MATRIMONIO EN EL SULTANATO DE OMÁN

“Hoy es el tercer y último día del matrimonio. El lunes fue la entrega de regalos y recepción entre las dos familias en la casa de la novia. El martes fue el matrimonio musulmán y hoy jueves es la fiesta en un lujoso hotel de MASCATE, la ciudad capital del Sultanato de Omán. Mañana los esposos se van de luna de miel a Dubái, Abu Dabi y Tailandia, a seguir siendo felices y a comer perdices”.

Así decía el mensaje enviado por David a su hermano Farid Cure del Castillo, quien permanecía en Barranquilla. Farid es un miembro muy querido de la cofradía cervantina que integra una sala virtual de tertulia permanente con sus condiscípulos del Liceo de Cervantes graduados en 1975. Aunque estaba muy distante del tropelín de los preparativos de la boda de su sobrino David Andrés, seguía muy de cerca la parafernalia del enlace, pues una operación de columna que le fue practicada un par de años atrás le impiden meterse 14 horas seguidas en un avión.  Su esposa Beatriz solo le permite viajar a su finca “Versalles”, a su apartamento vacacional en Cartagena y, bajo circunstancias muy controladas, a la Capital del Sol, en Florida.

El matrimonio que Farid le estaba compartiendo a sus contertulios cervantinos inmediatamente acaparó la curiosidad del grupo, pues tenía todos los ingredientes de una historia mágica, similar a una aventura de las mil y una noches. Desierto, lámparas, piedras preciosas, adornos siderales, túnicas, alfombras, pozos de petróleo, princesas de ensueño y amuletos ancestrales de fuerte arraigo. Con la emoción caribe que lo caracteriza, nuestro entrañable Edgardo Rosales Maldonado le envió un sentido y cálido mensaje a la Familia Cure:

“Es enaltecedor para nuestra comunidad y de un profundo reconocimiento a una familia sin par. Ejemplar en amor y en principios. No pudo escoger mejor familia esa ilustre joven de Omán”.

La fuerza del amor, una vez más, había obrado el milagro de aparear a dos jóvenes que sucumbieron al hechizo de las flechas lanzadas por Cupido en University of Louisiana at Lafayette, uno de los más prestigiosos claustros universitarios de Estados Unidos, donde ambos estudiaron. David Andrés se graduó como Ingeniero de Petróleos y desde entonces su corazón quedo hipotecado a la señorita Nuff Al-Meer. A partir de allí, David Andrés nunca más pudo desatar la manila invisible que lo amarraba inexplicablemente a esa hermosa mujer de raíces beduinas.

El suegro de David Andrés tiene negocios donde puede ejercer su profesión de Ingeniero de Petróleos. Lo que traducido a lenguaje coloquial significa: Es un Jeque Petrolero. De manera que el panorama les pinta muy bien para el futuro. El amor fue tejiendo la red y durante más de un ano David Andrés hizo el proceso de conversión a la religión musulmana y posteriormente consumaron la unión matrimonial. David Padre le seguía informando a su hermano Farid, sobre el ceremonial de enlace:

“La costumbre es que el IMAN (La persona que dirige la oración colectiva en una mezquita. Es el equivalente de Sacerdote en el islamismo) los casa, pero la mujer no está presente. Ella permanece en un salón contiguo. Después el novio entra a ese salón, le entrega el anillo a la novia, le da la bendición poniendo sus manos sobre la cabeza de ella, se toman fotos y ella regresa a la casa de sus padres por 48 horas, en señal de aceptación. Y la fiesta comienza 48 horas después que el IMAN bendijo la unión”.

Después que recibimos la foto, donde los novios aparecen flanqueados por Mayra Cure (Hermana de David y de Farid) y por Gabriela, la hija de Mayra, vino una pregunta de simple curiosidad:

  • ¿Porque David Andrés tiene empuñado ese manduco…? Parece un “Palabrero” Wayuu.

