En las últimas semanas uno de los asuntos más comentados en Colombia es la validación social que en los departamentos del país realiza la DNP del Plan Nacional de Desarrollo, el vacío no está en el documento en sí, ni en el grupo de expertos que participaron en su elaboración, sino en la concepción misma de este instrumento de gobierno: el Plan Nacional de Desarrollo en Colombia tiene una vigencia de sólo 4 años, que es lo que dura un mandato presidencial, este corto tiempo va en contra del mismo precepto establecido en la Constitución Colombiana de 1991, que señala: “… Habrá un Plan Nacional de Desarrollo conformado por una parte general y un plan de inversiones de las entidades públicas de orden nacional. En la parte general se señalarán los propósitos y objetivos nacionales de largo plazo, las metas y prioridades de la acción estatal a mediano plazo y las estrategias y orientaciones generales…” (Constitución Política de Colombia, Art 339). si la Constitución indica que el Plan Nacional de Desarrollo debe marcar los propósitos y objetivos nacionales de largo plazo; dado que la misma constitución lo establece, los mandatarios debemos establecer programas planificados y una estructura de visión de largo plazo desde el ejecutivo, omitir esto y realizar nuestras políticas en función al color político de nuestros gobernantes sin un norte de largo plazo, nos ha pasado factura a lo largo de la historia, condenándonos a un desarrollo sub normal y la única manera de conseguir un desarrollo estable y sostenible es con instituciones sólidas y una visión que nos guie más allá de un periodo de gobierno.
Miremos alrededor y revisemos las economías asiáticas, donde países como Corea del Sur o Singapur demuestran el poder que tiene el generar una visión de largo plazo y políticas que trasciendan gobiernos para realizar la misma, por medio de una estrategia futurista. Estas economías muestran sorprendentes resultados de estos planes a largo plazo y más cercano aun y acorde con nuestra idiosincrasia, está la ciudad de Barranquilla, que en 20 años ha tenido el desarrollo planificado que sus raizales anhelaron, impulsado por la continuidad y planificada gestión de sus administradores, que decidieron ampliar el espectro de planificación, lo cual es el ejemplo a replicar, así las cosas, la prospectiva es una herramienta clara, que lleva a dirigir los procesos estratégicos de generación de visiones de largo plazo, hoy Barranquilla está viviendo el cambio de actitud de su población en general.
En este contexto, la prospectiva, como disciplina brinda tanto a los técnicos como a los tomadores de decisiones, una herramienta clara, que lleva a dirigir los procesos estratégicos de generación de visiones de largo plazo, que debe ser más difundida y empleada para las altas decisiones seccionales, dado su carácter participativo y de construcción de futuros posibles, es hora de que La Guajira cambie su rumbo y se enfoque en una NUEVA ESTRATEGIA, a la que apuntaremos en el mediano y largo plazo, para posteriormente poner todos los esfuerzos en conseguirlo, que debe estar reflejada en grandes resultados y realizaciones sociales.
Mi propuesta es que entre todos construyamos un plan de gobierno a 30 años para La Guajira, que se convierta en una política departamental. que exija la continuidad por parte de todos los mandatarios entrantes para que el progreso no se detenga y los recursos no se pierdan con programas cortoplacistas, este plan de desarrollo a 30 años, lo construiremos todos los guajiros poniéndonos de acuerdo en cómo queremos ver nuestro departamento en el futuro y si es necesario buscaremos la asesoría de expertos que han diseñado estos planes en otras latitudes y han sido un éxito total. Los planes de desarrollo a Largo plazo son hoy por hoy la herramienta más segura para avanzar hacia metas definidas y concertadas con la comunidad, que nos garantizan que los recursos departamentales serán invertidos en lo que la gente quiere y en cómo la gente visiona su localidad a largo plazo, Los recursos se optimizan y se potencia su valor en el tiempo. El documento final será llevado a una política pública de obligatorio cumplimiento por los gobernantes posteriores a mí y deberán continuar con las metas y planes definidos en este documento que será construido entre todos los Guajiros con una visión a 30 años.
En el momento de construir nuestros planes de desarrollo recorreremos todos los rincones de nuestro departamento, poniéndonos de acuerdo bajo el concepto de gobernanza que implica una visión de sostenibilidad administrativa acompañada de la toma de decisiones conjunta entre administradores y administrados, de esta manera nuestro departamento tendrá asegurado su desarrollo continuo y sostenido hacia la visión que entre todos habremos construido, hecho por sus propios protagonistas.
¡Es mi palabra!!!
Jairo Aguilar Deluque