A más de uno nos tomó por sorpresa cuando fue anunciado con un alto contenido de publicidad como el aspirante del Uribismo para las elecciones presidenciales el entonces Senador Ivan Duque Marquez estaba nutrido el grupo de aspirantes, era el favorito para dicho cargo del personaje público que más pasiones genera hoy por hoy en el universo Colombiano el señor Alvaro Uribe Velez, fue elegido candidato único del Partido Centro Democrático después de una votación interna donde la mayoría sabía que saldría victorioso. Se hizo notorio su paso por el congreso por abanderar la oposición al gobierno de aquel momento Juan Manuel Santos, fue de sus más firmes críticos, de igual manera se consolidó como un vástago contradictor del Proceso de Paz de la Habana fue un guerrero feroz de la campaña por el NO a la implementación de los mismos (por eso su empeño por acabarlos). En esos tiempos gozó de ser elegido por sus compañeros como el mejor Senador de la República.
Tenía un futuro promisorio el joven y carismático político además de contar con la aprobación irrestricta de su jefe de partido. Comenzó una campaña de menos a más en un principio no lideraba las encuestas, realmente poco se conocía de él, no pasó mucho tiempo en que los fieles y casi que idolatras del expresidente (para no herir susceptibilidades) empezaron a verlo como el que continuaría ¿recuerdan esta frase? con la mano firme y el corazón grande era un “gran Salvador” de la teoría infundada que íbamos para una segunda Venezuela, en el cual había que detener toda idea de expropiación de tierras, recuperar la patria de un gobierno izquierdista, chavista (según la ultraderecha),y después de haber sido entregado a la subversión por el traidor de Santos, solo hay que recordar el aterrador discurso sin precedentes en una gala de posesión por un Presidente del Congreso como el expuesto por el dueño de las “jugaditas” el señor Ernesto Macías Tovar quien le recordó a que debía enfrentarse, y casi que lapidó como debía ser su paso por la Casa de Nariño.
Fue descaradamente el consentido de los medios de comunicación, no tenían la mínima intención por ocultarlo, algo inédito para los que veíamos como la poca objetividad de la información tomaba partido, resumiendo sus propuestas de campaña las que todavía sigo sin entender escuchamos la innovadora economía naranja, varios días sin IVA al año, generar empleos dignos, eliminar las mermeladas, las corruptelas del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial No al Fracking, más oportunidades para los menos favorecidos y etc. etc. etc. Se veía tan bonito, verdaderamente un futuro restaurador, aterricemos nada más lejos que una ilusión, la deuda esta entera.
Duque permanentemente ha expresado que poco le quita el sueño lo que pueden llegar a decir sus detractores lo demuestra muy bien con las embarradas que comete. Son dos años de gobierno y todo lo prometido ha quedado en las memorias noticiosas, ha pasado este tiempo tratando de mantener contento a quien lo llevo al poder y a su partido político que según dicen, de puertas para dentro nada parece mantenerlos a gusto, siempre explicando a su parecer como actúa el Presidente buscando justificar sus aciertos y desaciertos. Ha sido un periodo de improvisación, cambios de gabinete, han desfilados por los ministerios personajes que ni fu ni fa, cada uno habla por su lado parece no haber un eje central que guie y direccione su equipo de trabajo, ha experimentado la mayor movilización social que haya tenido un jefe de Estado en los últimos tiempos, su reforma tributaria aniquilada por la Corte por sus increíbles errores de forma, unas fuerzas militares que parecen copiarse a sí mismos más que al propio Jefe de Estado, chuzando ilícitamente a periodistas, políticos de oposición a sus espaldas, o por lo menos eso nos hace creer, si al Fracking, estaríamos a puerta de una reforma pensional y laboral con la que respondería a sus financiadores de campaña y por cuenta del Coronavirus ha tenido que aplazar, no olvidar, y en cualquier momento tendrá que debatirse en el Congreso. En los últimos días ha sido noticia y acusado por el escándalo de la Ñeñepolitica y por causa de esa justicia que hoy critica, no avanza, esa justicia que le ha hecho olvidar que es el Presidente de los Colombianos de los de derecha y de izquierda, de los de centro, de aquellos de pensamiento libre, de negros de blancos de todos, se le olvidó que este es un país pluralista, democrático, un Estado de Derecho, que su principal función es hacer prevalecer el cumplimiento de la ley, defender la independencia de poderes, nunca pensé que pudiera “opinar desde su postura personal” como deben actuar los jueces, él que debió hacerlo con prudencia llamando a la unidad y el respeto por la institucionalidad por el contrario no superó su propio desafío de demostrar que podía pasar la prueba más letal de su gobierno con imparcialidad y objetividad enfrentando la polvareda noticiosa de los líos judiciales de su mentor político el expresidente y senador Alvaro Uribe, esa que ha mantenido a más de uno ansioso y a eso le sumamos la crisis económica y social que se recrudecerá en los próximos meses según expertos, a menos que se reinvente un verdadero revolcón económico que encamine este barco.
En esta radiografía de dos años de mandato Colombia espera y necesita ver un líder, un gobernante que tome las riendas del país capaz de unir su gente dividida por las ideas extremas , polarizado, bastante envenenado en gran parte por la estrategia utilizada por su colectividad en una carrera de ochos años de oposición, que demuestre que su paso por el Banco Interamericano de Desarrollo fue meritorio y no como cuota de un conocido, que estos dos años que le falta sea el director de la orquesta, el que da las ordenes , que promueva la Democracia participativa que escuche esas voces que se quedan apagadas a espaladas del Estado, que salga de su guarida y se unte de pueblo entienda y atienda las verdaderas necesidades de su gente golpeada por años de olvido de sus gobernantes, por una pandemia, que controvierta con hechos que el país no le es demasiado grande y que se dedique a gobernar con todos y para todos, hay quienes creen que pudiéramos estar peor, lo cual me suena a conformismo ideológico pues sinceramente no es lo que uno espera. Hoy me pregunto ¿A dónde nos lleva Presidente Duque? una gran lista de la desventura de un futuro anunciado.
Una vez más Que Dios te cuide, me cuide y nos cuide a todos.
MILKA PATRICIA SOLANO GOMEZ
Contadora Pública
Excelente apreciación, más claro no puedo ser el artículo, una radiografía de quién ostenta el cargo pero no administra ni gobierna.