Santa Marta una ciudad que respira historia y belleza natural ha luchado durante mucho tiempo con un sistema de transporte público caótico y desordenado, el tráfico, la inseguridad y un servicio poco confiable han sido una constante para sus habitantes; sin embargo, la llegada del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) no es solo una obra de infraestructura, es la promesa de una transformación profunda, un paso fundamental para que la ciudad se reconcilie con su propio futuro, con ese fin claro el Alcalde y la Gerencia del proyecto conscientes de la magnitud de este desafío, trabajan a toda máquina para asegurar la pronta entrada en funcionamiento de un sistema que no solo beneficiará a los samarios sino que también será un modelo para otras ciudades, como Riohacha.
Este sistema no llega a imponer sino a proponer un modelo de ciudad más organizada, y sobre todo conectada pues aspira a que el tiempo de los usuarios valga más, haciendo que el recorrido hacia el trabajo, la universidad o algún lugar turístico no sea una odisea, sino un trayecto seguro, por ello se concibe como meta que el espacio público que hoy es un escenario de caos se convierta en un lugar de encuentro, de caminatas tranquilas y de convivencia ciudadana; el SETP proyecta una Santa Marta donde los buses no contaminan, donde las rutas están pensadas para servir, no para confundir, y donde el adulto mayor o el estudiante pueden llegar a su destino de manera puntual y segura.
Para una ciudad que se enorgullece de su riqueza turística un sistema de transporte público organizado y seguro es un pilar fundamental, los turistas, al igual que los residentes, buscan una experiencia de movilidad sin estrés, sin lugar a dudas cuando una ciudad ofrece un transporte público eficiente, limpio, seguro y con un sistema de información claro mejora su imagen, invita a los visitantes a explorar más allá de los puntos turísticos convencionales y fomenta un turismo más sostenible; actualmente, el desorden del transporte público puede generar una percepción de inseguridad y caos desincentivando a los visitantes a usarlo y limitando su movimiento a taxis o vehículos privados lo que a su vez incrementa el tráfico y la contaminación, un SETP robusto cambia este paradigma con rutas definidas, paradas visibles e información en tiempo real, los turistas se sentirán confiados para moverse por la ciudad, lo que se traduce en un mayor dinamismo económico para todos, esa es la diferencia entre un turista que solo visita El Rodadero y uno que se atreve a explorar el centro histórico, los barrios tradicionales o incluso las zonas rurales cercanas sabiendo que puede regresar de manera segura.
El modelo del Sistema Estratégico de Transporte Público va mucho más allá del simple servicio público colectivo, porque su verdadera misión es transformar el paradigma de la movilidad urbana, una de las barreras más grandes que enfrenta el SETP es la percepción cultural de que el transporte público es un servicio exclusivo para personas sin vehículo particular o de clase baja, esta visión, arraigada en muchas ciudades latinoamericanas es un obstáculo que debemos derribar pues es imperativo que la ciudadanía entienda que un sistema de transporte público de alta calidad es en realidad una solución efectiva y para todos, sin importar su condición económica, para lograr esta transformación de mentalidad es necesario un cambio de perspectiva ciudadana por lo que el SETP debe verse como lo que es, una inversión en la calidad de vida de todos los samarios ¿Por qué usar un vehículo privado cuando se puede llegar al destino más rápido en un bus moderno y con aire acondicionado? ¿Por qué contaminar y perder tiempo en el tráfico cuando se puede disfrutar del trayecto, leer o simplemente descansar?
Este cambio de perspectiva ya ha ocurrido en grandes urbes europeas y americanas, en ciudades como Londres, París, o Nueva York el transporte público no es una opción de segunda sino la opción preferida incluso por ejecutivos y profesionales de altos ingresos, quienes lo utilizan porque es más rápido, más eficiente y más sostenible, Santa Marta con la implementación del SETP tiene la oportunidad de unirse a esta visión global promoviendo una cultura de movilidad inteligente y consciente, aquí el desafío es mostrarle a la comunidad que el transporte público es sinónimo de progreso y de modernidad; además de ampliar los medios de transporte entendiendo que es un enfoque que busca integrar la bicicleta, el peatón y el transporte público masivo como los verdaderos protagonistas del desarrollo urbano, priorizando la sostenibilidad ambiental y social sobre el crecimiento desmedido del parque automotor privado.
El caso de Santa Marta y la implementación de su SETP sirve como una valiosa lección para otras ciudades costeras y turísticas de Colombia como Riohacha que se acerca a la histórica celebración de sus 500 años en 2045; esta ciudad se encuentra hoy en un punto crucial para su desarrollo pues la falta de una oferta de transporte público organizada y la prevalencia de la informalidad, sumadas a una deficiente infraestructura vial la sitúan en una clara desventaja competitiva frente a destinos turísticos más estructurados, lo que afecta la ampliación de la oferta de bienes y servicios pues inconscientemente los residentes y visitantes al no contar con opciones de movilidad seguras y predecibles limitan su exploración de la ciudad y se enfrentan a un caos que puede empañar su experiencia.
Por ello Riohacha debe tomar la iniciativa y proponerse con la visión puesta en su medio milenio de historia un proyecto de esta envergadura siguiendo el ejemplo de Santa Marta, es fundamental, poner en funcionamiento un sistema de transporte estratégico que no solo modernizaría la ciudad sino que también sería un motor para el desarrollo económico y social fortaleciendo su potencial turístico; la planificación de rutas eficientes, la inversión en vehículos modernos y seguros, junto a la creación de una cultura de movilidad responsable serían la clave para que en el año 2045, Riohacha pueda celebrar su aniversario no solo con historia sino con una ciudad vibrante, ordenada y a la vanguardia donde la movilidad sea una ventaja, no un problema.
Volviendo a la fantástica, el SETP es más que una obra de concreto un proyecto que se construye con la voluntad y el compromiso de cada ciudadano, por ello desde aquí hago un llamado a la colaboración de los comerciantes quienes entienden que una ciudad más ordenada es también una ciudad más próspera, a los líderes barriales que conocen las necesidades reales de su gente y a los jóvenes que quieren quedarse y construir su futuro aquí; el SETP también es una apuesta por el medio ambiente, una necesidad urgente en esta tierra del litoral afectada por el cambio climático, reducir las emisiones, cuidar los cuerpos de agua y planificar con conciencia ecológica no es un lujo, es una necesidad urgente, algo que este sistema lo entiende, lo incorpora y lo respeta.
Santa Marta tiene un alma y un carácter únicos, una identidad que no se negocia y que tiene el derecho de evolucionar sin perder su esencia, por eso se debe entender que el SETP no llega a borrar su identidad sino a potenciarla, a hacer que la ciudad sea más vivible, más justa, más cosmopolita; así pues, con la puesta en funcionamiento de la operación del sistema se debe repensar en la actitud frente a su uso y conservación, también es pertinente el espacio para decir que es momento de dejar atrás el escepticismo y creer que sí es posible tener un transporte digno que aporte a una nueva Santa Marta que funcione para todos, porque cuando el SETP esté en marcha no solo se moverán buses, se moverá la dignidad, la confianza y el orgullo de escalar como potencia nacional.
*Léase: Sistema Estratégico de Transporte Público
Adaulfo Manjarrés Mejía

