ABUNDANTE PLANEACIÓN Y UN BUEN MOMENTO DE DIAGNÓSTICOS EN LA GUAJIRA

Los Sistemas de Gestión se alimentan de información que contiene datos técnicos u operativos para tomar decisiones estratégicas bien sustentadas.

En La Guajira durante muchos años, dada la cantidad de deficiencias en infraestructura de servicios, de obras civiles, e institucionales, supuestamente se ha adelantado una robusta planeación que hasta de manera risible o burlesca, y en ocasiones en serio, se dice que nuestro departamento está sobre planeado. Incluso, se ha acuñado como expresión de incertidumbre la siguiente frase: “cuando prometen o dicen que van a planear para ejecutar inversiones del sector que sea, seguro que eso queda en nada”.

Ha sido también la planeación un sesteadero para funcionarios del nivel nacional que son muy proactivos para programar comisiones para venir a planificar.

Aquí comienza nuestra preocupación porque se sabe que algunas de esas planeaciones han quedado incompletas en su proceso, de otras no se conocen nunca resultados, varias duermen el sueño de los justos en anaqueles por distintas razones como por ejemplo son inviables y hasta por no ser pertinentes o necesarias haberlas hecho. Pocas si cumplen técnica o socialmente pero su materialización no ha contado o con recursos o con voluntad política. Eso ha sido un factor de generación de desconfianza y perdida de la credibilidad en la función pública, en el funcionario público, en las entidades nacionales y regionales en materia de planeación del desarrollo de los territorios porque el ciudadano común, la comunidad en general se ilusiona con el anuncio, pero se desilusiona por la inacción.

De todo esto, lo doloroso y desconcertante es que después de tantos años de planeación, y me atrevo a pensar que están planeados centímetro a centímetro los 28.848 kilómetros de extensión del territorio guajiro, y teniendo “bancos de proyectos” en las entidades territoriales, todavía se vuelve a planear otra vez sobre lo antes planeado, y esas no son actualizaciones, sino para proyectar la misma obra, de la misma sectorial, o del mismo lugar, ya sean obras de impacto regional o de impacto y responsabilidad local. Esto nos los demuestran frecuentemente expertos de los sectores económicos, investigadores sociales, y, líderes de los gremios.

Entonces, no ha de ser por falta de voluntad técnica o falta de evidencia documental, o sea planificación, que no se ejecuten tantas obras prioritarias que demanda La Guajira, porque técnicamente y administrativamente ya se les surtió el primer paso del Ciclo PHVA (Planear, Hacer, Verificar, Actuar). Deducción lógica: no es por falta de planeación que estamos como estamos.

Es en estos precisos momentos es cuando deben salir de esos “bancos de proyectos” los soportes técnicos viables que necesitan los Planes de Desarrollo que están en marcha en el departamento y en los municipios. Deben ser guía para prepararse oportunamente para la reconversión laboral, la diversificación productiva y  la agregación energética pertinente, que se vienen; es cuando se debe hacer el esfuerzo de actualizar y revisar esos proyectos para implementar un buen Proceso de Gestión Documental, hacer un eficiente ejercicio de clasificación documental y ordenación documental, e inventariar que tenemos viables para contar con un repositorio confiable, tecnificado y con tecnología de punta que contribuya a agilizar gestiones, generar confianza y que a la vez disminuya costos a las tantas inversiones que deben hacerse en el departamento y en los municipios, puesto que las obras físicas y de infraestructura, de servicios e institucionales que se requieren, a lo mejor ya están planeada y solo serían remitirse a ese archivo llamado banco de proyectos y no tener que hacer nuevamente completo el proceso de  planeación integral.

Sobre ese ejercicio de planear y planear de tantos años, ahora por múltiples circunstancias, muchas gratificantes y que significan crecimiento en lo académico y profesional, en lo técnico, antropológico y social, somos muchos guajiros que después de observar, estudiar, y al sentir en carne propia “el quemón de la deficiencia”, y por tener y haber adquirido conocimientos técnicos e in vitro sobre las vulnerabilidades de la región, de las comunidades pluriétnicas que conforman el tejido humano guajiro, hemos escrito y descrito, identificado y advertido sobre las tantas, complejas y heterogéneas causas y orígenes de las deficiencias y males guajiros que estoicamente hemos afrontados y estamos afrontando. Más allá de la denuncia, son muchos los documentos creados, ya sean manuscritos o en audiovisuales que “están poniendo sobre la mesa” las carencias vitales y de otro tipo que padecemos, e incluso, a veces se acompañan esas identificaciones de propuestas de soluciones estructurales, o de mitigación o mejoramiento a las tantas necesidades insatisfechas que tenemos.

Ha sido también muy prolijo este ejercicio de identificar causas de nuestras carencias y limitaciones, o sea, hacer diagnósticos sobre un tema, y se han hecho muchos y se han publicado, se han expuesto en foros, conversatorios, jornadas académicas, mesas de investigación, de opiniones y concertaciones, muchas de esas propuestas determinantes, y de paso, acompañadas de formulaciones de soluciones y hojas de ruta con recursos técnicos y operacionales, y muchas con apoyo de evidencias de estudios de alto nivel. Muchas son polémicas, otras muy acertadas, otras confrontacionales y no faltan las que tienen orientación política partidista e ideológica exclusivamente.

En fin, hoy, igual que la planeación, La Guajira esta súper diagnosticada.

Desafortunadamente hoy no tenemos organizado todos esos aportes, ni adelantado un proceso hermenéutico sobre las soluciones propuestas y quizás requeridas; no estamos aprovechando toda esta producción intelectual donde por ser muchos de estos perfiles diagnósticos hechos con el conocimiento de lo de aquí, con el entendimiento de la idiosincrasia nuestra y por tener acercamiento o procedencia de esas comunidades, pueden o han podido ser útiles y propiciar eficiencia y posibilidades de solución o la mejor solución posible, definidas en tan importantes  y variados documentos diagnósticos.

Entonces, no es que estemos arando en el mar sí la producción dialéctica, empírica, científica y popular guajira ahí, está hecha, sino, que también se está perdiendo o desaprovechando por falta de un ente coordinador y constructor de una memoria histórica y archivística de esa producción intelectual diagnostica propositiva, docta y a lugar.

Estar “sobre diagnosticada” La Guajira por los guajiros es un gran logro que celebro, pero se están esfumando muchas o casi todas esas ideas. Cabe decir aquí: que es posible que en esas ideas que se consideran sencillas o fútiles estén muchas de las soluciones que necesitamos en La Guajira o se puede crear sinergias con ellas.

Hemos importado tantas soluciones y tantas ideas que los resultados con el tiempo nos dan la razón, porque los diagnósticos hechos o soluciones construidas a miles de kilómetros de distancias que al tratar de implementarlas, nos damos cuenta que están a kilómetros de ser lo que necesitamos o de ser lo que debía hacerse.

Por eso guajiros: necesitamos aprovechar el crecimiento que hemos logrado en tantos campos del saber y obviamente apoyarnos de los expertos, de la ciencia y tecnología.

Guajiro: “a lo tuyo tu”.

Rodrigo Daza Cárdenas 

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