“Año nuevo, vida nueva” para cultivar con amor y optimismo, semillas que fructifique progresos y prosperidad, colectiva e indiscriminada. Todos los días son propicios para nacer, deshacer y comenzar, olvidando recuerdos: frustrantes, atormentadores y perturbador; por padecimientos de problemas y necesidades, sobre diversos asuntos.
El agua, escasea en La Guajira, cuando estamos sobrado de fuentes hídrica, ribereñas y estancada en 200 millones de metros cúbicos, que no ha sido posible utilizarla para satisfacer la necesidad colectiva, de los territorios municipales del departamento, por negligencia de quienes gobiernan, que no se compadecen de las inclemencias que vivimos, por falta de preciado líquido natural, indispensables para la vida humana, animal, vegetal y para emprender, cualquier acción ligada al progreso, que nos beneficien a todos.
¿Por qué no se utiliza la fórmula de obras por impuestos, para que se activen y funcione, la operación de la represa del Ranchería, distribuyendo el agua a municipios, donde urge soluciones, de la misma forma como se descuentan, pagos de regalías del impuesto de renta anual, en favor de Carbones del Cerrejón? ¿Cuál ha sido la compensación del centralismo con La Guajira, por las billonadas económica que ha extraído de su territorio, con Gas y Carbón? Ni con regalías, ni mucho menos, con obras por impuestos, ha sido posible que se mejoren el asunto para los guajiros. ¿Cuántos años más, debemos esperar para llegar a un por fin? Ni con sentencias judiciales de altas cortes, obligando con el cumplimiento de resolver la problemática del agua, han sido respetada, por inefectividad de autoridades administrativas, no obstantes el registro de muertes de niños wayuu. Pero tampoco se han tomado por parte de la autoridad judicial, ninguna decisión sancionatoria a los responsables omisos.
Dios ha privilegiado a La Guajira, en posición geográfica estratégica, jurisdicción territorial nacional, En su interior goza de ocupar el primer lugar en el mundo, en generación de energías de diferentes fuentes: Gas, Carbón, Eólica y Solar; de mucho valor, para la promoción de industrial, agrícola, turismo y recreaciones, culturales y deportivas, aprovechado el uso de playas marinas, para la atención y explotación de turismo, con mayor extensión de playas en la Costa Atlántica, por ser una península, limitante por tierra y mar, con Venezuela y por mar, con Centro y Norte América.
La Guajira, es el “Faro” de referencia, utilizado para direccionar navegaciones, aéreas y marítima, destinada a ingresar a Colombia y Venezuela, por el Océano Atlántico y el Caribe. Se necesita tecnificar la agricultura y ganadería, para efecto de comercialización garantizada. Estructurar acondicionamientos de estaderos turísticos y recreativo, en áreas: marítimas, ribereñas y territorios étnicos. Se rehabilita la explotación de sal en Manaure, municipio especial para criaderos de crustáceos: camarón, langostinos, caracol, mejillones, jaibas, pepitonas, ostras etc.
Si el centralismo nos ha mal tratado, menospreciado, infamado y descalificado; considerando al territorio peninsular, como una colonia vulnerable para su utilización, por debilidades manifiestas, sucumbida en corrupción, responsables del posicionamiento ordinal, ubicándonos en los últimos lugares, de acuerdo a estadísticas de carácter económico territorial, cuando deberíamos estar ubicado entre los siete mejores departamentos de Colombia. Es de sabido conocimiento, que hemos sufrido el marginamiento, desacredito y desprecios, para atrofiar el desarrollo y progreso de La Guajira, negándole oportunidad sus hijos, comportándose la dirigencia política, pasivos y sumisos, aprovechable, para subyugarlos y dominarlo a su favor.
Los guajiros no debemos dejarnos fraccionar, ni dividir, por tendencias: ideológicas, política o religiosa; que de nada nos han servido, ni mucho menos nos van a servir. Unifiquemos fuerza, con objetivos y finalidades precisa, para defender nuestros derechos e intereses, en beneficios, colectivos y generales. De seguro no iríamos mejor, que enfrentarnos a pelear entre nosotros, por aferrarnos en discusiones estériles, ensalzada de fanatismo emotivo y agresivos, con insultos y ofensas, desagradables, que pueden inducir violencia, por estar en favor o en contra, de un determinado partido, bancada o politiqueros, que para La Guajira, han sido inoperante, independientemente de las tendencias referenciada. Si seguimos en las misma, seguiremos frustrado, sin esperanza de nuevos y mejores horizontes, para impulsar desarrollo y progreso. “A lo tuyo tu”. Con divisiones gana el individualismo, oportunismo y el egoísmo; en detrimento de un beneficio generalizado.
El gobernador Jairito Aguilar Deluque, tiene la mejor intención y oportunidad, para tomar la batuta y dinamizar, conjuntamente, con los alcaldes de los 15 municipios, representantes a Congreso, para salir de la “olla”, donde nos encontramos, con operaciones, de emprendimientos e inversiones, publicas y privadas, garantizando estabilidad y seguridad: publica y administrativa, prohibiendo los bloqueos en las vías públicas y de transporte, terrestre y férreo y controlando brotes delincuenciales.
La nación Wayuu, debe reflexionar, sobre el anuncio de cierre del territorio media y Alta Guajira, programado para el 15 de enero, del presente año, porque nos causan más daño, que beneficios. Dialoguemos y defendamos, vehementes soluciones, sin cerrarnos en obstrucciones, por caprichos y temeridades. Mucho menos en chantajes, ni extorciones
El segundo año del periodo de gobierno, mandatario departamental y los alcaldes, deben registrar, hechos relevantes, con puntaje a su favor, en sana competencia, destacando, obras y acciones, de bienestar, utilidad y solución de necesidades, en diferentes localidades. El gobernador Aguilar, tiene las ganas y energía, para despegar y grabar huellas, en su cuarto de hora, apoyándose con mesas técnica-jurídica, externas, integradas en unidad de dialogo permanente, que contribuyan, con el equipo de gobierno, a despejar dudas, socializar, intermediar, diferenciar y proponer alternativas, con mecanismos y prácticas, cualificadas, en lo relacionado con las operaciones: control de inseguridad, represa del Ranchería, activación de energía alternativa en Alta Guajira, explotación del proyecto gasífero Sirius, estructuración en obras, para recreación, turismo u otros asuntos, de interés y beneficios generales.
No debemos seguir subyugado, ni aceptar negativas, en oportunidades laborales, con el cuento de no estar acondicionado el territorio, ni preparados sus habitantes, para justificar aislamiento en vinculación relativa a contratación laboral y de servicios, como se materializó en la explotación de Carbón, invirtiendo en otros territorios diferente de donde se lleva a cabo la explotación. El puerto de Santa Marta tampoco está condicionado para la operación Siurus, requiriendo de inversiones de adecuaciones. ¿Por qué no invierten en Puerto Brisa? En La Guajira, pueden hacer las mismas obras, que requiere y necesita el puerto de Santa Marta.
Vamos todos unidos en masa popular por La Guajira, con el respaldo de nuestros medios de comunicaciones. Dejemos a un lado: divisiones, indiferencias, egoísmo, pesimismo y partidismo político. “Ahora o nunca”, “Uno para todos y todos para uno” consigna popular.
Martín Barros Choles