SU MAJESTAD LA CANCIÓN VALLENATA

Hace dos meses nos encontramos con Rita Fernández Padilla en “la tierra que a mí me hace suspirar”: La Peña.  Hicimos una entrevista que dio para dos crónicas bellísimas, que hoy son documento de su Digiteca Personal.  Desde entonces nuestras almas se conectaron como si estuviésemos predestinadas desde la eternidad. Cada que podemos sacamos un tiempito y conversamos, de todo un poco, pero sobre todo de esos temas que nos apasionan a ambas: Dios en primer lugar, la poesía, en su caso cantada, que es la forma en que más me gusta y si es con música vallenata, como solo ella lo sabe hacer, mucho más. Disfruto mucho el punto de vista de Rita a cerca de su conexión profunda con Dios y su conciencia de que lo que tiene no es un talento, sino un don divino. Esa pureza y sencillez con la que comparte sus pensamientos poéticos, que no es más que su forma natural de hablar, es fascinante; yo siento que en todo momento está reclamando un poema o susurrando una canción. ¡Me encanta!!

Conversamos tan bueno, que desde entonces ya he estado en dos conversatorios con ella. Rita dice que conmigo fluye, que no así le pasa con frecuencia y ha pedido a los organizadores de dos certámenes que me inviten. El primero fue en la UNAD Valledupar, me invitó la encantadora Mardelis Padilla directora regional, a conversar sobre la vida y obra de la Juglaresa en el acto de homenaje que realizó la universidad en el marco de su tercer festival internacional de Vallenato.  Fue un evento muy lindo, súper organizado, en el que cuidaron cada detalle. Compartí escenario con un argentino que compone y muy bien, vallenato: Andy Fierro, la encantadora Eliana Gnecco, cantante de Vallenato y el gran José Atuesta, poeta y compositor de altos kilates, a quien le escuché poemas y Canciones hermosas que voy a reservar para su crónica. ¡Estoy muy agradecida de esa mañana hermosa!

Hoy (Viernes 9) dedicamos la mañana a disfrutar de gente genial, otra vez por cuenta de Rita que le pidió a Álvaro Álvarez que me invitara a conducir el conversatorio sobre  La Canción Vallenata, en el que ella fue la invitada especial, acompañada por dos gratos y especiales amigos: Luis Eduardo El Nene Acosta Medina, también llamado “El Ministro”; hombre con una memoria prodigiosa y envidiable,  un verbo grácil, y una inteligencia lingüística generosa, que sazona cada frase elegante con una coloquial, dando como resultado una mezcla fascinante que seduce al oído.

De otro lado, el gran “Cardenal Guajiro” mi querido Ismael Darío Fernández Gámez, que ha dedicado buena parte de su vida no sólo al estudio e investigación, sino también a la promoción de la música vallenata. El que tiene los datos exactos de los eventos y hechos importantes de nuestro folclor, de generación en generación, la mente abierta a los cambios y evolución del mismo y una precisión de científico para contarlos.

¡Que Nervios! Tres enormes en un tema que me apasiona. ¡No es acaso esto una bendición!? ¡Y lo fue!! Un tiempo precioso en el que aprendí mucho, mientras conducía.

“El Ministro” nos hizo un paseo por hechos históricos que fueron  evidenciados en canciones vallenatas, que son clásicos y tradicionales, partiendo del acontecimiento más antiguo del que se tuvo noticias y que quedó registrado para la historia, en una puya que hizo Francisco El Hombre sobre  la Peste española, que según el historiador no era española sino americana,  pasando por el barco pirata bandido de Escalona, en El Almirante Padilla, La Maldición del Padre Espejo, terminado en los hechos tristes que conmemoramos el pasado 5 y 6 de diciembre, la masacre de las bananeras que quedaron grabadas para la historia en la canción de Durán Escalona. Todos quedamos de acuerdo que ojalá nuestras clases de historia hubiesen sido tan amenas como esta charla grata de hoy.

