¡SHENDO EL GRANDE!!

Era viernes por la tardecita, pelaba unas yucas, rogando a Dios que salieran buenas. Es mi costumbre hacer los oficios acompañada de música o series, como  había tomado  decisión de escribir por fin una crónica a @Shendoromero que tengo en ciernes hace más de un año, Pa’ entoná, me puse a escuchar sus clásicos, en esta versión que te recomiendo la escuches con prevención, si no quieres que se te enrede el alma en momentos vividos y termines con un trozo en la garganta, que no se te va a quitar a menos que las dejes rodar; son lágrimas buscando salida, si las contienes de los ojos, bajan a la garganta Pa’ salí en forma de sollozo o “coraje” como decimos en mi tierra, a esa sensación de ahogo provocado por sentimientos  demasiado fuertes, contenidos.

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Yo soy de las que recreo en imágenes lo que leo o escucho, así que en cada canción, me imaginaba el sentimiento en el alma de Shendo, me ponía en su lugar y terminaba con la garganta atiborrada de sentimientos que buscaban espacio para salir de mi mente.

Yo se que te voy a encontrar esperándome siempre. Entonces que me importa el mundo si tu amor vendrá…  y me imaginaba a su novia flaquita y tierna, vestida de un rojo coral, sentada en un tronco, debajo de un palo de almendro, mirando los claros de luna que se hacen en el suelo, de las calles de poesía de Nando Marín. Y al ratico ya no era ella, sino él:  Mueran los luceros y nuevamente la noche negra se abrace a mi, que se acabe el mundo de un cataclismo si no te espero con más amor… ¡Coge nojoda!!  que juramento tan bravo!! Y menos mal lo cumplió, si no el mundo no existiera. Me “pinto” a Shendo Un “indiesito” con carita serrana, sintiendo que sus palabras que son flores, caen al río; imaginando en cada verso que la poseía, mientras ella penetra su corazón con su mirada. ¡Que escena!!  Ustedes se ríen, pero a mí se hincha el pecho de emoción y sufro con Shendo, el anhelo loco de hacerla su mujer, estando ella lejos, al punto de sentir la certeza de amarla cada vez más y jurarlo, exponiéndonos a todos a un cataclismo. Lo veo alzar la mano diciendo adiós, y caminando a la sierra silbando una melodía cantarina, única, quizá la más bella de todas las que llegaron del universo de las melodías al corazón de Shendo y una frase revoloteando en su mente

Y te voy a adivinar las noches que al partir te hablaban de mi ausencia… se por tu dulce mirar que puedes comprender lo que nadie comprende … no se qué penas me enloquecieron no se a que penas le estoy cantando…

Se que no era esa, pero Soraya no tiene esa melodía que me envuelve, como Romanza, Villanuevera; ¡Uuuuuuffffff que melodías!! Junto a Copitos de Pino, mis favoritas, melódicamente hablando son de un toque especial, fresco como el rocío que te riega la cara frente a una caída de agua; y en cuanto a contenido, a mi juicio, que no soy experta, pero me las tiro, son canciones que no están influenciadas, son sencillas, muy verdaderas, que salieron directo del corazón, sin intervención del cerebro, sin premeditar su efecto poético, solo dejando salir el sentimiento en cada verso. ¿O usted cree que decir Como naranja dulce que se ha madurado entre las ramas, te ves bonita sin ser naranja, me causa gusto tenerte a ti… es Pa’ Juga al voltea’o? ¡Eso se respeta!! ¿Usted sabe lo que es describir cantando y con una melodía divina, el sabor de la mujer que amas, comparándolo con el de una naranja que se coge madura de la rama, con ese sabor perfecto, sin el golpe de la caída; de mañanita, ¿Cuando el frío de la madrugada en la sierra, ha hecho su efecto refrigerante? ¡Eso no tiene nombre!! ¿Que nombre se le pone a esa sensación de sentir su redondez fresca en la mano, oler ese aroma exquisito a frescura intensa, quitar la cáscara con desespero para llegar al momento imperdible de abrir y devorar cada gajo lleno del más delicioso jugo? ¡Ay Dios mío!! Eso solo lo puede describir un poeta consagrado, el mayor de todos en el Vallenato, porque el alumno superó al maestro.   Y como la imaginación es mía, quiero pensar que mientras Shendo se comía la naranja dulce; en otro plano, en una cocina de bahareque, huele a café en ollita, a arepa de queso en parrilla, con brasas suaves Pa’ que no se asen arrebata’, a leche recién ordeñada empezando a hervir y a cebollín sofrito para unos huevos criollos, que las gallinas regalaron el día anterior. Si usted no ha vivido esto, usted no sabe lo que es delicias y quizás piense que Copitos de Pino no le ve una a Mi Poema

Teniendo a el autor de la más sencilla y tierna canción de amor, frente a mi, obvio que quise saber cómo nació y cantarla con él.    Shendo que es el ser humano más sencillo del planeta me hizo el regalo más bello que podía hacerme; bueno, hacernos, porque yo andaba con mi papá Juancho, mi hermana Rosa Paulina y mi Esposo Nelson José. Todos que no cambiamos de la felicidad de tener a Shendo pa’ nosotros solitos.

