ENTRE OPORTUNIDADES Y OBSTÁCULOS: LA GUAJIRA EN LA RUTA DE LA SEDA MODERNA

En un mundo donde la Ruta de la Seda Moderna transforma economías y regiones, Colombia, y específicamente La Guajira, parecen meros espectadores de un juego global que redefine los centros de poder y desarrollo. Mientras El Salvador se beneficia de inversiones chinas que incluso impactan elecciones presidenciales, Colombia se queda atrás, frenada por la corrupción y un sistema educativo inadecuado para los desafíos actuales. Esta columna busca entender por qué La Guajira, rica en potencial, no ha logrado captar la atención ni la inversión que la Ruta de la Seda promete.

El contraste entre las oportunidades aprovechadas en El Salvador y las oportunidades perdidas en La Guajira es una llamada de atención sobre los efectos limitantes de la corrupción y la deficiente educación en ciencia y tecnología. El ejemplo salvadoreño, con sus modernas bibliotecas y planes de desarrollo financiados por China, muestra lo que podría ser posible: un desarrollo acelerado y sostenido. En contraste, La Guajira lucha con planes reactivos que no alcanzan a prepararla para una integración efectiva en proyectos tan ambiciosos como la Ruta de la Seda.

Para que La Guajira y Colombia en su conjunto puedan incorporarse efectivamente a la Ruta de la Seda y aprovechar sus beneficios, es crucial una reforma profunda del sistema educativo y de las instituciones públicas. El enfoque debe estar en fomentar una educación que priorice la productividad, la ciencia y la innovación, y en crear un ambiente político caracterizado por la transparencia y la eficacia administrativa.

El embajador de China en Colombia, Zhu Jingyang, se ha comprometido con la profundización de la cooperación bilateral, con un enfoque especial en la infraestructura y la tecnología. Su labor puede ser un catalizador para que La Guajira se alinee con los proyectos internacionales que prometen desarrollo y modernización.

Zhu ha liderado iniciativas que promueven la mejora de infraestructuras y la energía renovable en Colombia, mostrando un esfuerzo por adaptar la cooperación internacional a las necesidades locales. Estos proyectos no solo buscan el desarrollo económico, sino también la sostenibilidad y el respeto por la diversidad cultural y ambiental de la región.

 

La importancia del intercambio cultural y educativo

Además de los proyectos económicos y tecnológicos, Zhu ha abogado por un fuerte intercambio cultural y educativo entre China y Colombia. Esto es crucial para construir puentes de comprensión y colaboración que beneficien a ambos países, proporcionando a La Guajira oportunidades para capacitar a sus jóvenes en áreas clave para su desarrollo.

La Guajira se encuentra en un momento decisivo: puede continuar siendo una mera observadora o convertirse en una protagonista de su propio desarrollo. La clave está en la adopción de reformas educativas y políticas que permitan a la región integrarse efectivamente a la economía mundial y aprovechar proyectos como la Ruta de la Seda para transformar su futuro. La pregunta esencial para los líderes y ciudadanos de La Guajira no es si pueden adoptar este cambio, sino si pueden permitirse ignorarlo.

Para ello, La Guajira podría inspirarse en los modelos de Medellín y Barranquilla, donde las políticas de educación y desarrollo urbano han sido pilares de su transformación. En Medellín, bajo la administración de Sergio Fajardo, el enfoque ‘Medellín la más educada’ revitalizó la ciudad mediante la inversión en educación y la integración de tecnologías en el aprendizaje, lo que contribuyó significativamente a disminuir las tasas de violencia y pobreza. Por otro lado, Barranquilla experimentó una transformación similar bajo el liderazgo de Alex Char, quien impulsó grandes proyectos de infraestructura y programas sociales que mejoraron la calidad de vida urbana.

Estos ejemplos demuestran cómo políticas enfocadas en la educación y el desarrollo pueden catalizar una transformación significativa, no solo en términos económicos, sino también en el tejido social y cultural de una región. Para La Guajira, adoptar un enfoque similar podría significar no solo avanzar hacia una economía más diversificada y resistente, sino también forjar una sociedad más equitativa y con mejores oportunidades para todos sus habitantes.

 

Juana Cordero Moscote 

DESCARGAR COLUMNA

2 comentarios de “ENTRE OPORTUNIDADES Y OBSTÁCULOS: LA GUAJIRA EN LA RUTA DE LA SEDA MODERNA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
💬 ¿ Necesitas ayuda?
Hola 👋 ¿En qué podemos ayudarte?