No lo vamos hacer por desprestigiar nuestra patria chica. No. Lo vamos hacer porque es inaceptable que después de tanto tiempo de malas noticias, de tantas quejas, de tanta denuncias públicas, de tanta información por redes sociales sobre el mismo tema de la inseguridad ciudadana, aún estén ocurriendo diario o casi a diario atracos, intentos de atracos, robos, asaltos, y muchos con lesiones personales, y además, sin lugar a dudas, por el daño al patrimonio y el daño psico-social que están sufriendo las personas, éste vivir inseguro de hoy en Villanueva, La Guajira, en la zona urbana y rural, tiene ribetes de tragedia o casi tragedia.
Este estado de cosas lesivas, aparentemente «sin tate quieto», le ha variado al pueblo y a la comunidad usos y costumbres, programaciones, rutas y rutinas. Miren, la gente en grupos familiares, o grupos de amigos, o los deportistas disciplinados y los ocasionales, los de hábitos de vida saludable, por ejemplo, muchos iniciaban rutas y rutinas a la 4:00 de la madrugada, otros a las 5:00 y hasta a las 6:00 de la mañana y ahora, por tantos acontecimientos delictuosos y dolorosos y por el alto riesgo que eso representa para sus vidas, hoy ya muchos han suspendido esa actividad y otros han cambiado horarios para preservar la vida, ya que no los dejan hacer ejercicio para mantener su salud.
Ya no se sientan las familias y los vecinos en las puertas de sus casas, por físico pánico.
Ya muy pocos se movilizan a pie o en bicicletas, incluso, en motos, a prima noche, porque temen por sus vidas y por sus pequeños bienes.
No nos explicamos los villanueveros, si los organismos del estado y la administración municipal, a quiénes les compete la seguridad ciudadana, teniendo tanta información de todo tipo sobre esta problemática, cómo aún no han implementado acciones eficaces que produzcan disminución de los índices de criminalidad y eliminen la inseguridad en el pueblo.
Hoy, son fuertes rumores que una empresa de telefonía celular y otros servicios digitales vaya a retirar los elementos técnicos y accesorios pertinentes para prestar el servicio, por los constantes ataques, robos y daños a su infraestructura. De ser así, ¡No hay derecho, caramba!
Lo preocupante del asunto de la inseguridad y que causa desesperanza y más miedo es que la administración municipal, en cabeza del Sr. Alcalde, quién es jefe constitucional de policía en el municipio, y los comandantes regionales de policía y ejército, más de una vez, y tras muchos consejos de seguridad, desde hace tiempo, vienen haciendo anuncios y anuncios de varias estrategias de control, de diversas inversiones, de decisiones operativas y de reuniones de alto nivel resolutivo y nada de eso ha dado resultados, no arranca la seguridad.
Pero eso sí, la criminalidad no para, estamos en la mira y en las manos de delincuentes, rateros y asaltantes que día a día roban más, despojan más, atracan más y más amenazan al ciudadano común, y ni eso ha dinamizado en las autoridades planes efectivo de combate de esos delitos o maniobras de choque contundentes para contrarrestar esa criminalidad.
Lo cierto es que la inseguridad ciudadana, la inoperancia policial y la falta de autoridad acabaron con las buenas costumbres y usos comunes en Villanueva, y nos están haciendo encerrar más temprano y salir más tarde por las mañanas.
¡Eso, si no nos han atracado o asaltado nuestras residencias en la noche!
Rodrigo Daza Cárdenas