En un mundo marcado por la lucha constante por la igualdad de género, el 8 de marzo se erige como un hito de reflexión y acción. A lo largo de los años, esta fecha ha evolucionado desde una conmemoración de los logros de las mujeres hasta un llamado global a la acción contra la discriminación, la violencia y la desigualdad de género.
Durante demasiado tiempo, las mujeres de nuestra ciudad y región han enfrentado desafíos inmensos. La inequidad de género, la violencia doméstica, la falta de oportunidades y un desempleo alarmante son realidades dolorosas que muchas de ustedes han enfrentado en silencio. Es hora de que estas voces sean escuchadas y estas injusticias sean abordadas de frente.
Las cifras en nuestra región son alarmantes. La inequidad de género, la violencia doméstica y la falta de oportunidades son realidades dolorosas que afectan a un gran número de mujeres. Según datos recientes, el desempleo en Riohacha alcanza el 24%, afectando de manera desproporcionada a las mujeres. Esta situación no solo impacta en la estabilidad económica de las familias, sino que también perpetúa un ciclo de desigualdad y vulnerabilidad.
En Riohacha y La Guajira, muchas mujeres enfrentan condiciones de vida precarias, marcadas por la falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación. Además, la violencia de género sigue siendo un problema grave, con altos índices de casos reportados y una subestimación significativa debido al temor al estigma y la falta de recursos para buscar ayuda.
Este año, al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, surge un interrogante: ¿debemos celebrar los avances alcanzados o reflexionar sobre los desafíos que aún persisten? La respuesta, como suele ser el caso en asuntos tan complejos, es ambivalente.
Por un lado, es innegable que hemos logrado avances significativos en la lucha por los derechos de las mujeres. Desde el derecho al voto hasta la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, hemos alcanzado hitos importantes que merecen ser celebrados. Sin embargo, estos logros no deben eclipsar la realidad cruda y persistente que enfrentan millones de mujeres en todo el mundo.
La desigualdad de género sigue siendo una realidad palpable en muchos aspectos de la vida cotidiana. Desde la brecha salarial hasta la falta de representación en puestos de liderazgo, las mujeres siguen enfrentando obstáculos significativos en su búsqueda de igualdad y justicia. Además, la violencia de género, en todas sus formas, continúa siendo una lacra que afecta a mujeres de todas las edades, razas y clases sociales.
Por lo tanto, este 8 de marzo nos invita a reflexionar sobre el camino que aún queda por recorrer en la lucha por la igualdad de género. Nos insta a celebrar nuestros logros, sí, pero también a comprometernos con la acción y la resistencia contra todas las formas de discriminación, violencia y falta de oportunidades.
Como líder política, empresaria y madre cabeza de familia, mi compromiso es firme en el empoderamiento de todas nosotras. Debemos trabajar juntas para promover la igualdad de género a través de políticas públicas efectivas. Debemos fortalecer los programas de educación, garantizar el acceso a servicios de salud de calidad y promover la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones. Por esta razón necesitamos la participación activa de cada una de ustedes.
Mi llamado es pasar a la acción. Nuestro propósito colectivo es la transformación; podemos crear un futuro en el que las mujeres de Riohacha y La Guajira sean líderes, emprendedoras y agentes de cambio. Es hora de que nuestras voces sean escuchadas, nuestros talentos reconocidos y nuestros derechos respetados.
No están solas en esta lucha. Somos un poder colectivo, una fuerza imparable que puede superar cualquier obstáculo. Este es nuestro momento de ser protagonistas de un cambio real e inédito en nuestra ciudad y región. Hagamos que las cosas pasen, hagamos grande a Riohacha.
¡Adelante, mujeres de Riohacha y La Guajira! El 8 de marzo no es solo un día para conmemorar, sino también para inspirar. Es un recordatorio de que, juntas, podemos superar los desafíos que enfrentamos y construir un futuro más igualitario y justo para todas las personas. Porque, en palabras de la activista Malala Yousafzai, «cuando las mujeres tienen éxito, todos tenemos éxito».
Juana Cordero Moscote
Desde que tengo uso de razón se ha avanzado mucho en la equidad de género, pero falta mucho mas y eso debe iniciar por disputarle las oportunidades de liderazgo que hoy asumen los hombres, una mejor sociedad se.construye entre todos, de esa manera con lideresas en cargos de poder se puede enfrentar mas eficientemente la violencia de género y pueden ser equitativas las oportunidades de trabajo.
La tendencia de políticas de gobierno por integrantes parentales de la familia: mujer, infancia, juventud, adulto mayor nunca la comparto, en enfoque que varias organizaciones católicas y evangélicas orienta es el de «familia» porque es la base económica y emocional integral que se debe fortalecer. » Ojo pelao» porque la respuesta al machismo que sigue en muchas culturas, no es el feminismo.