Voy a referirme primero a un asunto que se ha hecho prioritario para La Guajira con el pasar de los años. Desde hace más o menos 8 años la multinacional Cerrejón Limited comenzó “a desempolvar”, por decirlo gráficamente, su Plan de Cierre de la minería de carbón en las minas de Cerrejón Zona Norte. Desde ese tiempo se dispararon las alertas y se han ido prendiendo las alarmas para toda la comunidad guajira, para las poblaciones de su zona de influencia, para los estamentos de gobierno regional y locales y para la dirigencia política y gremial de La Guajira, y están con la luz amarrilla hasta llegar a la luz roja en el 2034. Y confirmo por estarlo viviendo, han comenzado las preocupaciones y sobre todo las lamentaciones, parece que en serio, primero, “por no haber sembrado de mejor manera el carbón”, segundo, porque hemos estado dormido sobre los laureles sin tener cabal conciencia que “a todo plazo se le llega su día” y tercero, porque hemos tenido una dirigencia política y de gobierno muy entretenida en muchas cosas menos en lo fundamental para prepararnos para cuando llegara este momento. Y esa preparación consistía y consiste en apalancar el desarrollo de infraestructura productiva y sostenible, como por ejemplo, organizar todo nuestro territorio alrededor del agua, dotado de infraestructura civil y de servicios básicos agropecuario e industriales para el nuevo estilo de desarrollo, cosa que cuando se cumpla el cierre de la minería y se agote la generación de beneficios y compensaciones por el extractivismo, estuviéramos apertrechados de distritos de riego, buenas vías terciarias, mejores servicios públicos domiciliarios y la Universidad de La Guajira cumpliendo su rol. Entre otras cosas, creo que es la institución guajira que más y mejor desarrollo ha alcanzado en esta época de minería.
Con lo expuesto, pareciera que me estuviera refiriendo al desarrollo y gestión que ameritan los municipios del sur de La Guajira y la troncal del caribe. No es así. Lo que ocurre es que las condiciones agroambientales de esas zonas son las propicias para el mayor desarrollo agropecuario del departamento. Ese es mi enfoque con el artículo.
Aprovecho para “echar mi aguazo” a las comunidades y dirigencia de los municipios fuentes de la mayor generación de energía de transición en Colombia. En el 80 dijimos “la explotación de carbón nos cogió con los pantalones abajo”; ojalá que con esta nueva oportunidad (bonanza) no nos vaya a pasar igual. ¡A prepararse hermanos del norte de La Guajira!
Todo este relato anterior es para llevar el contenido de mi escrito a su título.
No hay mejor momento para encauzar el nuevo desarrollo económico del pueblo guajiro y en especial los municipios del Sur de La Guajira que este, por aquello de contar con agua represada y agua corriente por todos nuestros ríos y afluentes y por el interés de un gobierno que le apunta a la sostenibilidad alimentaria lo que obliga a retomar o reforzar la vocación agropecuaria de los municipios del sur, y entre ellos el Villanueva grande; lo que hace imperativo que Villanueva, Urumita, El Molino y La Jagua, aceleren la solución de impedimentos que atrasen o limiten esa dinamización que la economía regional, local y familiar requiere, y puede darse si afincamos nuestros esfuerzos en la construcción de vías terciarias optimas, espacios de almacenamiento, bodegaje, embalaje y seguridad para los productos agrícolas y pecuarios tanto en la zona alta como en la zona baja, y un proceso de transformación que agregue valor a esas producciones para una comercialización más rentable.
La lectura de lo que acabo de plantear, aterrizado a Villanueva, es que solo así se podría fortalecer el Producto Interno Bruto (PIB) Agropecuario.
Sé que muchos se preguntarán, al leer este escrito, ¿y qué es eso de PIB Agropecuario? Me permito aproximar una definición contando con la innata compresión e inteligencia natural de nuestra gente, y para hacer más amigable e ilustrativo el resto del artículo. PIB Agropecuario es el valor monetario de la suma de todos los bienes y servicios que el sector agropecuario produce en una región.
Eso lo mide estadísticamente el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), mediante unos indicadores de medición y dice cuál es ese valor, y ese valor nos señala el estado de la economía de una región, diciendo si es buena o es deficitaria. Este valor lo determina la producción agropecuaria de la región, reitero, con todos sus bienes y servicios sumados.
Los bienes son, por ejemplo, lo que producen los cultivos transitorios o permanentes: las frutas, verduras, café, maíz, ahuyama, patilla, hortalizas, palma de aceite, algodón, arroz, etc, y todos los productos que se cultivan en la tierra; también la cría de ganados, pollos, pescado, chivos, leche, queso, etc.
