NO TE DEJES ENREDAR, CON  “CUENTOS DE VIEJAS”

1 de Timoteo Capitulo 4


“Timoteo, si les explicas estas cosas a los hermanos, serás un digno siervo de Cristo Jesús, bien alimentado con el mensaje de fe y la buena enseñanza que has seguido. No pierdas el tiempo discutiendo sobre ideas mundanas y cuentos de viejas. En lugar de eso, entrénate para la sumisión a Dios. «El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene».”
1 Timoteo 4:6-8 NTV

En los versículos precedentes a estos, Pablo exhorta a Timoteo respecto de las enseñanzas engañosas que en los últimos tiempos se enseñarían,  al respecto le aconseja no perder el tiempo contendiendo sobre ideas engañosas, a las que se refiere como “cuentos de viejas”.

Tratando de comprender lo que significa la expresión “cuentos de viejas” encontré que se definen como: una supuesta verdad que en realidad es adulterada o una fantasía. El apóstol pablo le aconseja a Timoteo desechar estas mentiras disfrazadas de verdad que ilegitimaban la palabra de Dios.

La biblia enseña que el padre de la mentira es satanás (Juan 8:44), quien desde el principio de los tiempos ha intentado sabotear los planes de Dios y llevar a la humanidad a la condena eterna. Con este objetivo,  ha venido infiltrando en las iglesias sus mentiras, por lo cual Jesús también advertía que en los últimos tiempos muchos serian engañados.

Mateo 24:4-5, 10  No dejen que nadie los engañe,  porque muchos vendrán en mi nombre y afirmarán: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a muchos…  Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente. 

Mateo 24:23-24  Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.  Miren, que les he advertido esto de antemano.

Por esta razón, es preciso pedir al Espíritu Santo su ayuda para que podamos reconocer esas mentiras tan sutiles, que a veces nos hacen creer que son verdades. En este sentido, a la luz de la palabra podemos observar varios ejemplos que nos pueden ayudar a filtrar lo que vemos, escuchamos, decimos, leemos y pensamos.

  • Recordemos el primer engaño que uso el diablo con Eva a través de la serpiente, usó la expresión: “¿De veras Dios les dijo…?” (Génesis 3:1). Con esas palabras, básicamente incitó a Eva a reflexionar acerca de lo que ella había interpretado en cuanto a la instrucción dada por Dios. Esto hizo que se convenciera de que la regla impuesta por Dios en el Edén, era excesivamente restrictiva.

En cuanto a esto, aun al día de hoy muchos reevaluamos el consejo de Dios (La palabra) cayendo en la trampa de añadir nuestra propia interpretación y, por ende, terminamos haciendo lo que nos parece mejor e invalidando la voluntad de Dios para nuestras vidas.

  • De igual manera, vemos que en el desierto Satanás en dos ocasiones, comenzó sus instigaciones en contra de Jesús con: “Si eres el Hijo de Dios”. Lucas 4:1-13. Obviamente, Satanás eligió un momento en que Jesús estaba físicamente débil y hambriento para atacar su identidad.

Esto es algo que nos sucede a menudo,  en medio de situaciones adversas, cuando nos sentimos vulnerables o afectados, emocionalmente, físicamente (enfermedades), financieramente,  alcanzamos a dudar si realmente Dios puede hacer algo por nosotros, o simplemente pensamos que nos ha dejado solos en medio de las adversidades. Esta es una mentira muy frecuente, que debemos identificar y rechazar inmediatamente llega a nuestra mente.

  • Otra trampa muy usada por satanás es tergiversar la misma palabra de Dios, en el libro de Lucas 4:10-11, el diablo cita textualmente el Salmo 91:11-12para intentar convencer a Jesús de actuar en su humanidad y no en el Espíritu. Una de sus estrategias es omitir partes clave de las Escrituras para adulterar su significado y adaptarlo a su conveniencia. Vemos hoy que muchas corrientes religiosas a partir de algunos extractos bíblicos, citan la palabra de Dios logrando manipular a multitudes usando versículos descontextualizados o sólo aquellos que afirman lo que quieren hacer creer para seguir solidificando estructuras fundamentadas en el poder y la prosperidad.
  • Otra artimaña que sigue usando el día de hoy, es la de proponer “caminos alternativos”, para evitar la obediencia total a la voluntad de Dios. Satanás sabía que no podía hacer que Jesús abandonara el plan de salvación. Por ello, le propuso otra alternativa, dice en Lucas 4:5-7, “Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos’. Es decir, le estaba ofreciendo un trato, “ser el rey del mundo” sin tener que soportar la crucifixión.

A cuantos hoy se nos han presentado atajos para lograr algunas sueños, metas, objetivos, propósitos o como queramos llamarlos, ¿a cuántos de nosotros el enemigo nos ha ofrecido poder, riqueza, reconocimiento, entre otras cosas para en pocas palabras  “poseer todos los reinos del mundo” y hemos optado por ese camino y abandonado la asignación y propósito de Dios para nosotros? Le paso a Abraham cuando decidió tomar el atajo (acostarse con Agar) para ser padre (ver cumplida la promesa de Dios), también nos puede estar pasando a nosotros.

El apóstol pablo nos aconseja que en lugar de seguir cayendo en las mismas mentiras, podamos ejercitarnos en la obediencia a Dios: “En lugar de eso, entrénate para la sumisión a Dios. «El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene.”

“Sumisión” significa: “el acto de rebajarnos” “El acto de someterse a la autoridad o control de otro”.

Entrenarnos en la sumisión a Dios implica obediencia  total a su palabra. Esta actitud de sumisión es evidenciable solo cuando somos capaces de darle prioridad a lo que Dios nos demanda, por encima de nuestras propias ideas o deseos. Para hacer esto más comprensible Pablo, hace una analogía con el entrenamiento del cuerpo, en tanto que, el entrenamiento sin disciplina no funciona, entonces debemos ejercitarnos continuamente.

Por ejemplo, aquellos que van al gimnasio pagan una membrecía, por eso se disciplinan y van todos los días para no perderla, en nuestro caso la membrecía para nuestro entrenamiento en la sumisión a Dios fue pagada con precio de sangre. No dilapidemos lo que Jesús pagó por nosotros.

En últimas, Pablo al igual que Jesús nos advirtió que en los últimos tiempos habrá una gran lucha, porque la iglesia será atacada con doctrinas falsas, llenas de formalismos sin sentido, que simulan ser espirituales pero en el fondo no tienen nada que ver con lo que Dios quiere de su pueblo.  Precisamos entonces, tener en cuenta estas exhortaciones para no ser de esos que caerán en profecías, milagros y señales falsas.

Vicky Pinedo 

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