“A un señor Rafael lo están secuestrando”, empezó a aparecer, en la mañana del 15 de abril, en los teléfonos de los ganaderos de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz del norte del Cesar, departamento que implementa con éxito la propuesta de FEDEGÁN para enfrentar la inseguridad, a partir de la solidaridad pacífica y la articulación con las autoridades.
¿Qué pasó? Muy temprano, el ganadero Rafael Aronna iba en su camioneta con el dinero para la nómina de su finca, cuando fue interceptado en la vía San Diego – Codazzi, por bandidos que se lo llevaron en su propio vehículo.
Sin embargo, alguien, un ángel de la guarda sin duda, que vio pasar tan peculiar caravana, a una hora inusual y a una velocidad también inusual en nuestras vías terciarias, compartió su extrañeza con el vecino, y el vecino llamó a la Policía, y la policía a la familia y al gremio de ganaderos, y muy pronto el gremio activó la alarma en el Grupo de WhatsApp del Frente Solidario. Así, muy pronto se conoció el paradero de la camioneta, muy pronto la Policía y el Ejército montaron un “plan candado” en la zona; y muy pronto también, Rafael logra liberarse donde lo abandonaron mal amarrado, gracias a la presión de las autoridades.
Sobre este episodio real y reciente quiero compartir algunas reflexiones:
Primero: He repetido la expresión “muy pronto”, porque la oportunidad en la información a las autoridades es determinante para prevenir los riesgos o para neutralizarlos frente a un hecho cumplido.
La información oportuna, la alerta temprana, me comenta el general (r) Fernando Murillo, a quien FEDEGÁN encomendó la coordinación de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, permite montar un “plan candado” que termina garantizando la vida de la víctima, que es abandonada viva por delincuentes a la fuga que le temen a esa estrategia de acorralamiento.
Segundo: este secuestro fue una “prueba superada” para los Frentes creados en la zona, gracias a que la información oportuna generó la respuesta también inmediata y efectiva de la Fuerza Pública.
Y tercero, a partir de ese “SÍ SE PUEDE”, tenemos que crear más Frentes en todo el país y lograr mayor oportunidad, apoyados en la tecnología. Los grupos de WhatsApp son necesarios, pero la Policía Nacional tiene ya una solución avanzada, el “botón de pánico”, que permite dar un paso más en la articulación con las autoridades.
Un ángel de la guarda que vio algo extraño y desencadenó la acción de los Frentes y las autoridades, quizás salvó la vida de un ganadero. ¿Y qué si el ganadero pudiera llevar su “ángel de la guarda” en el bolsillo y oprimiendo un botón en su celular salvara su propia vida?
Las autoridades deben protegernos y salvar nuestras vidas, pero nuestra colaboración también salva, como la solidaridad y la unión gremial, apoyadas en la tecnología también salvadora.
Así las cosas, nuestra seguridad… está en nuestras propias manos.
José Félix Lafaurie Rivera