NACIÓ EL SALVADOR

En estos días visité San Juan, fui con el único objetivo de dar dos pésames, a Raque mi amigo del alma, que perdió a su mami, La Morena, quiero abrázalo, hasta que se ahogue y a Mi Socia Turca, Chalia, Noli, Chile, El indio, los Daza Maestre; mis amigos entrañables, Los hijos de Juana, mi querida Juana Maestre, que descansó en La Paz del Señor a sus 90 años. Me le quité del lado a mi socia cuando empezó la misa y me salí de la misa apenas terminó, porque desde que llegué fue aguantando, no se me fuera a desatar el nudo que me causa los pésames, los velorios desde que murió mi mama, sin tilde.  Ni que decir de lo reciente que está la partida de Armando mi hermano, y pa’ rematar, partí a Riohacha justo después de abrazar a mis vecinos Enoc y Neida, que acababan de traer el cuerpo de Rafita, su hijo, mi vecinito de toda la vida, que se lo mataron para robarle. ¡Que injusticia! ¡Tan joven a sus, apenas, 25 añitos!  Verlo, me había revuelto la muerte de mi pelaito Rafael Guillermo, que hace 15 años, se lo llevaron las aguas lluvias de un canal fluvial en Medellín, dejándonos, como están Enoc y Neida ahora. Estaba con el alma enredada, en cualquier momento se desbordaba el caudal de mis ojos, en misa más de una vez se vaciaron; eran demasiados dolores juntos.

No iba a ser buena compañía para ellos que necesitaban aliento, paz, consuelo. Así que le pedí a Vicky mi hermana que me ayudara y ella que si sabe lo que me alivia, me llevo pa’ La Peña. Le escribí a Raque para ir a asfixiarlo con mi abrazo y no me respondió y mejor así; de habernos visto aun estaríamos abrazados. Mientras Vicky terminaba de definir cosas de acción comunal, Ocha y yo caminamos hacia La Casa De La Güelita. Mire el cielo “cargado de estrellas, en noche veranera” ¹ de diciembre y grite: “El Cielo Del Mundo” ² recordando a Poeta de San Bernardo; J J Guerrero que un 27 de noviembre bautizo el cielo de La Peña como El Cielo Del Mundo, al ver su belleza sin igual.  Ese es para mí el poema más hermoso que se haya escrito jamás. Caí en cuenta que era diciembre y que no había visto ni una lucecita de navidad en La Peña. Pensé que la época decembrina siempre fue muy feliz en mi pueblo.  Tanto que aquí estoy tratando de recordar si he tenido navidades tristes; porque alegres todas las de niña. Anhelaba diciembre por las vacaciones se llenaba el pueblo de gente que regresaba, sobre todo mis hermanos, por lo festivo, generoso y abundante de la época, habían regalos, ropa nueva, comida diferente, arbolito, pesebre, era como bonanza.

Es la hora y el olor a nuevo es sinónimo de diciembre.  Para entonces vivía las tradiciones y la alegría que desde niña me causó la temporada no era por celebra el nacimiento del salvador, si acaso relacionaba una cosa con la otra. Escuchaba y repetía frases que tenían un sentido muy distinto al que tienen ahora. Oí decir y dije muchas veces:

– ¿Que te trajo el niño Dios? O ¿Qué te pusieron de aguinaldo? Claro para mi nada tenía que ver el niño en pañal que se colocaba el 24 a las 12 en el pesebre, con el niño que cargaba los aguinaldos (que nos entregaban por habernos portado bien) y pasaba por la madrugada pasando por cada hamaca dejando un juguete. ¿Cómo crees que un bebe recién nacido iba a poder caminar con esa bolsa llena de juguetes casa a casa en La Peña?  ¡Imposible! Solo grande relacioné a los dos niños, y entendí que nos daba regalo como celebración de su cumpleaños, no, si nos pastábamos bien. Más grande entendí, que el niño nos traía los regalos, que era una trampita de mamá y papá para cumplir una tradición y más grande aun ya mayor entendí que el niño no nació ese día tampoco.

Debo decir que no sufrí decepción al darme cuenta, al menos no recuerdo haberme traumatizado cuando uno de mis hermanos, no recuerdo vual, dijo que había abierto un ojo y había visto a mi mama dejando los juguetes debajo de casa hamaca. Con cierta nostalgia de aquellos tiempos y digiriendo aun la sensación de que a La Peña no le había llegado el espíritu de la navidad, cuando llegó Vicky por mí para devolvernos a San Juan.

No volvimos a tocar el tema del aparato que se movía delante de nosotros en el camino de ida a La Peña, con haber dejado a los peñeros con los que nos reunimos asustados y haber sacado los miedos de las cosas que ven en el pueblo era suficiente. Hablamos de tenas más alentadores. Al llegar llamamos por teléfono a nuestros esposos, les contamos la experiencia (que esta para otra crónica de espantos) tomamos té y nos acostamos, yo me dormí en la madrugada, pero no pensando en espantos, sino espantando unos que tenía pendiente.

Al día siguiente acompañé a Vicky en su ritual de despertar que va de tomar agua solarizada, limón con aceite de oliva, tomar él te mientras oramos y leemos la palabra que se cierra con la foto consabida. Esta vez trajo batas blancas y gorros navideños.  Hablamos de la palabra y llegamos al tema del nacimiento del salvador, que no nació el 25 de dici6 y que entendiendo los tiempos debió nacer en abril, le explique que esas fechas las había implantado la iglesia católica, al igual que la fecha de su muerte que era tan incierta que podía ser cualquier fecha siempre que fuera un viernes, 40 días después del miércoles de ceniza. Le expliqué cómo funciona el calendario hebreo que fue bajo el cual nació Jesús El Cristo. Dejando clara la verdad, llegamos a una conclusión; reconocimos que el hecho mismo de que el planeta entero se ponga de acuerdo para celebrar su primera llegada, causa un impacto espiritual y emocional fuertísimo. Que tenemos que ser entendidos en los tiempos y aprovechar la disposición del corazón de la humanidad para recordar que celebramos.

Celebramos el cumplimiento de cada profecía y cada promesa de Dios nuestro padre, manifestada en Cristo, Nuestro Salvador, la paz que nos da sabernos libres de una deuda que era impagadera y que su GRACIA la cubrió una vez y para siempre, POR AMOR.

Celebramos el amor de CRISTO por cada uno de nosotros en particular.

FELIZ CELEBRACIÓN DEL NACIMIENTO DE NUESTRO SALVADOR.

Si aún no le has dado la bienvenida a tu vida confiesa en voz alta y con fe: Señor Jesús, hoy comprenso tu acto de profundo y gran amor por mí, sé que perdonaste todas mis culpas, liberando mi alma, al llevar sobre tu cuerpo mi pecado. Gracias por ponerte en mi lugar. Hoy te doy el lugar que te corresponde en mi vida. Te recibo en mi corazón como mi señor y si salvado personal. Escribe hoy mi nombre en el libro de la vida y séllame con tu Espíritu, para que me convenza de que soy hijo de Dios, gracias a ti. ¡Amén!

Noralma Peralta Mendoza

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3 comentarios de “NACIÓ EL SALVADOR

  1. Francisco Javier Pérez Florez dice:

    Excelente crónica mi Seño! Usted como siempre, regalándonos un poquito de su conocimiento y pasión, siempre le voy a dar gracias a Dios por haberla puesto en mi camino! U fuerte y respetuoso abrazo mi Seño!!!

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