y relativos nos brindaban un ambiente esperanzador y optimista. Pero desafortunadamente no hemos sido capaces.

Me llama poderosamente la atención que algunos compañeros localmente sigan mirando a Bogotá y hacia los “lideres” del nivel nacional como los Salvadores, los Mesías y si se quiere mecenas. No señor, nuestras decisiones las tomamos nosotros, el futuro se encuentra en nuestras manos, depende de nosotros directamente, no endosemos, no deleguemos lo que nos corresponde. A raíz de la incompetencia y/o apatía de los congresistas departamentales elegidos por el Pacto Histórico, hemos realizado esfuerzos para suplir esas falencias y vincular de manera orgánica y comprometida a congresistas alternativos foráneos, y los intentos han sido fallidos, realmente decepcionantes, lamentables.

Hagamos un mea culpa todos, ya que todos sin excepción tenemos una cuota de responsabilidad en el desastre que se avecina, y ante esa vergonzosa derrota electoral que se vislumbra, invito a los compañeros a pensar en reconformar, reconstruir, y recuperar la estructura que tuvimos tanto para las elecciones al Congreso como para las elecciones presidenciales, volvamos por nuestros fueros, recuperemos la mística. Recordemos y pongamos en práctica la extraordinaria frase de Bertol Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.

José Luis Arredondo Mejía

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