La inquietud fue absuelta con la siguiente explicación: La daga pequeña simboliza una herramienta de supervivencia para la vida. Y el manduco que tu observas, no es un manduco. Es una espada que es símbolo de poder. Y además, constituye el mensaje figurado de que el portador es reconocido y aceptado como un nuevo miembro de la Familia.

La fuerza del amor hizo acercar y conectar la enorme distancia geográfica y cultural que hay entre Mascate y Barranquilla. Y entonces me vi precisado a contarle a mi amigo Farid los motivos que suscitaron mi curiosidad.

Hace un par de años Ivonne & Yo estuvimos en la ciudad de Orlando, disfrutando un relajante paseo por el centro de Florida. Alquilamos un apto en uno de esos conjuntos vacacionales de TIEMPO COMPARTIDO (“Time Share”), donde se tienen todas las facilidades al alcance de la mano. Cuando nos registramos nos ofrecieron un desayuno gratis y un bono de $100.00 Dlls por asistir a una conferencia de 60 minutos sin ningún compromiso de comprar nada. Aceptamos la oferta, fuimos al desayuno e inmediatamente fuimos “capturados” por una jovencita vendedora, quien estaba desbordada de amabilidad con nosotros. La niña comenzó a exponer las ventajas de hacer intercambios vacacionales en las ciudades más turísticas del mundo con las cuales ellos tenían alianzas de copropiedad. Mencionaba, por supuesto, las más conocidas: Paris, Roma, Milán, Londres, Madrid, Ámsterdam, Frankfort, Washington, Tokio y muchas otras.

La joven muchacha interpreto nuestro apacible y respetuoso silencio como una aceptación tácita de su oferta. Y mientras su amabilidad para con nosotros crecía, el tiempo de una hora estaba a punto de cumplirse. Entonces ella quiso redondear la faena del eficaz método de marketing que practican esas empresas y me pregunto:

  • ¿Qué ciudad le gustaría visitar, señor Orlando…?
  • ¡Me gustaría visitar la ciudad de Sanaa…!

Ella, que estaba acostumbrada a escuchar como respuesta alguna de las ciudades que había recitado minutos antes, quedo muy sorprendida… e inmediatamente contra preguntó:

  • ¿Dónde queda esa ciudad…?

La ciudad de SANAA es la capital de la Republica de Yemen. Yemen es un país de tamaño similar a España que está ubicado al sur de la península arábiga. Esta al norte de Somalia, que hace parte de lo que se conoce como “El Cuerno de África”. Y hacia el otro lado de Yemen, hacia el oriente, está el Sultanato de Omán, un país de tamaño similar a Italia, cuya capital es MASCATE. Esas son las dos ciudades que me gustaría conocer. SANAA y MASCATE.

Después de ese pequeño vistazo geográfico que le recite a la muchacha vendedora, su amabilidad sufrió una repentina metamorfosis. Ahora tenía una mirada de mujer irritada porque su plan de venta se había desmoronado. Y sus ojos negros comenzaron a botar fuego cuando le dije que el plazo de una hora se había terminado.

  • Pero si no compran el Plan, el Gift Card no podrá ser entregado.
  • Tranquila Nina. Disfrútala tú. Te la cedemos. Muchas Gracias.

Nos despedimos y salimos del salón. Cuando comenzamos a caminar por los hermosos y apacibles jardines del condominio vacacional, Ivonne me dice:

  • Te había escuchado varias veces mencionar la ciudad de SANAA, pero es la primera vez que te escucho mencionar la ciudad de MASCATE.
  • Nunca olvido ese nombre, pues me quedo incorporado inmediatamente a la memoria cuando recordé que alguna vez mi hermana Diana me dijo en el Cabo de la Vela, después de ver que mi primera camioneta Ford F-150 lucia espichada, sucia y desvencijada:  Ajooo… ¡Ya te la MASCATE…!!!

Orlando Cuello Gámez

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4 comentarios de “MATRIMONIO EN EL SULTANATO DE OMÁN

  1. Crispín Alberto Medina Romero dice:

    Maravillosa columna.
    Orla, que Dios siga conservando en ti, esa pluma fina, llena de imaginación y de cultura. Un fuerte abrazo.

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