El mundo para las mujeres está cambiando positivamente, lo que además de cierto es notorio y en consecuencia nos impone trabajar cada día y cada vez más en procura de erigirnos sobre nuestro propio yunque contra todo y contra todos, especialmente por cuanto en la medida que y nos vean como un ejemplo a seguir, surgirán más obstáculos y obligadas estaremos a trabajar más, esforzarnos, multiplicarnos, toda vez que mientras mas ascensos logremos, más estaremos en la mira constante de una ciudadanía que no está acostumbrada a oír, escuchar ni atender voces femeninas dirigiendo los destinos de una colectividad como la nuestra; y peor, si adelantan en todos los órdenes y niveles obras de relevancia producto de su administración, gestión y gerencia públicas que ayudarán al desarrollo y crecimiento de sus regiones.
Tenemos la obligación ciudadana de darnos a la tarea de trabajar activamente en política, responsabilizarnos en la búsqueda incesante de lograr cambios y transformaciones, defender conceptos, crear caminos, abrir oportunidades; entender, comprender y demostrar que merecemos respeto, que nos sobran méritos para empoderarnos y posicionarnos, llegar adonde se desea, siendo categórico e imperativo por lo tanto tener para lo cual, carácter, criterio, voluntad, decisión, prepararnos académicamente, trabajar con ahínco en tal propósito, seguras que más temprano que tarde lograremos vencer diferencias.
Son tiempos estos para seguir evolucionando, ir tras mejores y superiores desarrollos, convertirnos en referente de lo bueno y mejor, luchar por mayor equidad e igualdad en oportunidades, libertad y esperanza. Ser referentes en la búsqueda de lo positivamente diferente; y si bien es bueno y valioso respetar convicciones, mejor aún mantenernos firme ante cualquier adversidad y aceptar el reto de generar cambios efectivos.
Seamos orgullosas de ser mujeres, entender ese orgullo como ese motor inalienable de nuestra lucha, en ruta a potenciar los cambios que la sociedad demanda y en manera urgente e importante requerimos, siendo esencial despojarnos de prejuicios y empezar a construir una sociedad inclusiva y equitativa que mire con optimismo el presente y el porvenir. Obligadas estamos a ser luz, estrella luminosa y rutilante, equilibrio, guía, proyección. Ayudar a fundamentar cosas mejores para nuestros municipios y departamento, en ruta a proyectarnos regional, nacional e internacionalmente. Repito, como lo he dicho muchas veces en mis artículos, como departamento tenemos todo para ser un ente territorial de primera condición, ojalá no lo olvidemos nunca y procedamos en consecuencia. El futuro es promisorio, de nosotros depende.
Ethel Carolina Cerchiaro Figueroa
Excelente 👏🏽👏🏽
Felicitaciónes, muy buena columna.