Ser contratista del Estado en Colombia es un acto de fe y resistencia. Cada año, miles de profesionales se sacrifican en un tortuoso servicio para alcaldías, gobernaciones y organismos públicos, trabajando todo el año, pero cobrando ocho o nueve meses… sí tienen suerte. La excusa oficial es la sagrada “apertura presupuestal”, ese misterio divino que […]