El Cardenal, Por su parte nos marcó la evolución del Vallenato desde la primera generación o época social, en los 1883 a 1900 La Generación Perdida, hasta 2000 a 2025 La Nueva Ola, que aún no termina.  En resumen y parafraseando a Fernández Gámez pasamos por La Era Social De La Primera Guerra Mundial Y Post Guerra, donde reinó en la música vallenata, lo que él denomina el 3 en 1, u solo hombre tocaba el acordeón, componía las canciones y las cantaba.  Es un tiempo largo que cuenta de autores eran campesinos, hombres rurales, con poco o ningún nivel de escolaridad, que después de las recogidas de cosecha, o por negocios, salían de correrías y allí se armaban las parrandas, cantándole a las mujeres, a los acontecimientos, a las costumbres, a la naturaleza con un lenguaje costumbrista, ¡la cosa más impactante y hermosa!! A ellos les llamamos los primeros juglares que dejaron joyas Clásicas de una pureza singular; Aquí encontramos las huellas de Chico Sarmiento, Tobías Pumarejo, hasta el gran Alejo Durán y todos los de su época; hasta que aparece en escena Jorge Oñate como voz líder acompañado de los hermanos López. Aquí nace una nueva versión del conjunto vallenato y allí tantas glorias de páginas de oro, como Sergio Moya, Máximo Móvil, Carlos Huertas, Leandro Díaz y desde las sabanas Adolfo Pacheco Anillo, entre muchos que trascendieron a otras Generaciones.   Luego  hablamos de la generación a la que pertenecemos  la mayoría de los que estábamos presentes: las famosas GX y GY de 1965 3n adelante, que disfrutamos de la Era Gloriosa Del Vallenato Tradicional que hacía su migración lingüística a una letra más culta y con el tiempo también, un giro al género y lirico, sin dejar la crónica y la narrativa, solo que ahora con un lenguaje más elevado, gracias al grado de escolaridad de los nuevos compositores: bachilleres, docentes y profesionales empezaron a elevar el lenguaje poético. Sumado a esto, la influencia de los boleros mexicanos primero, y más delante de las baladas europeas, nacieron canciones en las que predominan los sentimientos, las historias de amor y desamor, de amores contrariados y prohibidos, ocultos y libres, pero amor de cabo a rabo. La mujer era elogiada, valorada, exaltada, y si en algún modo ofendida, de tan bonita la ofensa, parecía un halago.  Nace el vallenato Lírico Romántico.

Para esta era del vallenato la mayoría de los autores eran nacidos en el triángulo geográfico comprendido entre La Villanueva Grande (que incluye La Jagua y Urumita), San Juan y Patillal (que cubren por supuesto, Cañaverales, El tablazo y La Junta). No siendo los únicos lugares, pero si los más prolijos.

Sin embargo no fue de ese triángulo formidable que ha parido los más grandes poetas y cronistas románticos de la historia del vallenato, que salió el ícono de esa época, Gustavo Gutiérrez Cabello; sin duda el padre del romanticismo vallenato, que para fortuna del Valle del Cacique Upar, fue su cuna; pero si en ese triángulo encontramos a Octavio Daza, Fredy Molina, que marcaron un estilo para que lo siguieran: Rosendo Romero, Mateo Torres,   Fernando Meneses, Roberto Calderón, Rafael Manjarrez, Juan Segundo Lagos entre otros, Con una versatilidad para navegar también en otras aguas, y viajando en diferentes tiempos encontramos a   Hernando Marín,  Diomedes Díaz y Marciano Martínez.

En la historia más reciente y aún así en tiempos diferentes nos llenaron el corazón de lágrimas y suspiros, compositores fuera de serie, que aún escriben clásicos y revelan la fuente infinita: Yeyo Núñez, Hernán Urbina Joiro y Jacinto Leonardi Vega.  Uno más que, aunque desde mi óptica ha tenido escaches que lo sacan del escalafón, pero así mismos aciertos poéticos innegables, es Luis Aniceto Egurrola, su obra lo defiende.   Incluyo sin ser consagrado a una pluma que en mi concepto es de oro, dos veces Rey de La Canción en el Festicompositores se San Juan del cesar, Robinson Montaño, todos ellos de San Juan.