Me contó Shendo, que en 1980, cuando apenas yo tenía 10 años y no había salido de La Peña, pero conocía el mundo a través de la música, él cometió el error más viejo  que puede cometer un hombre.

– Cual es Nelson? Inquirió a mi esposo.

– Enamorarse de una mujer ajena.

– Enamorarse de una mujer! ¡No de una mujer ajena no! ¡El error más viejo es enamorarse de una mujer! ¡Y lo tengo como un error porqué yo me enamoré de una mujer blanca y yo era negro y los negros no tenemos derecho de enamorarnos de una mujer blanca! Y yo tuve que sacarla de la universidad y salirme yo, para llevármela; porque nosotros habíamos acordado que si se oponían nos volvamos y nos fugamos, pa’ Bogotá. Un tiempo después, yo fui a SAYCO a cobrar unas regalías y me encontré que el presidente era el doctor Jorge Villamil, y yo pensé este es el que me va a arreglar el problema. Entré y le pedí ayuda, le expliqué: “Maestro es que yo me saqué Una muchacha… El papá me anda buscando, el anda arma’o y eso es peligroso maestro, y yo quiero que usted hable con él y  le diga que ya nos casamos que nos deje tranquilos”

Le mostraron la partida de matrimonio al maestro para demostrar la veracidad de los hechos y el Maestro se conmovió ante la joven pareja de amantes y le pidió a Chay que le marcará a su papá, para hablar con el. Apenas el señor Enrique le escucho la voz, le pregunto dónde estaba, para irla a buscar y rescatar a su niña consentida, pero Chay estaba enamorada y dispuesta a defender su matrimonio.

– Estoy aquí en Bogotá papá, estoy bien, aquí estoy con el maestro Jorge Villamil y se lo voy a pasar que el le quiere decir algo. Nerviosa le pasó el auricular al maestro.

– ¡Alo!! Señor Enrique, Soy Jorge Villamil presidente de SAYCO y aquí está Rosendo que es miembro de esta honorable institución y me dicen que usted los anda buscando armado.

Enrique que obviamente debía ser amante de la hermosa música del maestro y seguramente cantaba en la terraza del patio acompañado con guitarras sanjuaneras, Espumas, Llamaradas, Oropel, no podía creer que estuviera hablando de tu a tu con el consagrado autor y sintió vergüenza de sus actos.

– No señor! armado no, sino que el se llevó a la hija mía y yo la tengo que buscar, pero no armado, maestro, no no no

– Bueno ellos están casados, déjelo tranquilo, ¿usted no se ha enamorado?

– Si de la mamá de ella y nos casamos

– Bueno ellos también se casaron, se aman, déjelos tranquilo

– Si maestro, siendo así, no hay problema.

Arreglado el chico, Shendo y Chay se quedaron viviendo un tiempo en Bogotá. A Chay le sobraba ciudad y a Shendo pueblo, acostumbrado al canto de los pajaritos al despertarse, Y a la mirla por la media noche, al murmullo del rio, la grifería de los pericos y los monos aulladores, no le brotaba la inspiración en la selva de cemento, tenía la musa con él, pero le faltaba ver salir el sol, el olor a flor de naranjo, de azar y azucenas. No era lo mismo tomar ajiaco, que el sabor de la sopa de gallina con malanga, hecho en el fogón, por la vieja Ana Antonia, en la serranía del Perijá.

“Estaba enamorado, pero me faltaba mi ambiente, el paisaje y yo le preguntaba a ella que hago para componer y   Ella me decía: “Ay Gordi mira que hermosos los copintos de pinos, son muy bellos, mira que ellos echan un corpiño hermoso, que parece cuando la ardilla encrespa la cola”. Me quedé mirando los pinos y si eran bonitos, pero no eran como el paisaje de allá, entonces la miraba a ella y ella si era el motivo…” terminó de relatar Shendo y empezamos a cantar frase a frase la canción que compara los paisajes y define que son sus besos los que le dan el sabor a su tierra, que en ella está la razón de su canción que tanto me gusta.

