Nací a las 4:00 de la mañana, me imagino que hice pasar una noche de perros a mi mamá, seguro no pudo dormir. Pobrecita. Era 27 de noviembre, del inicio de los 70. Supongo que le dañé las fiestas decembrinas a mi coqueta hermosa que apenas tenía 29 años y traía al mundo a su hija número 8, a propósito, nací blanca, pero me fui poniendo negra con los días, y me decían bola 8. Claro que por poco y no cambio de color, el mismo día que nací, pegó un aguacerazo en La Peña y del techo de paja de la casa donde nací, cayó un nido de culebras, la mamá culebra con sus culebritas, siete culebras negras, en total. Dice Vicky, mi hermana, que nunca ha vuelto a ver de esas culebras en su vida, José Juan dice que eran Mapaná Rabo Seco, y Ocha confirma: “Si, mami siempre decía que eran de esas, Mapaná Rabo Seco”.
De niña crecí escuchado la historia que me contaban mi mamá y mis hermanos, sobre todo Macha, que me cobrará la salvada, ella cuenta que mami se paralizó del susto y como no podía salir de la casa, a ella fue que se le ocurrió salir corriendo para la casa de Etilvia, gritando, con mis otras hermanas, pidiendo auxilio. Creo que mi papá no estaba, nunca hemos hablado de ese momento, pero si salieron pidiendo auxilio es que él no estaba. “No recuerdo que papá estuviera. Yo vi bajar el bojote de culebras y nos asustamos todos… llovía esa mañana y corría un hilito de agua cristalina frente a la casa. no sé si fue el mismo día que naciste o cuantos días de nacida tenías, yo recuerdo que fui yo quien vio las culebras, porque la cama daba la espalda a esa pared… creo que es el único recuerdo que tengo de esa edad, así sería la prendí’a . Yo estaba en la puerta del tabique, unas culebras quedaron guindando… son las imágenes que se vienen a mi cabeza. había otra persona grande en la habitación no recuerdo quien”. Me relata Vicky dejando venir esos recuerdos guardados en el pasado, hace hoy 51 años. “Yo estaba por Badillo y me vine apenas me avisaron que habías nacido, cuando llegué encontré el tropel de las culebras, me dijo Celedonia que Peche y Anita, que le estaba llevando la ropa que le había recogi’o, le ayudaron”. Dijo Papá Juancho.
Busqué la versión de Anita, la esposa de mi tío Mucho que vivía en la casa de al lado, encontré que no fueron 7 sino 14 las culebras que cayeron. “7 culebras cayeron en la ponchera que puse sobre la cama con la ropa limpia, pero las otras eran más grande y salieron corriendo. Yo estaba doblando y acomodando, la ropa que había recogi’o, antes de que lloviera, cuando cayó el bojote negro con 7 culebritas chiquitas. Cele estaba acostada con la cabeza amarrada, cómo era costumbre, las puertas estaban cerradas para evitar que entrara el frío, tu debías tener uno o dos días de nacida (Yo me quedo con que fue el día que nací, para darle más dramatismo. ¡Tú sabe!!) Cele se paró de la cama de repente, iba a salí pa’l patio, tuve que ataja’la, se le prendió un dolor de cabeza que le duró varios días”. Relata Anita que debe ser la persona mayor que Vicky recuerda en la habitación.
Me quedé con varias preguntas, y mientras todos corrían, ¿dónde estaba yo? ¿Y quién vino a ayudarnos? Anita me las despejó. “Cele les tenía miedo a las culebras y yo me les cagaba, Cele me decía que te cargara y yo le decía que te cargara ella. Quien va a cojé esa muchacha Negra jajajaja”, me dijo riéndose. En eso llegó José del Rosario “Peche”, te agarró y te puso en los brazos de Cele, “Esos son culebras machos, están enamoradas de ti Celedonia, bajaron a búscate” le decía “Peche” riéndose. “Peche” Sacó las culebritas de la ponchera y empezó a matar las que se habían escondi’o. Hasta yo maté culebras ese día, pero se nos fue una grande. Nos debei la vida a mi y a “Peche”.
¡Vaya!! ¡Qué suerte de muerte se planeaba en las tinieblas para esta mujer, que plan se urdia en mi contra al nacer!! Siempre hacia bromas con el asunto, cuando oía las canciones de cumpleaños, mientras que a la niña mexicana le decían que el día que ella nació nacieron todas las flores, ¿y Diomedes le decía a Patricia “Cuántos clavelitos nacerían junto contigo? ¿Cuántas rosas blancas ese día también nacieron?” Mi canción, seguramente diría “El día en que tú naciste, cayeron siete culebras” o “¿Cuántas culebritas nacerían junto contigo?”. Mi mamá decía que esas culebras me habían emboba’o, porque yo siempre he sido pura calma, también hacia bromas con mi color, decia que las que me pusieron negra fueron las culebras. Macha, mi hermana mayor, que fue como mi mamá sustituta, siempre me dice: hubiera dejado que te comieran las culebras esas, si a mí fue que me salió sarpullido en el cuadril de tanto cargate, yo no crecí por tenerte encima, me pasmáte”.
Después de conocer el mundo espiritual entendí que uno es predestinado, y que cuando nuestro destino Profético en los cielos, está ligado con el destino de Cristo, incómoda el principado espiritual de las tinieblas, porque de antemano los demonios saben que vas a perturbar su mundo. También aprendí, entendí y comprendí, que cuando estás marcado con el destino de Cristo no hay principado, ni potestad, ni gobernadores de tinieblas que puedan cambiar tu propósito. Contaría las mil y una vez que mi vida ha estado en riego y las mismas veces Dios me ha librado, a causa de su propósito conmigo. Por eso celebró la vida, por eso vivo hoy, como si no hubiera mañana, por eso perdono enseguida y avanzo, por eso río fuerte y lloro con coraje, porque si he de vivir, no seré un simple consumidor de oxígeno, seré alguien que VIVE CADA INSTANTE COMO SI FUERA EL ULTIMO Y EL ÚNICO.
Disfruto vivir conmigo, con esta mujer que se transforma cada día en una Crisálida, llamada Espíritu Santo, ¡Amo a esta mujer maravillosa que Dios diseñó para mí, me gusto!!
Feliz cumpleaños para mí.
Noralma Peralta Mendoza
Feliz cumpleaños mi hermana y compañera de vida y de historias
Me muero de .miedo con solo imaginar. Jjaja pero es un relato maravilloso. Como todos los tuyos. Te felicito amiga. Que don tan maravilooso tienes. Un abrazo . 🤗
Cada día me sorprendes más mi querida Nora y me dejas sin palabras bendiciones infinitas para ty quiero mucho