MADRE SOLO HAY UNA… CUANDO ELLAS SE VAN LA FELICIDAD PLENA NO EXISTE

“Lo más lindo que la vida me ha brindado una madre que nunca podre olvidar, aunque se ha ido para siempre de mi lado allá en el cielo me tiene que recordar”

He recordado en este día a la madre que me pario, y por ese motivo vino a mi mente una canción cuyo titulo se lo sugerí yo al autor Emiliano Zuleta Diaz, “Madre ausente” la cual grabó el con la voz de Toba Zuleta y también hay una versión con su acordeón y su voz, a esa obra musical corresponde el aparte que hemos transcrito preliminarmente, no olvido que estábamos con Amylkar mi hermano el doctor Amadeo Tamayo cuando Emilianito me la cantó y me dijo que no sabia que titulo colocarle.

Es Dia de la madre. Día de fiesta y fantasía en los cielos y de renovado duelo en mi corazón, es una fecha de renovación consciente de nuestros votos de obediencia a Dios y de justificada razón para reiterarle nuestro amor imperecedero a nuestra madre, a quien Dios se llevo de mi lado pero nunca pudo sacar de mi corazón, en esta fecha grata para mis buenos recuerdos la echo de menos, y cuando voy a alguna ciudad o almacén siento estremecer mi corazón porque ya no esta para hacerla feliz con algo que yo sabía que le gustaba.

Nunca vi a mi vieja más feliz un día de La Madre como aquella vez que le lleve de regalo una hermosa mecedora y un ventilador con los primeros pesitos que recibí en mi vida profesional, casualmente, después de muchas peripecias recibí el primer pago en mi vida por mi trabajo, fui a Barranquilla para traerle la mecedora que una vez le escuche que le encantaban, y pensé, el día que trabaje se la regalo y así fue, allí estuvo mi primera inversión, le tape los ojos aquella mañana, y cuando los destapé tenia ella su mecedora frente así, y su rostro se transformó, aquello fue sin duda un bálsamo de alegría parara su corazón que estuvo enlutado desde cuando yo nací, así es enlutado porque desde cuando un bárbaro asesino a su hermano antes de que yo naciera más nunca volvió a vestir ropa de color marchitándole par siempre la dicha que bien ganada tenía.

Mi vieja fue una líder, genio y figura, lucho por nosotros, por la familia y por los derechos de nuestro pueblo hasta la hora de su partida, no hasta su muerte porque ella solo morirá el día que yo emprenda comparta también con el hijo de Dios el camino misterioso de la muerte, soy prolongación de su existencia y a donde esté siempre cumplo su santa voluntad.

No hay duda Dios debe estar satisfecho porque hoy celebra mi vieja su día allá donde todo lo pasado es insignificante, a donde la ingratitud de tanta gente a la que muy bien les sirvió no atormenta su corazón, con mis oraciones y la defensa de su legado de solidaridad, de honestidad y de lucha es suficiente, su recuerdo sigue siendo el caudal de energía que a todos nos impulsa a seguir ascendiendo en el camino del estudio y  de las bienaventuranzas, y sus enseñanzas junto a papá la mejor herencia que pudimos recibir, esa que no es valorable en dinero sino en bendiciones, que nunca se acaba y que nos mantiene con la tranquilidad y la seguridad de quien espera una vida larga, se servicio a nuestros semejantes y fecunda.

Que orgulloso me siento de su inteligencia, de su visión del mundo, ella le quedo grande a su tiempo, sus decisiones siempre parecían guiadas por el omnipotente, suave en la crianza y rígida con la disciplina, ello hizo posible para todos nosotros una niñez sin energía eléctrica, sin televisión, sin parques de recreo, pero felices, siempre con una escuela a donde ir, un lápiz en la mano, un libro que leer, y un tetero EVENFLO azul que el Nene de la casa disfrutó hasta cuando le dio la gana, desde entonces solo la parca pudo poner fin a nuestra relación de mutuos pechiches y complacencias.

No me cansare nunca de dar gracias a mi vieja por haber traído para mi el mejor Papa del mundo, de haberme dado el privilegio de nacer en nuestra casa de zinc en cama de esplín y con “Comadrona” experimentada para que yo viera por primera vez la luz de sus ojos visionarios, los que se llenaban de lágrimas de alegría cuando le contaba que me habían colocado una banderita en el colegio o había recitado una gran poesía.

Nunca he podido entender porque Dios no permitió que yo llegara mas temprano a este mundo, cuando nací ya ella había recorrido mas de la mitad de su periplo vital, llegue cuando no me esperaban cinco años después de Chichi mi hermano que me antecede, ya ella había cumplido los cuarenta, me faltó tiempo pero entiendo que los tiempos de Dios no son cortos ni largos, son perfectos, es indudable que así estaba escrito y así se cumplió y donde quiera que se encuentre seguramente estará orgullosa de su obra, ella sabe cuando significa para mi y que mi felicidad no es plena siempre siento que algo falta, con ella enterré un pedazo inmenso de mi corazón, pero su presencia en mi es permanente porque cuando enfrento tribulaciones muchas veces causadas por gente a quienes dio la mano cuando la necesitaron es un consuelo para mi recordar lo que dice la Santa Biblia “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición. Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre”, también el Evangelio de San Lucas pone de presente lo siguiente: “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido”.

Estoy seguro que si el Todo Poderoso hubiera sabido cuanta falta me hace Mamá nunca la hubiera separado de mí, ya no tengo quien le mande los papelitos a la profesora diciéndole “No le peguen a Nene porque el es nervioso”, aquello era como un salvoconducto para mí.

¡¡Madre olvidarte es imposible, me duele el corazón!!

Luis Eduardo Acosta Medina

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