En estas montañas no hay caracoles de mar, ni mis playitas de allá, de arenas blancas

Que me den tus besos sabores frescos del mar para poderme inspirar con sentimiento 

Ay copitos de pino que son adornos de sacro monte y hay veces en las ciudades se ven bonitos y donde vaya serán reflejo de esta tonada que será siempre de ti

Como naranja dulce que se ha madurado entre las ramas, te ves bonita sin ser naranja, me causa gusto tenerte a ti

Y en ti todo es un motivo para cantar conmovido

“Esa es la razón por la que yo escribo copitos de pino, y lo hago en Bogotá. Es una canción que te refleja el paisaje de allá y es que yo siempre he sido paisajista, ¿sabes? Porque pienso que una canción sin paisaje es una canción vacía.”

Vuelvo a cantar el verso: hay veces en las ciudades se ven bonitos y donde vaya, será reflejo de esta tonada que será siempre, siempre de ti, remarcó y le pregunto, de tu esposa, ¿cierto? ¿Y fue tu único matrimonio? A esas alturas yo creía que la mujer que había saludado al llegar era la dueña de mi canción.

– No, porque yo me enamoré de una mujer que le daban Vacaciones en Europa, una mujer que tenia medios económicos y yo no tenía, por eso te digo que fue un error, porque si yo me hubiera preparado primero, yo hubiera sido un profesional y hubiera respondido mejor… Nosotros llegamos a vivir a Barranquilla, en un apartamento que nos regaló su papá en un sitio exclusivo en barranquilla, pero yo lo único que tenía era mis regalías y me las pagaban a precio de gallina flaca, con tremendos éxitos, pero las regalías se las robaban.  Nosotros vivíamos de milagros, yo vendía a la Olímpica plátano, coco, tomate de árbol, limón que traía de Maicao, frutas venezolanas.  Después me empezaron a contratar para cantar, la primera presentación fue en Venezuela, me pagaban muy bien, ya empezaba a tener para darle a lo que estaba acostumbrada pero ya traíamos problemitas y se reventó. A los 10 años nos separamos, no nos dio resultados, ella cogió por su lado y yo por el mío.” Relataba Shendo la historia de un amor que produjo esa y otras hermosas canciones que son joyas del vallenato, como A Dos Voces.

Podría terminar aquí pero me quiero comprometer yo misma a escribir la historia completa de Noche Sin Lucero la canción de mi familia; a todos nos gusta y desde la partida de mamá Cele aún más, antes queríamos robarle los minutos a las horas para los que los dos no se nos pusieran viejo, y ahora que solo nos queda papá Juancho el anhelo es más fuerte, como quisiéramos nosotros detener el reloj de la vida, y que nos quedáramos en la eternidad con él.

Papi, Ocha, Nelson y yo acompañamos a Shendo con guitarra en mano, y cantamos:

Quiero robarle los minutos a las horas Pa’ que mis padres nunca se me pongan viejos…

Quiero a mi novia casi una niña flaquita y tierna muy sencillito del alma buena con su expresión soñadora

Quiero lo dulce de cañaverales la fruta madura y un río musical, para endulzar lo amargo de esta pena, ahogando el sufrimiento de este mal.  

Quedamos pendiente de una historia fantástica de la Mirla y su nido de luceros.

¡La yuca salió buenísima!! Parece de La Peña, me la comí con el mismo gusto que Shendo la naranja que se madura entre las ramas.  Sigo escuchando clásicos mientras empiezo a escribir esta crónica y siento que me pega fuerte en el pecho el intro del acordeón cuando suena Cadenas

Yo que creí que me soñaban las mujeres y que podía enamorarme de cualquiera, siempre egoísta me burlé de sus quererte, pero el corazón me puso cadenas…

¡Ve y eso qué ve!! ¡Ay Dios!! ¡Cuánta tristeza, cuanto dolor, cuanto romanticismo!! Creo que sí Jorge Isaac hubiese escuchado en vez de pasillos, estos vallenatos de Rosendo Romero Ospino, La María habría sido aún más intensa. Tu te imaginas a Efraín después de la muerte de María, Con la impotencia de no poderla salvar, la rabia de no haber sido valiente y defender su amor, el dolo profundo y la culpa que sentía por no haber estado junto a ella; Abrazando su recuerdo, con las trenzas de María apretadas contra su pecho, los ojos secos de tanto llorar, recostado en una hamaca, con la botella de guaro en el piso, escuchando y cantando voz en cuello:

Y la niña que mi alma adoró, la perdí sin poder hacer nada.  De esa vivencia nace esta canción, cadenas tristes cadenas del alma.

Que vida tan triste que pueblo tan solo, me muero mil veces en cada recodo.

¡Chachooooooo!!

P.D: Con la esperanza de que se hayan leído La María, para que el final logré el impacto.

Noralma Peralta Mendoza

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16 comentarios de “¡SHENDO EL GRANDE!!

    • Jose Atuesta Mindiola dice:

      Noralma.. FELICITACIONES, excelente crónica. Usted es un Paraiso de poesía y Rosendo de poeta de grandeza espiritual. Fraternos abrazos para usted y el poeta cantor.

