UN FOOD HUB PARA BARRANQUILLA

El modelo de administración pública instituido por el alcalde Alex Char, desde su primera administración -a principios del 2008-, tiene a Barranquilla con los mejores indicadores de desarrollo económico del país y posicionada ante los organismos internacionales.

En el pasado Foro de Desarrollo Local de la OCDE, fui testigo de los elogios por su destacada infraestructura, conectividad y oferta cultural. Asimismo, fue elogiada por su compromiso con el desarrollo sostenible, la innovación, la inclusión social y la gestión de proyectos locales. Cosa que he podido comprobar en los pocos meses que llevo viviendo en esta maravillosa ciudad.

A diferencia de Bogotá, donde viví 42 años, acá existe un entorno empresarial favorable para generar negocios, disponibilidad de capital humano con mano de obra calificada, calidad en la educación y capacidad para desarrollar nuevas tecnologías. Lo anterior, gracias a la acertada orientación de las políticas públicas y a la eficiencia en el modelo de gestión instituido por el alcalde Alex Char. Sería bueno que nuestra querida y apreciada Ana Fernanda Maiguashca, presidenta del Consejo Privado de Competitividad, se echara una vueltecita por acá; las ventajas que he encontrado entre Barranquilla y Bogotá o Cali, en materia de competitividad, son enormes.

Me imagino que vendrán nuevos retos para la alcaldía Char en los próximos años, pero hay uno, al cual me quiero referir en esta columna y que podría ser de mucho impacto para el área metropolitana, integrada por los municipios de Soledad, Malambo, Puerto Colombia y Galapa, y el Distrito de Barranquilla, como ciudad núcleo.

Se trata de crear un Food Hub, un ecosistema agroalimentario donde converjan productores, empresas globales de biotecnologías, operadores logísticos, la industria, el comercio y los centros de investigación y formación en ciencias relacionadas con la agroindustria, para garantizar los alimentos a los habitantes locales, ciudades capitales de la región Caribe, principales islas del Caribe, Panamá y el mercado de los Estados Unidos. Una especie del Silicon Valley de California, pero en producción de alimentos y materias primas.

Barranquilla es la esquina mejor ubicada de Latinoamérica para desarrollar un Food hub logístico, con el fin de producir, transformar y proveer de alimentos a un círculo de 100 millones de personas que están a una distancia no mayor de cinco horas por vía marítima, aérea y terrestre de la ciudad. Una ventaja comparativa que no la tiene otro país de la región, teniendo en cuenta que Barranquilla, además, cuenta con la autopista de agua más barata y eficiente del país para el transporte de carga, desde y hacia el centro del país. Un estudio del ingeniero Jorge Enrique Sáenz revela que, para transportar 7.200 toneladas por el río Magdalena, solo se requiere un remolcador con seis barcazas, mientras que para mover esa carga por vía terrestre, se requieren 240 tractomulas, que tienen que soportar la tronera de huecos, peajes, fotomultas y bloqueos en la ruta del sol.

El desarrollo de un Food hub en Barranquilla permitiría concentrar en el área metropolitana a las principales compañías globales de biotecnologías del mundo, hipermercados y compañías de logística de alimentos, para reducir costos, acortar distancias y ofrecer alimentos de mejor calidad.

Indalecio Dangond

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