LA INFLUENCIA DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL VALLENATO

Hoy bajo la cabeza en señal de reconocimiento ante mis constantes críticas a las nuevas apuestas en el vallenato, retrógrados musicales como yo pretendemos que la música vallenata se mantenga o se produzca como hace tres décadas, nos cuesta aceptar los cambios principalmente en cuanto a las temáticas de las canciones, la inclusión de nuevos sonidos e instrumentos y la puesta en escena que muchas veces se salen del formato de ese vallenato rural y criollo, ese que sabe a pueblo, a rio, a montañas, a lluvia y al amor de las mujeres al que nos acostumbramos en los pueblos de La Guajira, el Cesar y el Magdalena.

Claro que acepto que ya no es el vallenato que recuerdo en mi Fonseca natal, ese que sonaba en los tocadiscos, ese que hacían contando las historias cotidianas y poesías, o aquel vallenato comunicativo de noticias que se transportaba a lomo de mula con los juglares a principios del siglo XIX; ahora gracias a la modernidad existen las plataformas digitales que nos inundan de canciones de todo tipo que compiten una con otra sin esperar que se disfrute su contenido, aunado a la considerada trivialidad del contenido de sus letras lo que conlleva ineludiblemente a la falta de permanencia en el tiempo, pues a escasos 90 días ya pasan al baúl de los recuerdos. Razones como estas soportan la dialéctica en el caso de la considerada crisis en el vallenato.

Para mi y esos otros que nos quedamos en aquella época debemos entender que el vallenato como toda la música, las artes y la cultura en general se han impregnado de la globalización, ahora se necesita algo más que canciones para mantenerse en ese oficio; cosas como marketing, redes sociales, disponibilidad con los medios, grandes shows, búsqueda incesante de nuevos sonidos se requieren para mantenerse vigentes a diferencia de tiempo atrás donde si un artista gustaba, no tenía más que producir un trabajo similar al anterior y seguir vigente.

La influencia exógena en la juventud por el contexto de la globalización reafirmada por la interacción instantánea a través de las redes sociales con eventos, situaciones y culturas de otras latitudes a solo un click de distancia, ha permeado todos los aspectos de la cotidianidad, usos y costumbres que eran narradas en las historias de las canciones vallenatas, hecho que no es malo, lo criticable es que se incluyan ritmos diferentes al paseo, son, puya y merengue interpretados con caja guacharaca y acordeón para luego registrarlas como parte del género vallenato; reitero no todo lo vinculado con esos instrumentos o interpretado por una agrupación especializada en música vallenata es sinónimo del folclor nacido en la provincia de padilla entre Riohacha y Valledupar.

La influencia entre lo global y lo local es una confrontación permanente que se tiene en las discusiones académicas sobre el asunto a fin de determinar hasta donde podría llegar la influencia permitida, pues hay canciones que para comercializarlas en otras zonas geográficas se mezclan con salsa, balada, reguetón, merengue, pop entre otros géneros, suscitando el inconformismo a algunos hacedores y consumidores del folclor más tradicionales para quienes esas ocurrencias desdibujan las bases del vallenato; sin embargo, quienes los usan, consideran que son el recurso conveniente para que los jóvenes no pierdan el interés en este folclor.

Reconozcamos públicamente que el vallenato se desterritorializó por lo que debe fenecer esa vieja disputa sobre sus orígenes, si fue en el Cesar o en La Guajira, ya qué carajos! lo real es que ahora es del mundo, por ende, las gentes de estas tierras tenemos un mayor compromiso en reivindicar las raíces haciendo respetar las bases del folclor protegiendo que no cambien los significados y valores de la autenticidad con la que se concibió a través de sus elementos culturales característicos tales como las creencias, las tradiciones, la comida y especialmente los sonidos, pero a su vez, apropiándonos de las competencias para determinar la permisividad en las influencias que conlleva la modernidad.

Una nueva generación tiene esa responsabilidad en mantener vigente el folclor que posicionaron más allá de la costa los juglares, por lo que debemos apoyarlos y no desgastarnos en las comunes criticas destructivas permanentes; en caso de equivocaciones hacerles ver sus desaciertos con respeto y desde el estamento gubernamental fomentar escuelas de música atendiendo la lógica que al globalizarse el folclor, aumenta la demanda externa por millones de personas en el mundo que lo quieren  disfrutar, convirtiéndose en una buena opción de generación de oportunidades laborales para tanto talento que circula por nuestras calles.

Adaulfo Manjarrés Mejía

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5 comentarios de “LA INFLUENCIA DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL VALLENATO

  1. César Peralta dice:

    Ojalá y las nuevas generaciones del Vallenato se comprometieron un poco más, es aceptable el cambio pero sin incluir otro tipo de género, no comparto mi acepto como vallenato funciones y menos si son con reguetón… Para ser vallenato deben estar en la línea del mismo así la letra sea diferente y tenga otros instrumentos sin quitarle el protagonismo al acordeón.

  2. Roque Herrera Michel dice:

    Maravillosa contribucion de nuestro gran amigo el profesional Adaukfo Manjarres en su columna dominical, respecto a la necesidad de preservar las raices del folcror y la musica vallenata ante las influencias de lo exogeno y la inmediatez de las redes sociales

  3. CarlosAlfonsoParodi. dice:

    Excelente primo,/ojalá todos tuviéramos la capacidad de analizar y escudriñar a fondo para sacar tan importantes conclusiones,y ver como tantas fuciones le hacen daño a nuestro folclor,lejos de entender que todo evoluciona,pero que ésa evolución sirva para hacer fuerte a la música Vallenata.

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