Las fiestas decembrinas pasadas dejaron un sin sabor para centenares de personas que se han visto afectadas por la pérdida de un ser querido y el sufrimiento de esta pandemia, por las masacres que día a día cobran vidas en algún lugar de Colombia, por la dureza de la economía que a lapidado a unos y a enriquecido a otros, pero para alguien en particular seria el regreso a casa y de ahí de vuelta a la verdad que trataron de callar muy convenientemente el es Luis Gustavo Moreno quizás para el ciudadano del común sea un anónimo pero este señor fue hasta su detención el Fiscal Anticorrupción quien tenía conocimiento de los casos más delicados del país él le hablaba al oído al jefe mayor de esta entidad el tan cuestionado Néstor Humberto Martínez de quien las justicia nos debería hablar más y tapar menos.
Pero bueno, nos toca recordar un poco que en este país reconocemos las verdades que nos convienen, prestamos atención a lo que los medios masivos de comunicación deciden y dejamos impune con nuestra ignorancia y falta de memoria el karma que corroe nuestra sociedad La corrupción a la que al parecer nos hemos acostumbrados.
Luis Gustavo Moreno hizo parte del sonado caso “el cartel de la toga” convirtiéndose en su testigo estrella, fue extraditado a EEUU regresando deportado el 4 de diciembre del 2020 y esperando de él lo que tiene para contar aplazado por 4 años las cuales debieron haber dejado movimientos penales en nuestro país.
Este señor con una carrera por delante siendo joven llego a las altas esferas del poder judicial nada más y nada menos que de la Fiscalía General de La Nación encargada de otorgar una procuración de justicia eficaz y efectiva apegada al derecho, nada más lejos de la realidad. Hoy ante un silencio total, un desinterés noticioso y a la sordera de sus declaraciones por parte de los organismos de control, decide acudir a la prensa independiente para contar algo de lo mucho que sabe, no sin antes ser advertido a cual periodistas no debería ir, y temiendo por su vida, y en un intento de salvaguardarla hasta donde pueda (según sus denuncias), da muestras de cómo opera esa red de corrupción al interior de la entidad, tan grave son sus acusaciones que le coloca nombre propio de “sicariato judicial” una red encargada de condenar y absolver acorde a los intereses de unos.
En entrevista con la periodista independiente María Jimena Duzan cuenta como atendiendo ordenes de el entonces Fiscal General Néstor Humberto Martínez , decidía a “quien joder y a quien no” según sus propias palabras “si al papa había que encarcelar al papa se encarcelaba, si a Mancuso había que dejar libre Mancuso era libre” son tan grabe sus afirmaciones que por los menos 2, 3 o más casos deberían estar abiertos a investigaciones y por el contrario no hay uno que se conozca, da nombres propios, datos específicos y más oídos sordos no pueden haber, es un verdadero andamiaje de corruptela en nuestro poder judicial , todavía no está vacunada la entidad, esos a los que hoy acusa antes eran sus amigos ahora son sus enemigos, siguen “impartiendo la rectitud del derecho”, y peor aún son los encargados de escuchar su testimonio.
No es noticia, ni titulares, ni primicia contar al país lo que sucede en materia de corrupción al interior de las entidades públicas, se convierten en secretos a voces donde todos comentan pero nunca pasa nada, pagan penas los términos medios pero aquellos que se benefician en lo alto del poder siguen campantes como si para ellos no hubiera ley que los tocara y razón tienen porque en esta incertidumbre donde los que tienen el poder para impartir la equidad y transparencia de las leyes son los principales untados de la turbulencia, de lo torcido, seguirá el país en su mayoría siendo la parte de los “jodidos” mientras aquellos que tienen el cómo y con qué siguen siendo los que joden.
Es común en los países tercer mundista tener una débil imparcialidad de las leyes, acomodada a intereses particulares donde cada día está más de cerca la impunidad, se dificulta más de lo normal decir yo creo en la justicia, por lo que es un camino largo demostrar inocencia si no tienes los recursos y tienes a esta red de artimañas en tu contra.
Amanecerá y veremos en qué paran las confesiones del para nada “Fiscal Anticorrupción” siendo esta una de las paradojas de la vida, el lobo cuidando la presa.
Como siempre que Dios te cuide, me cuide y nos cuide a todos.
Milka Patricia Solano Gómez.