    • Robinson Montaño Romero dice:

      A esta Película le faltan capítulos… al maestro *Chendo* hay que hacerle es una serie… mi grado como compositor No es haberme ganado 2 veces el festival nacional de compositores… no señor, si no el día que ALEX DUARTE nos presentó en un almuerzo de navidad organizado por cerrejon, tuve la oportunidad de tener al frente a ese MASTER que tanto he admirado… Ese día ALEX le dijo, Mira cuando, te presento a este paisano que también es compositor… a lo que CHENDO que tenía una guitarra en mano me preguntó… Y ud toca guitarra… yo le dije… maestro, lo básico solo oa acompañarme… entonces me paso la guitarra y me dijo… CANTESE LA MEJOR CANCIÓN QUE UD TENGA… yo asustado con las manos temblanco le cante, *En honor a la verdad* solo alcanzó a escuchar una estrofa cuando me dijo… NO ME CANTE MÁS… le voy decir algo que le he dicho a pocos… y me dijo: UD ES UN SEÑOR COMPOSITOR… ese día… ese dia si me lo creí… ese día me consagre… recibiendo esas apreciaciones de un MASTWR DE LAS LETRAS.

  1. Raiza Lopez Altamar dice:

    Que hermoso escribes Norita… pinte en mi mente todas esas imágenes y fue tanto lo que me causó que fui buscando una a una esas canciones y definitivamente eso si era música!!! necesitamos más compositores como él… Dios te continué bendiciendo enormemente y que la gente sepa apreciar el talento que tienes de escribir tan bello… un Abrazo mi Nora

      • Francisco Javier Pérez dice:

        La verdad seño que usted hace esta crónica, y en sus letras sólo se ve emoción, usted transmite esa gran emoción de estar al lado de semejante figura, Rosendo es uno de los grandes líderes del vallenato, revolucionó la forma de componer y oxígenó con sus letras llenas de poesías el vallenato costumbrista. Felicitaciones mi seño! Usted se ha vuelto tan ducha en la materia, que ya uno alcanza ver su cara emocionada y ruborizada con sólo leer sus escritos, bendiciones y muchas gracias por éstos regalos semanales que siempre nos da!!

  2. Arnulfo Enrique Acendra Castilla dice:

    Con el nudo en la garganta y las gotas en pupilas negadas a deslizar por las mejillas, me la leí completa, tiene la esencia de ser escrita con todo el sentimiento y corazón, porque la combinas muy sutil con tu propia s vivencias, te aprecio, muy buena, hoy vuelvo a escuchar solo a Rosendo, «¡el poeta de mi pueblo, Villanueva!»

  3. Edward Enrique Fragozo Mendoza dice:

    Noj…! Qué vaina tan bien hecha…si hasta imagine a Shendo (sic) comiéndose esa yuca no peñera con queso y suero amén de una totuma de leche cuajá al pie del cerro pinta’o de Villanueva.
    Maravilloso hermana mía…

  4. XIOMARA BERMUDEZ dice:

    Excelente crónica, el maestro Rosendo es una fuente que nunca deja de brotar canciones que llegan a lo mas recóndito del alma y el corazon, quisiera poder volver a tener la oportunidad de compartir con como lo hice el pasado 19 de marzo Dios lo Bendiga Maestro y a ti Nora Bendita tu mente que escribe crónicas como esta

  5. Victoria D Peralta M dice:

    Cuando empecé a leer la crónica le sentí el
    Peso y me dije es para degustarla así que me tome el tiempo para hacerlo en un momento especial esta noche y agradezco enormemente haberme reservado ese placer porque está crónica no tiene letras tiene pedacitos de amor incrustados en ella
    Te amo vieja

  6. RLA dice:

    Es inevitable no recrear los paisajes y sobre todo, por la forma tan prodigiosa que tienes para escribir. Esto es Arte Mi Past. No tengo idea de quién es el Viejo Shendo, pero estaré en la tarea de buscar una a una de las canciones q mencionas porque son letras q tocan al corazón, Poesía pura, no como la basura q sacan ahora.

    Te Amo y Te Bendigo Mi Nora. 🥰💝

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  8. Francisco Javier Pérez dice:

    La verdad seño que usted hace esta crónica, y en sus letras sólo se ve emoción, usted transmite esa gran emoción de estar al lado de semejante figura, Rosendo es uno de los grandes líderes del vallenato, revolucionó la forma de componer y oxígenó con sus letras llenas de poesías el vallenato costumbrista. Felicitaciones mi seño! Usted se ha vuelto tan ducha en la materia, que ya uno alcanza ver su cara emocionada y ruborizada con sólo leer sus escritos, bendiciones y muchas gracias por éstos regalos semanales que siempre nos da!!

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