Un capítulo aparte es el de Rita Fernández Padilla, que ha sido un Juglaresa que ha pasado de generación en generación y se mantiene clásica, romántica, actual y vigente. El pasado 5 de diciembre publicó Ivo Díaz en su trabajo discográfico la más reciente creación de Rita, Renace Un Hombre, dedicada a Leandro Díaz, ¡una belleza!!

Otro capítulo viene escribiendo un autor diferente, incluso con un estilo particular, La Nueva Trova Vallenta, como el la llama, es Adrián Pablo Villamizar, ¡un escritor sublime!

Rita nos habló de sus vivencias como compositora, independientemente del género humano al que representa (Mujer) acerca de lo sublique que es para ella el momento de la inspiración, su conexión directa con la fuente del amor, que será siempre lo que hará que haya canciones. “Un buen ser humano, será siempre un buen compositor, un mal ser humano jamás lo será…  El ser compositor, no es algo nuestro, es un regalo de Dios, que nos dicta las letras y nos susurra las melodías… Hay que tener un corazón humilde, sencillo y agradecido que son frutos del amor, para ser un buen compositor…” nos enseñaba Rita.

Marcaba Ismael una fecha fatídica que puso final a esa era de Oro del vallenato con altura, el 11 de junio de 1992, con la pérdida irreparable del que como asegura Luis Eduardo, le imprimió “Chaché” a nuestro folclor vallenato: Rafael Orozco. Dice Ismael, que allí se creó un silencio, un vacío que dejaron los compositores clásicos y se les metieron por el patio Fabián Corrales, Pipe Peláez, Chiche Maestre, Wilfran Castillo, Los Hermanos Calderón (Amylkar y Efrén) que son compositores recurrentes, buenos, bien estructurados; pero no alcanzan el nivel de los que yo llamo:  Songwriter Gold.

De aquí en adelante viene… intento decir Ismael para terminar su ponencia sobre desarrollo evolutivo del vallenato y se escuchó una voz fuerte, de gran credibilidad y muy escuchada en el mundo Vallenato: “De ahí en adelante vino …” cuando quiso terminar la frase, varios adivinando la palabra que seguía, se unieron en coro: “El Desastre”.

Todos nos reímos.   Inició el debate, El Nene y Rita defendieron la tradición, lo clásico, y con ellos la mayoría.  El Cardenal, como es natural para un hombre en su oficio y con el los más jóvenes, solicitaban mente abierta para La Nueva Ola de este tiempo (aclarando que nueva ola han existido varias, cada que hay un giro importante en el Vallenato).

Al final como conductora, siendo ecuánime ante las posiciones, concluí para cerrar el conversatorio: que las canciones que hoy para nosotros son las más hermosas porque nos hicieron vibrar, porque están relacionadas con nuestras inolvidables vivencias, nuestros amores, desengaños, con el primer beso, o el último; con una pérdida o una ganancia,  esas que llamamos clásicos de la Época Dorada de la Canción Vallenata;  para nuestros abuelos, los defensores de lo “autóctono y tradicional”, eran un lloriqueo.  Así mismo lo que hoy para nosotros es un desastre, serán los clásicos de nuestros hijos, porque le traerá al corazón los momentos con ellos vividos, y así por generaciones, porque las canciones más allá de lo que dicen, son lo que hacen sentir.

Noralma Peralta Mendoza

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12 comentarios de “SU MAJESTAD LA CANCIÓN VALLENATA

  1. María Margarita Daza Maestre dice:

    Aquí va mi comentario: sencillamente admirable… dibujaste con palabras esa red de hilos dorados que representa la composición vallaenta en todos sus modelos y momentos: fascinante, provocadora, llena de sentimiento y clara evidencia de que quienes hacemos poesía y narramos la experiencia con melodias, podemos, de algún modo, vivenciar a Dios y ser puente entre él y otras mentes y corazones sensibles… Te presiento como una tejedora muy calificada poco encontrada en la región, capaz de atrarer almas con tus descripciones realistas y espontáneas… y por supuesto tus invitados, a quien admino y hubiese querido contemplar personalmente, hicieron parte de tu inspiración para redactar con maestría tus escritos, hermanos de la Poesía y el canto a mi parecer… Mejor dicho así como las canciones, que nos atrapan y ya jamas pueden olvidarse, de alli ese toque tan divino como lo expresó Rita. Fuerte abrazo, espero que sigas tejiendo esta bella red.

