No, esto no es una apología a la falta del perdón, al resentimiento o al rencor, todo lo contrario, como leerás a continuación.
En Mateo 6:9-13, se encuentra el modelo de oración que Cristo nos enseñó: el “Padre Nuestro”, en la cual, en su versículo 12 dice: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”. ¿Has sido consciente de estas palabras? ¿o solo te limitas a repetirlas sin una verdadera compresión de lo que dices y con el corazón dispuesto a perdonar realmente a tus deudores, a quienes te ofenden?
Al decir “como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”, estamos diciéndole a Dios: “Señor, si yo siendo pecador, humanamente frágil, he perdonado la falta de mi prójimo, tú, que eres bueno y piadoso puedes perdonar la mía”. No podemos pretender que Dios sea misericordioso con nosotros, cuando nosotros no somos misericordiosos con los demás. Sería muy egoísta, incluso cínico de nuestra parte, pretender que Dios perdone nuestros pecados, mientras endurecemos el corazón en contra de aquellos que han pecado contra nosotros.
Seguidamente, en el mismo capítulo, el versículo 14 reza: “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. 15 Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.
Como se lee, el perdón del Padre parece estar condicionado al perdón que le extendemos a los demás, por eso, no pidas perdón a Dios si antes no has perdonado a tu prójimo.
Ahora, es cierto que hay ofensas que destrozan el alma, pero eso no quiere decir que no puedan ser perdonadas. Se puede perdonar aun con el corazón dolido. Dios entiende tu dolor, conoce perfectamente que hay cosas que no pueden dejar de doler como por arte de magia, pues requieren del tiempo, de oración y sobretodo de voluntad para que el corazón sane. Pero el perdonar es una decisión que más temprano que tarde, traerá alivio al alma en lugar de seguirla lastimando, alimentando un dolor o enojo, que se extiende en el tiempo por la falta de perdón.
Oración: Padre, he pecado contra ti, necesito que me perdones por __________ (Confiesa ante Dios tu falta), pero antes perdono a __________ (Di el nombre o nombres de la (s) persona (s) que te ha (n) ofendido), me duele lo que me hizo y quizás me siga doliendo por algún tiempo, pero a pesar de ello la libero de mi rencor, sé que con esta decisión tú me ayudaras a sobrellevar esta carga, a sanar ni corazón y finalmente ser libre. Amén
Jennifer Caicedo