Reciben un sueldo de $43.418.537 mensuales; les asignan una Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) entre 6 y 10 personas que cuestan 50 salarios mínimos legales mensuales; les dan tiquetes aéreos en primera clase, dos Toyotas blindadas con choferes, escoltas y gasolina, y un seguro de vida que le cuesta al Estado más de $1.200 millones. Me refiero a la bancada de los 61 parlamentarios costeños, que teniendo todas estas prerrogativas, no han gestionado, ni asegurado, los recursos dentro del Presupuesto General de la Nación del 2024, para garantizar las principales obras de infraestructura de la Región Caribe.
La noticia la dio el propio presidente de la Comisión encargada de los asuntos económicos y del presupuesto de la Nación, el senador Efraín Cepeda, en una entrevista concedida al periodista Jorge Cura, director de la Emisora Atlántico. El congresista afirmó que los barranquilleros tenían que irse despidiendo de los juegos panamericanos del 2027, las dobles calzadas entre Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, y la draga para la navegabilidad del río Magdalena. En los tiempos de antes, nuestros congresistas anunciaban logros, ahora se lamentan de sus fracasos y frustraciones.
Para ponerlos en contexto, esta semana el Departamento Nacional de Planeación (DNP), radicó ante las comisiones económicas de Cámara y Senado, el monto que tendría la inversión regionalizada para el 2024, estimado en 99,7 billones de pesos, con un gran desequilibro. Mientras al sector transporte le asignaron una partida de 13,8 billones de pesos, al Departamento de Prosperidad Social (DPS), le entregaron una chequera de 22 billones de pesos, para repartirlos en subsidios de inclusión social, reconciliación, igualdad y equidad.
Es lamentable, que teniendo, presidente del Senado, presidente de la Comisión Económica y del Presupuesto del Senado y una bancada de 61 congresistas costeños, no hubiesen acordado con el gobierno Nacional, los recursos que se requieren para terminar la doble calzada de la ruta del Sol desde el Magdalena Medio hasta Barranquilla y desde Bosconia hasta el Carmen de Bolívar; el dragado de Bocas de Cenizas y del río Magdalena, y el tramo de la línea férrea de carga entre Chiriguaná (Cesar) y la Dorada (Caldas), para reducir los costos de transporte de carga y lograr mayor competitividad de los negocios en los mercados internacionales. También es vergonzoso, que no hayan conseguido los recursos de la represa del río Ranchería, para llevar agua potable a más de 500 mil guajiros e irrigar 18.000 hectáreas para desarrollo agrícola de exportación.
Mientras esto sucede con el bloque de congresistas costeños, los 29 congresistas de la bancada antioqueña, lograron sacar adelante, con tesón y esfuerzo conjunto, el túnel más largo de América; la ampliación de la terminal aeroportuaria y la pista del aeropuerto José María Córdoba; las ocho vías de cuarta generación que integra a Antioquia con todas las regiones del país; el tren del río, que conecta a Antioquia con Caldas y Puerto Berrío; los tres mega puertos en Urabá e Hidroituango. Winston Churchill, decía que “El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que él predijo”.
Indalecio Dangond