SANTA MARTA ¿CELEBRACIÓN O CONMEMORACIÓN?

En las últimas horas ha surgido una controversia entre personajes de la vida nacional que involucran al cantante Carlos Vives y al propio ministro de Culturas, Juan David Correa, acerca del sentido que otorgamos a hitos históricos como el de la fundación de Santa Marta en 1525. Como sucedió en 1992 con el llamado Encuentro de dos mundos, usualmente surgen dos interpretaciones extremas. Por un lado, está la interpretación que percibe a esa parte de la humanidad que habitaba en este continente como el Otro Salvaje. Seres sin lenguas, sin conocimientos ni historia, lo que justificaba su sometimiento y su esclavización.

Vista de esta manera, la fundación de Santa Marta implica el ingreso de la “civilización” por dicha ciudad. Aquí, el territorio en donde esta ciudad es erigida es percibido como un vacío. La otra perspectiva ampliamente extendida es la que ha expresado el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. En esta, prácticamente se niega la existencia de las instituciones hispánicas, se exige que el gobierno de España pida perdón a los indígenas y se plantea una visión simplista y altamente ideologizada de la historia.

Ha dicho el arqueólogo francés Eric Taladoire, en su libro De América a Europa, que las expediciones de Colón desencadenaron trastornos sin precedentes en el Homo sapiens. Durante el siglo XVI, afirma este autor, los seres humanos se expandieron a los cuatro rincones del mundo como dados en una mesa de naipes. Circularon personas, especies vegetales y animales junto con ideas, instituciones, artefactos y enfermedades. Esta compleja interacción humana tuvo entre sus diversas facetas una dimensión violenta y conllevó, en regiones como el Caribe, la negación de la humanidad del otro. Este proceso generó insospechadas mixturas humanas e inmensos retos para diversas sociedades como el de encontrar su propio lugar en un universo heterogéneo, tenso y cambiante. La capitulación de conquista y poblamiento, otorgada a Rodrigo de Bastidas, debe ser entendida dentro de este amplio marco de la historia de la humanidad.

Esto nos lleva a plantearnos varios interrogantes ¿Quién tiene el poder de decidir cuáles son los hechos que debemos conmemorar y cuáles podemos confinar al olvido o situarlos como una simple nota de pie de página en la historiografía oficial? ¿Por qué conmemoramos? ¿Cuál es la importancia de las conmemoraciones? Conmemorar no significa necesariamente celebrar a través de actos efímeros y banales, como el lanzamiento de una bengala o un buscapié. Tampoco se reduce a una breve sucesión o serie de actos ceremoniales, como el descubrimiento de una placa. Las conmemoraciones, afirma el historiador Geoffrey Cubbit, buscan hacer del pasado no un pasivo, sino un espacio de referencia y un activo social en la conciencia ciudadana. Ellas buscan balancear un sentido de lo primordial con la dirección que desea tomar una sociedad.

En cada acto conmemorativo podemos reexaminar las fuentes y reelaborar el sentido en que ha sido estructurado el pasado. La gobernación de Santa Marta, una entidad territorial hispana en América, es clave para entender cómo se configuró territorialmente a lo largo de varios siglos la república que hoy llamamos Colombia. Ello incluye la exploración y navegación del río Magdalena y el poblamiento de la sabana de Bogotá en 1538.

El Ministerio de Cultura no debe restarle importancia a este evento histórico. Puede y debe vincularse al proceso conmemorativo estimulando las investigaciones y publicaciones en el campo de la arqueología, la historia, la lingüística y la etnografía de esta área del país. Los procesos conmemorativos están conectados con un sistema extenso de sentidos. Ellos nos abren las puertas a un denso reservorio simbólico para poblar el futuro, revisar el trayecto que hemos recorrido hasta hoy y lo que hemos alcanzado como sociedad.

Weildler Guerra Curvelo

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Un comentario de “SANTA MARTA ¿CELEBRACIÓN O CONMEMORACIÓN?

  1. Hugo Antonio Puche Campuzano dice:

    No sé puede celebrar el sometimiento,exterminio de un pueblo,su lengua,su cultura y firma de vida por parte de un estado extranjero q avasallo nuestras familias lingüísticas,fue un hecho feroz q nunca ha sido reparado,ni perdonado por nosotros ..

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