  2. Francisco Javier Pérez Flórez dice:

    Excelente crónica mi seño, usted y sus compañeros se metieron en terrenos pantanosos, profundizarón en lo más complejo de nuestro folclor, hicieron un recorrido por los inicios del vallenato, y terminaron donde ningún expositor quisiera terminar, en lo que es hoy el vallenato actual. Para nadie es un secreto que hay asperezas en diferentes sectores, que critican los relevos generacionales y que ésto levanta ampollas en otros sectores, pero bueno, los temas hay que tratarlos con diferentes puntos de vistas, con buenos fundamentos, la razón la tendrá el que haga un buen estudio y sepa sustentarlo,como ustedes hicieron, yo me uno a sus planteamientos y a la vez los felicito, por que en éstos eventos no solamente ve uno lo lindo y bello que es nuestro hermoso folclor, si no, que desde allí se están mandando unas alertas para que las nuevas generaciones recapitulen y comiencen a sembrar verdaderos clásicos para el futuro de las nuevas generaciones! Felicitaciones una vez más mi seño, reciba un afectuoso abrazo!

  3. Sandra Elena Palomino Galindo dice:

    Me encantó esta crónica…
    Noralma, me hiciste hacer un recorrido por la historia del Vallenato.
    Amo esta música y lo que ella encierra.
    Gracias por tu escrito, que nos transporta a ese mundo mágico del Vallenato.

  4. Luis Alfonso Vega Plata dice:

    Excelente nota, amiga mía! Da gusto leerte. Tu pluma primorosa apasiona y embelesa. Felicidades, te mando un fuerte y cálido abrazo!

    • Juan carlos moscote mendoza. JUCAMO. dice:

      Impresionante. Leerlo y haber vivido este magico conversatorio donde los panelistas desde su rincon mentalista del vallenato dieron sus mas originales puntos de vista. Me gusto el temple de esa mujer bohemia y romantica de Rita Fernandez, con su exposicion y repuestas embrujo en una magia de aplauzos al auditorio, reto, versatibilidad, elocuencia y saber daba a cada una de sus palabras con firmeza y presicion. Para Rita mis felicitaciones por tan exquicitez verbal en este conversatorio. A los demás panelistas mi admiracion por guardar este gran legado de la musica vallenata y como digo yo » de mi primo Francisco Moscote» Felictaciones a Ti Nora por conducir a estos tres grandes exponentes del vallenato donde el respeto y la tolerancia fue el toque original de este gran Conversatorio.

  5. Jaime Enrique Díaz Vega dice:

    Noralma Peralta Mendoza, desde el primer, momento que mis ojos lograron divizarte en el estrecho corredor del Luis Antonio Robles,luciendo una hermosa amarilla transparente que hacía juego con tu rostro amerindio, algo raro y hermoso sentí. Luego con el pasar de los días supe que eras hermana de Rosa Peralta, la primera mujer Guajira que me atrajo con su sonrisa diáfana y su bello trato, Ocha cómo dulcemente le llaman ,me regaló hermosos ratos en su compañía, el mar de Riohacha es testigo de ese afable sentimiento que nació entre los dos, pero que razones que aún no me explico fué fugaz.por otro lado me encuentro con tu gusto privilegiado por el vallenato, que no es otra cosa que poesía hecha canciones y tú amistad con Rita Fernández Padilla una mujer prodigiosa,una cantora y poeta maravilloso, la cual lleva el mismo nombre y apellido ,de otro de mis amores de adolescencia Rita Padilla, la niña piel canela con la cual compartí por espacio de dos años y con la que aprendí ha dar y recibir tiernos besos, esa misma jovencita que me inspiró para hilvanar mis primeros versos. «Piel canela te divice a lo largo y ancho de la vida, llegaste a mi como luz divina, luz que ha penetrado en mi alma, mi cuerpo y mi ser» .Bendita sea la peña por haber parido a tan hermoso y maravilloso ser, que viva la poesía.

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