Los servicios son el valor de arar la tierra, el valor de limpiar, regar, cosechar, ordeñar, refrigerar, transformar, comercializar; los servicios de extensión agropecuaria en asistencia técnica, acompañamiento, capacitación, transferir y generar competencias, etc.
Después de esta definición y nociones, quiero referirme a la situación actual y a las potencialidades del sector agrícola y pecuario del municipio de Villanueva, y ¿cuál pudiera ser su presente y su futuro si pudiéramos ofertar más?, es decir, si aumentáramos y diversificáramos más nuestra producción agrícola, si aumentamos la oferta de esos productos al mercado local, regional y nacional; si lográramos mejorar la calidad de los productos y tecnificar los procesos de siembra, cosecha, transformación, empaque y presentación para la comercialización.
Es indiscutible que la producción agrícola en Villanueva actualmente tiene unas amenazas que van desde la situación climática, fitosanitaria (plagas), calidad, tipo y variedades de semillas (colinos, esquejes, plántulas, granos o almendras etc); la falta de legalización de predios, abandono estatal (imposibilidad de créditos y otros beneficios), abandono territorial (la problemática jurisdiccional de Sierra Negra, deficitaria asistencia técnica). Y tiene unas debilidades determinantes que marcan el retraso y desesperanzas de nuestro campesinado y son las vías terciarias, principalmente, además de la falta de un centro de acopio bien organizado administrativa, técnica y tecnológicamente, para todo tipo de productos. Se suma a esa calamidad la pobreza monetaria y extrema de nuestros campesinos que hace más difícil la estancia de la familia o de la pareja en la serranía, la fatigante faena de la tierra sin tener como remunerar mano de obra de apoyo, y por tales razones es menos productiva la labor.
La sustentación de mi opinión la fortalece el aparte del Plan de Desarrollo Municipal 2024-2027, en su Línea Estratégica: Desarrollo Económico, pagina 73 y párrafos 5, 6 y 7 del documento matriz.
A continuación, hago la transcripción literal de esos párrafos porque evidencian, ponen de presente la intención, la propuesta de la Administración Municipal plasmada en este su documento de navegación para sus 4 años, y donde se asienta lo que se piensa del campo, su dinámica económica y de desarrollo en ese cuatrienio.
“Hay que reconocer que existen desafíos que deben abordarse para garantizar la continuidad y el desarrollo de la actividad agropecuaria en Villanueva. Entre ellos se encuentran la escasez de agua, el cambio climático, la competencia desleal y las dificultades para acceder a financiamiento. Es necesario trabajar en conjunto con los diferentes actores involucrados para encontrar soluciones viables que permitan superar estos obstáculos y asegurar la sostenibilidad del sector a largo plazo. En conclusión, Villanueva se posiciona como un referente en el ámbito agropecuario gracias a su vocación agrícola y pecuaria, su capacidad innovadora, el apoyo gubernamental y el compromiso de su comunidad. A pesar de los retos presentes, existe un gran potencial para seguir creciendo y contribuir al desarrollo económico y social. Además, Villanueva forma parte del «Cono Sur del departamento de La Guajira», junto con los municipios de El Molino, Urumita y la Jagua del Pilar. Esta integración fortalece la posición en el contexto regional, permitiendo la creación de sinergias y el desarrollo de estrategias conjuntas para potenciar el sector agropecuario. Villanueva se destaca por su abundante riqueza natural, diversidad climática, suelos fértiles y una sólida vocación agropecuaria. Estas características lo posicionan como un territorio con un gran potencial para el desarrollo sostenible, la producción agrícola y ganadera y la conservación del medio ambiente”.
Mi interpretación del contenido de ese aparte: hay en esta redacción plasmada, una verdadera intención; está descrito un futuro ideal y esperanzador; es el querer ser del deber ser; es una añoranza apoyada en las benditas condiciones naturales de esa serranía y de la parte plana del municipio; y plantea una realidad que sería la redención de estos municipios del “Cono sur de la Guajira” porque tienen riqueza en sus tierras productivas y un capital humano que ha demostrado con creces durante cientos de años que es garantía de trabajo, de fe en su causa y paciencia ancestral.
¡Sin lugar a dudas: es con la producción agropecuaria de calidad y su comercialización exitosa como podríamos salir adelante! ¡La seguridad alimentaria exige comida para el mundo!
Rodrigo Daza Cárdenas