MARÍA TERESA DAZA DE SIERRA

“La Junta es ese bello pueblo, que está rodeado de colinas, donde dejaron los abuelos, costumbres que nunca se olvidan, una carrumba, una macana, una pelotica de cera y una aguja pa tejer, una mochila colgada en un cacho de venado incrustado en una pared”, ese es el estribillo de una hermosísima canción cuyo autor, se llama: Leandro Raúl Sierra Daza (qdep); es hijo de mi gran homenajeada de esta semana, una mujer dócil, amable, obediente, pero eso si batalladora, la que da la vida por los suyos, nació en el paradisiaco pueblo de La Junta, La Guajira, la capital mundial del fique, un 18 de julio del año 1933, sus padres fueron: Manuel María Daza Cuello, un aguerrido campesino juntero e Isabel Asunción Gutiérrez Lacouture, una fina y delicada mujer de estirpe Sanjuanera, contó con un solo hermano de padre y madre: el gran e inolvidable Manuel Bolívar Daza Gutiérrez, (Iba), de parte de Padre si tiene un batallón: Jaime, Manuel Luis, Julio Alcides, Carlos Alfonso (qdep), Ruth, Julia, Elena, Julieta, por Riohacha también tiene hermanos: Pedro y Víctor Moscote, Carlos González, que nació en Fonseca y desde muy niño se radicó en Argentina y no se ha vuelto a saber de Él. Mi queridísima madrina María Teresa, estuvo felizmente casada con otro Juntero de recio carácter y correcto andar, Raúl Sierra Acosta, de este ejemplar matrimonio nacieron: 5 hombres y 3 mujeres: Leandro, Raúl (qdep), Carlos Manuel, Consuelo, Joaquín, Cesar, Hernán, Elvira, Felicia, Raúl, Eduardo, y María Teresa.

La infancia de mi homenajeada, fue de tranquilidad, y sosiego, jugaba con muñecas de trapo, a las escondidas, visitaba con frecuencia el río con sus amigas Elizabeth Gutiérrez, Ena y Elvia Sierra, eso sí, con permiso advierte, fue una niña respetuosa y muy obediente, valores escasos en la actualidad. Sus estudios de primaria los hizo en San Juan del Cesar La Guajira, en la escuela de Ricardo Cadavid, junto a su hermano Manuel Bolívar, los sábados tempranito, regresaban a La Junta, lugar donde se sentían felices de verdad; el bachillerato lo inició en La Normal de Santa Marta, dichos estudios le sirvieron para trabajar como profesora, antes de casarse laboró como docente, cuando se enamoró de quien fue su esposo, su padre no estaba de acuerdo, pero cuando nació su primogénito Leandro Raúl, cambiaron las cosas, cargaba a su nieto y le llevaba agua en pimpinas para que se bañaran, estuvo muy atento en una ocasión que operaron de apéndice a su yerno Raúl.

Le indagamos a mi homenajeada sobre quienes fueron sus mejores amigas y responde: Elizabeth e Inesita Gutiérrez, Ena, y Elvia Sierra, y su comadre querida Dilia María Hinojosa Sierra “Yiya”, eran confidentes, se querían muchísimo.

ANÉCDOTAS: Su hijo Carlos Manuel jamás olvida, un acontecimiento que ocurrió a media noche, Joaquín, su hermano era sonámbulo, y entro al cuarto de sus padres y tomó un vestido de su madre y se lo puso, se paró al frente de la cama de sus progenitores y don Raúl que se dio cuenta de aquello, no tuvo más que hacer, sino reír y llama a su esposa y le dice: Maye, Maye ve y esa no eres tú la que está parada ahí al frente.

En otra ocasión don Raúl escuchó que en la madrugada abrían la puerta, y llama a su esposa, ve Maye ve a darte cuenta que parece que se salió un muchacho, en efecto era Raúl Eduardo, que salió sonámbulo y comenzó a correr y su mamá detrás, solo gritaba hui, hui, en su carrera tropezó y se rompió el talón con una piedra, solo en ese momento lo pudo alcanzar y traerlo nuevamente a su casa.

Dialogamos con Cesar Hernán Sierra, (Checha) y le solicitamos que por favor nos hablara un poco de su madre y esto nos dijo: Es la mejor madre del universo, un alma de Dios, una mujer luchadora, incansable, y amorosa, que sabe a qué vino al mundo, la mejor de todas, la que se ha entregado de alma, corazón y vida a la crianza de su hijos, para que sean ejemplo en cualquier lugar del mundo; es la mujer más sensible que he podido conocer, se preocupa y le afecta mucho los problemas de los demás, está hecha de pueblo, nadie la desprende de su amada Junta, el pequeño terruño que la vio nacer, y al que le debe todo, es tan Juntera que su mayor felicidad en estos momentos, es sentarse en la puerta de su casa ubicada a escasos metros del parque del Cacique a responderle a todo el que pasa por el frente de Ella, es la mujer más dichosa cuando la saludan y le dicen con cariño: “adiós señora Maye”.

La gran Maye Daza como muchos le dicen, es una mujer hogareña, incansable, temerosa de Dios, practicante de la religión católica, durante mucho tiempo vendió leche por potes, y su generosidad la conllevaba a dar ñapa, talvez por este motivo la leche cuando Ella la despachaba no rendía, pero que la gente quedara satisfecha la hacía muy feliz, tenía el molde para hacer caramelos, y todas las tardes vendía un centenar de ellos, le fascinaba barrer el patio y el frente de su casa con escoba de yerbitas, en verdad una persona muy sencilla y a la que quiere todo el mundo en su amado terruño, sus hijas e hijos la invitan a Riohacha, Barrancas, San Juan donde residen pero ella no cambia la tranquilidad, frescura, y paz que le da su adorada casa de La Junta por nada en el mundo.

Familiar y muy fraternal Crónica la de esta semana, enalteciendo a una infatigable, y persistente matrona Juntera, que se desvive por ver feliz a los demás, su esposo en varias ocasiones fue Corregidor de su natal La Junta, y su papel como primera dama de la población lo desempeñó con lujo de detalles, conservando siempre su imagen de mujer intachable, caritativa, servicial, aquella que disfruta haciendo favores y ayudando a sus vecinos y paisanos en general, su familia para Ella es fundamental, lo más valioso y grande que le ha regalado Dios, por medio de esta narración colmada de sinceridad, cariño y afecto, quise realizarle un homenaje en vida como se debe a mi queridísima madrina de bautismo, le imploro a papa Dios me le regale muchos años más de vida para seguir disfrutando de su inmenso amor y ternura, su vida ha sido ejemplo de dignidad, decencia y pundonor, un abrazo inmenso de admiración y gratitud, mil bendiciones.

“EN LA VIDA TENGO MUCHAS COSAS VALIOSAS, PERO LA MÁS PRECIADA DE TODAS ES MI FAMILIA”

Con sentimiento de afecto, respeto y cariño, escribió y difundió: “El Juntero Futurista”.

Dr. José Jaime Daza Hinojosa

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